Hope Hicks, la “paciente cero” del virus en la Casa Blanca

“Pasamos mucho tiempo con Hope, así que veremos qué pasa”, señaló Donald Trump a Fox News la noche del jueves tras la divulgación de que una de sus principales asesoras y parte del círculo de hierro, Hope Hicks, de 31 años, dio positivo a Covid-19. Señalada como la “paciente cero” del “brote” de coronavirus que afecta a la Casa Blanca, tuvo estrechos contactos con varios colaboradores en los días previos a la confirmación de su diagnóstico. Así la “protegida” del gobernante republicano, abrió, sin quererlo, un nuevo frente a un mes de las elecciones.

Hicks fue fotografiada el miércoles antes de abordar el helicóptero presidencial Marine One en Washington junto a los asesores Jared Kushner (esposo de Ivanka Trump), Stephen Miller, Jason Miller, Dan Scavino y Nicholas Luna -todos sin mascarillas- con destino a Minnesota para un mitin. Un día antes, Hicks estuvo en el Air Force One junto al Mandatario, todo el equipo de campaña, amigos y familiares en el retorno desde Cleveland, Ohio, donde se realizó el primer debate entre Trump y su rival el demócrata, Joe Biden.

Nacida en Greenwich, Connecticut, Hope destacó de niña por ser una gran atleta: natación, remo y capitana del equipo de lacrosse fueron parte de su historial deportivo. Eso, antes de ser modelo profesional, llegando a colaborar con el diseñador Ralph Lauren.

Justamente en esa línea es que se desarrolla el vínculo entre Hicks y los Trump, que se remonta a 2012. La graduada de inglés de la Universidad Metodista del Sur estaba en Nueva York trabajando para una empresa de relaciones públicas cuando le otorgaron como cliente a nada más ni nada menos que Ivanka Trump, la mayor de la familia y que entonces impulsaba su propia marca de ropa.

“Pensé que Hope era sobresaliente”, dijo Donald Trump recordando que tras conocerla habló con su entonces jefe -Matthew Hiltzik- para que la dejara trabajar para él en sus negocios de bienes raíces después de “elegirla personalmente”.

De esta manera, para octubre de 2014, esta joven ya formaba parte del exclusivo equipo del piso 26 de la Trump Tower sin saber que su nuevo jefe buscaba convertirse en Presidente.

La asesora se registró como republicana en 2008, pero nunca había participado de una campaña ni tenía experiencia en política. Era tal su desconocimiento, que un colaborador cercano de Trump, Sam Nunberg, le regaló el libro Running for Office y la apodó “Hopesicle”.

En 2016, la revista GQ publicó el artículo “El desconcertante triunfo de Hope Hicks, la mano derecha de Donald Trump”, en el que ahonda en que para los Trump “la encantadora amabilidad y la feroz lealtad valen más que la experiencia convencional. Y, sin embargo, Hicks casi por accidente ayudó a diseñar la campaña más extraña de la historia”.

Desde ahí inició un largo camino, con altos y bajos, donde debió decidir entre lanzarse como secretaria de prensa política a tiempo completo o volver a la Trump Tower. Para esto borró su Twitter y puso sus redes sociales en privado. Durante la campaña colaboró con la gestión de prensa del candidato y hasta “anotaba lo que él quería decir para que luego fuera tuiteado”.

Una vez que Trump asumió la Casa Blanca en enero de 2017, Hicks asumió el “cargo creado” de directora de comunicaciones estratégicas y que según el portal Politico tenía el sueldo máximo de la Casa Blanca: US$ 179.799, lo mismo que ganaba el estratega Steve Bannon y el jefe de gabinete Reince Priebus.

El mismo medio reportó que Hope es “intocable” y que es tratada “como un miembro más de la familia”, que comparte información privilegiada y espacios exclusivos, como cenas de Shabat con Ivanka y su esposo, Jared, en su mansión.

Descripción similar a la entregada por el periodista Michael Wolff en su libro Fuego y furia, donde los funcionarios definen a la asesora como la “hija real” de Trump y que en base a ese “cariño paternal” la mujer siente una “especial devoción” por el Mandatario, al que ella llama “Sr. Triunfo” y él “Hopester”.

No obstante, en febrero de 2018 Hicks renunció a su cargo un día después de “testificar ante el Congreso que ocasionalmente decía mentiras blancas en nombre de Trump”. En este período trabajó para Fox News y a inicios de este año retornó al despacho Oval como asesora. Desde entonces ha cultivado un bajo perfil.