La guerra y la economía llevan la inmigración en Gran Bretaña a una cifra récord

Pasajero en un aerpuerto
POLITICA Eduardo Parra - Europa Press

Un total de 1,2 millones de personas se instalaron en Gran Bretaña en 2022, mientras que 557.000 se marcharon.


El número de personas que se mudó a Gran Bretaña en 2022 alcanzó una cifra récord de 600.000, según indicaron el jueves cifras del gobierno.

La migración neta -la diferencia entre el número de personas que llegan y las que se marchan- fue de 606.000 personas ese año, según la Oficina de Estadísticas Nacionales. Un total de 1,2 millones de personas se instalaron en Gran Bretaña en 2022, mientras que 557.000 se marcharon.

La cifra neta era un aumento desde las casi 500.000 de 2021.

La oficina atribuyó el dato récord a “una serie de acontecimientos mundiales sin precedentes durante 2022 y el levantamiento de las restricciones tras la pandemia del coronavirus”.

El total incluía tanto los que llegaron para trabajar en Gran Bretaña como decenas de miles de estudiantes internacionales y casi 200.000 personas llegadas dentro de programas especiales para individuos que huían de la guerra en Ucrania y de la represión china en Hong Kong.

El primer ministro, Rishi Sunak, dijo que la cifra de inmigración era “demasiado alta”, aunque no aclaró cuál sería el número ideal.

“Tenemos que ser sensibles con las necesidades del (servicio de salud), la economía, pero en lo fundamental los números son demasiado altos, voy a bajarlos”, dijo a la televisora ITV.

El dato récord reabrió el debate sobre la salida británica de la Unión Europea, debida en parte a la llegada de cientos de miles de personas de otros países europeos en los años anteriores al referendo del Brexit en 2016.

Los defensores del Brexit dijeron que abandonar la UE -que da a los ciudadanos de sus estados miembros el derecho a vivir y trabajar en los otros países del grupo- permitiría a Gran Bretaña recuperar el control de sus fronteras. Muchos de los que votaron a favor del Brexit creían que la inmigración se reduciría, pero ha ocurrido lo contrario. Gran Bretaña aún emite decenas de miles de visas de trabajo al año para cubrir puestos en hospitales, residencias de ancianos y otros sectores.

Aunque las llegadas desde países de la UE cayeron a 151.000 en 2022, el número de personas que se trasladaron desde fuera del bloque fue de 925.000, e India superó a las naciones europeas como el principal punto de origen de trabajadores.

Aunque la mayoría de los economistas creen que la inmigración es una ventaja económica para Gran Bretaña, algunos residentes dicen que los recién llegados aumentan la presión sobre servicios públicos ya sobrecargados y agravan la escasez nacional de vivienda.

El tema de la inmigración también se solapa con la situación de los solicitantes de asilo llegados a Gran Bretaña en pequeños botes a través del Canal de la Mancha. El gobierno británico ha tomado medidas controversiales para intentar detener esos viajes, como un polémico plan para deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo, que ha sido impugnado en los tribunales.

Algunos legisladores del Partido Conservador, que gobierna el país, pidieron más medidas duras para frenar la inmigración. Sin embargo, la legisladora conservadora Alicia Kearns, que preside el Comité parlamentario de Asuntos Exteriores, desaconsejó las “reacciones automáticas”.

Las cifras de migración netas no deberían incluir a los estudiantes, afirmó, señalando que la posición británica como “superpotencia académica” es muy beneficiosa. El país, añadió, necesita “cubrir empleos que han producido los creadores de riqueza” y Gran Bretaña ha ofrecido con orgullo refugio a ucranianos y residentes en Hong Kong.

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