Partido heredero de ETA amenaza con ganar por primera vez las elecciones en el País Vasco

El candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, interviene durante el inicio de la campaña electoral de EH Bildu, en la Plaza de Santa Bárbara, el 4 de abril de 2024, en Vitoria-Gasteiz, Álava, País Vasco. Foto. Europa Press

El gobierno español, la oposición y asociaciones de víctimas cuestionan al candidato a lehendakari de EH Bildu, Pello Otxandiano, por no reconocer de forma clara que ETA fue una banda terrorista.


Desde Bruselas, al finalizar la cumbre de líderes europeos que se celebró este miércoles y jueves en la capital belga, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, fue categórico: “ETA no fue una banda armada, ni un movimiento de liberación nacional como decía Aznar. Fue una banda terrorista derrotada por la democracia española gracias a la unidad de todas las fuerzas políticas”.

La declaración de Sánchez se produjo después de que el candidato de EH Bildu a lehendakari en las elecciones en el País Vasco del próximo domingo, Pello Otxandiano, pidiera “perdón” a las víctimas del terrorismo tras negarse a calificar a ETA como una banda terrorista el pasado lunes, en una entrevista en la Cadena SER.

En esa oportunidad, señaló: “ETA fue un grupo armado. Las consideraciones pueden ser diversas. La violencia del Estado también puede tener diferentes títulos, pero no es esa la cuestión. Evidentemente, hay diferentes puntos de vista sobre lo que han supuesto los GAL o la tortura por parte de las fuerzas y cuerpos policiales. (...) Hay un consenso fundamental y es que ese ciclo lo hemos dejado atrás. (...) Hoy, felizmente, ETA no existe. Estamos mucho mejor como sociedad y como país y tenemos una posición muy buena para abordar el ejercicio de construcción de una memoria plural y colectiva que permita reconocer a las víctimas”.

Ante la insistencia de Otxandiano en que hablar o no de ETA como grupo terrorista “no es la cuestión fundamental”, el periodista Aimar Bretos lo interpeló: “Es una cuestión importante considerar si ETA fue una banda terrorista o no”.

Ante el revuelo por sus declaraciones, Otxandiano, esta vez en sendas entrevistas en Radio Euskadi y TeleBilbao, pidió “perdón” a las víctimas del terrorismo tras negarse a calificar a ETA como una banda terrorista el lunes, Sin embargo, y pese a la disculpa, siguió sin considerar terrorismo el historial criminal de la organización. “Me arrepiento de haber dado esa respuesta y no haber respondido diciendo que en campaña tenemos que sacar este tema fuera del contexto electoral”, señaló, subrayando que le “consta” que también hay víctimas “bastante enojadas” con el empleo “electoralista” de esta cuestión, algo que a su juicio no contribuye a la “convivencia”.

La aclaración de Otxandiano sobre ETA resulta clave en la recta final de la campaña. Su partido, EH Bildu, una coalición cuya formación hegemónica es el antiguo brazo político de esa organización armada, podría ganar por primera vez en las elecciones regionales que se desarrollarán este domingo en el País Vasco. Desde que la región recuperó su autonomía en 1980, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se ha impuesto en casi todos los comicios. Sin embargo, este año el EH Bildu podría dar el batacazo, instalando a Otxandiano como lehendakari (presidente del Gobierno Vasco).

Según destaca el diario El Independiente, si se tienen en cuenta todos los sondeos publicados en el mes de abril, hasta el lunes pasado, el resultado que se arroja es el mismo: ganaría EH Bildu con 29 escaños (34,22%); le seguiría el PNV con 28, aunque se impondría en porcentaje con el 34,65%; en tercer lugar, los socialistas con 10 (13,12%); el PP quedaría cuarto con siete representantes (8,27%), y cerraría el nuevo Parlamento Sumar, con uno (3,06%). Vox (1,97%) y Podemos (2,33%) se quedarían como fuerzas extraparlamentarias.

En este contexto, según destacó el diario El Confidencial, la negativa del candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, a calificar a ETA como una banda terrorista “incendió” el tramo final de la campaña vasca. Hasta el gobierno, que durante los cinco años de mandato de Pedro Sánchez ha cohabitado con Bildu, que es un socio parlamentario del PSOE en el Congreso, sin ninguna aspereza, se lanzó contra Otxandiano. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros el martes, sentenció que negar lo que fue ETA “es cobarde”, además de una falta de respeto y “desprecio” muy graves a todos los golpeados por 853 asesinatos, además de secuestros o extorsión.

“Demuestra”, añadió, “un negacionismo incompatible, con la propia historia de nuestro país y con la democracia que fue quien derrotó al terrorismo”. Hacía mucho tiempo que el Ejecutivo no se pronunciaba de manera tan clara contra Bildu, destacó el medio. La Moncloa esgrime que la defensa de su candidato a lehendakari de que “ETA fue un grupo armado” es “inadmisible” y había que ser “contundente”.

Lo cierto es que sus declaraciones han permitido al Ejecutivo reforzar la posición socialista, cuyo líder, Eneko Andueza, no hace más que repetir que no pactará un gobierno con los abertzales, en lugar de con el PNV, aunque sea Bildu quien quede por delante.

Insistiendo en la ofensiva, la vicepresidenta primera del gobierno y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, dijo este jueves que “no es suficiente” que Otxandiano “pida perdón” a las víctimas de ETA si sigue sin reconocer “una verdad a raudales” como es que ETA fue “una organización terrorista”.

La también ministra de Hacienda remarcó en una conferencia de prensa en San Fernando (Cádiz) que “no hay ninguna duda de que ETA fue una organización terrorista”, algo que “no lo discute nadie ni a nivel internacional ni en ningún otro lugar, porque efectivamente cumplió con todos los requisitos y todos los criterios para ser catalogada como tal”.

Desde la oposición, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, advirtió de que “si EH Bildu, si los enemigos de España ganan las elecciones, será lo peor que le puede pasar a este país”, porque supondría “perder todo el esfuerzo y todo el sacrificio que ha hecho durante años el pueblo vasco y el conjunto de España”, señaló, en referencia a la lucha contra ETA. “Sería perder Euskadi, después de todo lo que hemos sufrido”, manifestó. “No pueden ganar los que nos han hecho sufrir”, insistió.

Asociaciones de víctimas del terrorismo como Covite y la AVT se sumaron a las críticas, calificando de “falso” y “no creíble” el perdón que les transmitió el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano. Covite le pidió que responda a esta “simple pregunta”: ¿Estuvo bien matar? ¿Sí o no?, cuestión que, según recalca, sus compañeros de EH Bildu y Sortu han sido “incapaces de responder”. La AVT también denunció el “falso perdón” del candidato a lehendakari al que acusó de “desviar la atención”.

Popular entre los jóvenes

Según destaca Swissinfo, integrado por el partido heredero de la vitrina política de ETA, pero también de otras formaciones separatistas de izquierda que se opusieron a la violencia, EH Bildu ha seguido una estrategia que le ha dado frutos, dejando en segundo plano sus reivindicaciones independentistas para centrarse en cuestiones sociales.

Liderado por un antiguo miembro de ETA, Arnaldo Otegi, Bildu optó por la renovación nombrando a un candidato de 41 años a las elecciones regionales, Pello Otxandiano, y ha logrado ser, con diferencia, el partido preferido entre los vascos de 18 a 44 años, según una encuesta reciente publicada por la televisión pública regional.

Arnaldo Otegui, líder de EH Bildu.

Con el fin de ETA, Bildu ha ido “ganando transversalidad entre las capas más jóvenes” y se ha erigido “como la alternativa independentista y de izquierdas al gobierno tradicional” del PNV, estima Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid.

Bildu “habla de cambio climático, habla de feminismo, habla de vivienda (…) y es capaz de conectar mucho con las preocupaciones de la población más joven”, abunda Eva Silván, del gabinete vasco de estrategias políticas Silván&Miracle.

A nivel nacional, Bildu y sus cinco diputados en el Parlamento español se han convertido en aliados clave del gobierno del socialista Pedro Sánchez, quien es constantemente criticado por la derecha que lo acusa de haber “blanqueado” a esta formación.

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