Pobreza en Argentina alcanza cifra récord y ya afecta al 57,4% de la población

Personas sin hogar duermen en una acera de Buenos Aires, el 27 de septiembre de 2023.

La suma de la devaluación, el incremento en el valor de la canasta básica y los ingresos prácticamente estancados dieron como resultado un histórico salto en los índices de pobreza e indigencia en Argentina. Mientras el primero superó el 54% registrado en 2004, el segundo indicador creció hasta el 15%.


Cifras históricas siguen apareciendo en la compleja situación económica de Argentina, que este fin de semana sumó un nuevo antecedente tras la publicación de las cifras de pobreza entre la población trasandina. Un informe de Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), titulado “Estimación de los efectos del Impacto Inflacionario posdevaluación. Escenario a diciembre 2023 y enero 2024″, cifró en 57,4% el índice de pobreza durante enero de 2024, el número más alto entregado por el organismo desde 2004, cuando la posicionó en 54%.

La indigencia también creció en los últimos meses, pasando desde el 9,6% en el tercer trimestre de 2023, al 14,2% en diciembre del mismo año y luego al 15% en enero de 2024. Al hacer la misma comparativa con la pobreza, se registró un avance desde el 44,7% en la primera situación, al 49,5% en diciembre (mes en que Javier Milei asumió como Presidente) y al 57,4% en enero. En números de argentinos en esta situación, se proyecta que en todo el país habría casi 27 millones de personas pobres, de los que 7 millones serían indigentes.

Entre las posibles razones, la UCA destaca a la devaluación impulsada por el gobierno de Javier Milei en diciembre pasado como un factor directo, además de la política pública en línea con su reducción del gasto público hasta llevarlo a la mínima expresión. En diciembre de 2023, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció una devaluación monetaria, pasando de 350 a 830 pesos argentinos para el dólar oficial, lo que impactó directamente en los rubros que trabajaban con dicha moneda y no con el dólar blue, quienes vieron cómo se disparaban los precios.

Un cartel fuera de una tienda diciendo que acepta pago en dólares en Buenos Aires, el 12 de diciembre de 2023. Foto: Reuters

Además, en el mismo mes la inflación local llegó al 25,5%. Si bien en enero el índice de precios tuvo una desaceleración, bajando al 20,6%, la inflación interanual del 254,2% –otra vez, rompiendo un récord de 1991– poco ayudó a nivelar ingresos versus aumento en los precios.

Según el informe de la Universidad Católica de Argentina, esto incrementó los valores de la canasta básica alimentaria y la total, lo que habría ocurrido incluso si se reajustaban ingresos como jubilaciones, pensiones e ingresos laborales, consignó La Nación. La mezcla de inflación y un prácticamente nulo crecimiento en la entrada de dinero a los hogares, explicarían la fuerte subida en los índices de pobreza.

Sin embargo, también hay preocupación por lo que podría ocurrir en febrero, basándose en proyecciones de la propia UCA. Esto debido a que tanto jubilaciones como pensiones se mantuvieron sin cambios con relación a diciembre y enero, pero, no se han realizado actualizaciones en el salario mínimo, en la prestación por desempleo y pocos gremios aumentaron los sueldos, detalló Clarín. Además de los reajustes en las tarifas del transporte público y en los precios de las carnes, se agravó la caída de la actividad económica, lo que se observa en el descenso de los niveles de empleo.

Sobre esto último, empresas, pero sobre todo Pymes, advierten que ya empezaron con despidos y suspensiones del personal ante lo que esperan será una fuerte recesión durante el primer semestre del año, consignó Infobae. Un miembro del Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA) dijo al citado medio que analizan “pedir al gobierno medidas paliativas para las pymes que tienen 10 o 15 empleados, porque sabemos que por lo menos hasta abril va a estar complicado”.

En condición de anonimato, agregó que “registramos despidos, suspensiones y vacaciones anticipadas en una gran cuantía. Hay que tener en cuenta que en muchos casos son proveedoras de grandes empresas que saben que van a producir bastante menos y no les van a comprar”.

Manifestantes, miembros de organizaciones sociales, marchan hacia el Ministerio de Desarrollo Social para protestar contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) previo a la asunción de Milei, el 28 de noviembre 2023. Foto: Reuters

El presidente de la Fundación Pro Tejer, Luciano Galfione, quien es dueño de la productora de la hilandería Unifibers, planteó algo similar. Si bien la situación en el rubro venía golpeada desde hace años, planteó que “se planchó completamente la actividad, en mi caso al 20% de la capacidad. Tenemos 200 empleados y así me sobra la mitad de la gente, o más. Por ahora no los voy a echar, pero es insostenible”.

El Presidente de Argentina, Javier Milei, prefirió desligarse de posibles autocríticas –desde antes de asumir señalaba que el ajuste sería duro en los dos primeros años de su gestión– y apuntó a las anteriores administraciones. “La verdadera herencia del modelo de la casta: 6 de cada 10 argentinos son pobres. La destrucción de los últimos cien años no tiene paragón (sic) en la historia de Occidente”, escribió al respecto en X, antes conocido como Twitter.

“Los políticos tienen que entender que la gente votó un cambio y que nosotros vamos a dar la vida para llevarlo adelante. No vinimos a jugar al juego mediocre de la política. Vinimos a cambiar el país”, añadió.

La noticia contrasta con el superávit celebrado por el propio mandatario sólo días atrás, luego de que se anunciara desde el gobierno que se logró el “primer superávit financiero desde agosto de 2012 y el primer superávit primario en un mes de enero desde 2011″, detalló el Ministerio de Economía.

“El déficit cero no se negocia”, celebró el titular de la cartera durante el viernes, Luis Caputo. “VAAAAAAAAMOOOOOO TOTO...!!! El déficit cero no se negocia”, escribió también el mandatario, refiriéndose a su ministro por su sobrenombre.

En conversación con La Nación, el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia, aseguró que el informe se basa en “una simulación estadística a partir de los datos de la encuesta del tercer trimestre del año pasado”. Pero, de igual manera, advirtió: “No creo que estemos muy lejos de lo que está sucediendo”.

Los mayores afectados por el aumento de la pobreza fueron “la clase media baja y los trabajadores de baja calificación”, agregó.

En 2004, fecha del 54,8% en el mismo índice, Argentina venía saliendo de la crisis de 2001 y 2002. “La diferencia es que en ese entonces estábamos en la salida de una crisis y ahora, si no funciona en programa del gobierno, estamos en la entrada”, planteó Salvia. “Si baja la inflación habrá un alivio rápido; de otro modo estaremos ante una catástrofe social”, añadió.

Jorge Pedro Armoa, de 67 años, espera clientes junto a su puesto donde vende cremas médicas en un mercado callejero, en las afueras de Buenos Aires, el 26 de marzo 2023. Foto: Reuters

Durante otra entrevista, esta vez con canal Todo Noticias (TN), Agustín Salvia aseguró que los niveles de pobreza se podrían profundizar durante febrero. “La pobreza estructural en la Argentina no es nueva y es de esperar que se agrave, como también que febrero sea más complicado que los últimos meses”.

“La situación es complicada y grave. No es un fenómeno nuevo, sino que es un problema que se viene acumulando”, continuó en la misma línea, y se trataría del producto de un “proceso constante de inflación” y del “inicio de una recesión económica”, lo que los encuentra “sin ajustes salariales importantes”.

Sobre el futuro, Salvia opinó que “será muy difícil” que estos índices se reduzcan en el corto plazo, pero estimó que, si la inflación baja hasta un solo dígito mensual y se logra una “estabilidad macroeconómica, desarrollo e inversiones productivas”, se podrían disminuir los preocupantes números relacionados con la pobreza “más rápido”.

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