Proyectan que el 40% de los hogares de Japón tendrá un solo integrante en 2040

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Una mujer camina por el distrito de Sugamo en Tokio, una zona popular entre los ancianos en la capital nipona.

La caída en la tasa de natalidad, el envejecimiento de la población y el aumento en la proporción de quienes no se casan, entre otros, explicarían este fenómeno.


En la película After the Storm (2016), del galardonado director japonés Hirokazu Kore-eda, la madre del protagonista es una anciana viuda que vive sola en un departamento. Después de la muerte de su esposo, Yoshiko Shinoda dedica sus días a compartir hobbies con otras mujeres de su edad. Lo suyo son las clases de apreciación musical para entender las obras de Beethoven.

La vida de la madre de Ryota Shinoda bien podría graficar a un tipo cada vez más creciente de hogares en Japón. Así al menos lo muestran las últimas estimaciones del Instituto Nacional de Investigación de la Población y la Seguridad Social (IPSS), dependiente del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, según las cuales casi el 40% de los hogares de ese país -que hoy suma más de 126 millones de habitantes- estará compuesto de un solo miembro en 2040.

Según el IPSS, el número total de hogares en Japón disminuirá de 53,33 millones en 2015 a 50,76 millones en 2040. Sin embargo, la proporción de hogares de un solo miembro crecerá, y se espera que la cantidad aumente de 18,42 millones a 19,94 millones en el mismo período. Esto significa que la tasa de hogares unipersonales superará el 30% en las 47 prefecturas de Japón, alcanzando incluso el 48,1% en Tokio, con un promedio nacional del 39,3%.

En particular, el IPSS espera que el número de hogares de un solo miembro con personas mayores de 65 años, que se situó en 6,25 millones en 2015, representando el 11,7% de todos los hogares, probablemente aumente a 8,96 millones para 2040, o el 17,7% del total. En cuanto a la cantidad de hogares de un solo integrante de 75 o más años se proyecta que sumen 5,12 millones en 2040, o el 10,1% del total.

El aumento de los hogares unipersonales, según el diario The Mainichi, es atribuible a una disminución en la tasa de natalidad y al envejecimiento de la población, así como a la concentración en las áreas urbanas de las personas más jóvenes que eligen no casarse. Un análisis que comparte Shiro Koike, director del Departamento de Investigación de Estructura de Población en el IPSS. "La razón principal es el aumento en la proporción de los nunca casados. Otra razón puede ser el aumento de la viudez de la población anciana", dijo a La Tercera.

Jeffrey Kingston, director de Estudios Asiáticos en la Universidad de Temple en Japón, comenta que "el matrimonio y tener hijos ya no es la opción por defecto que era". "Más personas no se casan o retrasan el matrimonio y hay varios factores para ello. Una es que criar hijos es caro e implica altos costos de oportunidad para las mujeres que tienen que sacrificar sus carreras para criar una familia. Por lo general, abandonan el trabajo durante tres años y cuando regresan les resulta muy difícil reanudar sus carreras debido a la cultura corporativa. Muchas mujeres deciden no casarse o si se casan no tienen hijos", dice a La Tercera.

En opinión de Koike, "el declive de la población y el rápido envejecimiento tendrán un impacto negativo en la actividad económica japonesa". "Además, esto continuará durante mucho tiempo porque se supone que la tasa de fertilidad total está muy por debajo del nivel de reemplazo de la población en el futuro", destacó, para luego agregar: "Aunque el gobierno intenta varias medidas para este problema, es incierto que la sociedad japonesa supere estos cambios".

Por de pronto, destaca el periódico Nikkei Asian Review, el envejecimiento de la población elevará la ya alta demanda de atención de enfermería. Casi el 90% de las personas que hoy reciben asistencia en virtud del programa público de atención de enfermería tiene 75 años o más. El gobierno estima que los costos de los seguros, incluida la atención médica y las pensiones, aumentarán casi un 60% entre los años fiscales 2018 y 2040. Se necesitarán cerca de 10,6 millones de trabajadores, casi el 20% de la fuerza laboral total, para satisfacer el tratamiento médico y las necesidades de asistencia social.

Según estimaciones del gobierno, la fuerza laboral nipona caerá un 24% para 2040 debido al envejecimiento poblacional y a la disminución demográfica. La aprobación de una normativa que permitirá expandir a partir de este mes la llegada de personal extranjero para cubrir puestos en sectores afectados por la escasez laboral podría ser de ayuda. "El aumento de inmigrantes puede moderar la disminución de la fuerza laboral y activar la actividad económica", concluyó Koike.

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