Senado de Argentina se apresta a votar legalización del aborto

Partidarios a favor del aborto se manifiestan mientras sesiona el Senado argentino Foto: Reuters

Se aguardaba con expectación el resultado de la reñida sesión, en la que los partidarios de la norma muestran una leve ventaja, dos años después del rechazo en esta misma cámara de un proyecto similar. El presidente Alberto Fernández es el impulsor de la iniciativa inspirado en los principios de la organización Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, identificada con el verde, color que tiñó manifestaciones multitudinarias en Argentina.


El Senado de Argentina se apresta a votar este miércoles la legalización del aborto hasta la semana 14 de gestación, en una reñida sesión en la que los partidarios de la norma muestran una leve ventaja, dos años después del rechazo en esta misma cámara de un proyecto similar.

El presidente Alberto Fernández es el impulsor de la iniciativa inspirado en los principios de la organización Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, identificada con el verde, color que tiñó manifestaciones multitudinarias.

“Esta ley no obliga a abortar. No promueve el aborto. Solo le da un marco legal y seguro (...) si mi voto ayuda a salvar que una mujer no pierda la vida, voto a favor de esta ley”, dijo el senador salteño del gobernante Frente de Todos (FdT), Sergio Leavy, uno de los considerados clave en el debate, colocando al aborto legal más cerca de ser aprobado en Argentina.

La sesión, que transcurre con algunos congresistas presentes en la sala y otros participando de forma remota, comenzó el martes con la asistencia de 67 senadores, sobre un total de 72 escaños, y 58 oradores anotados. Se esperaba que terminase al amanecer.

Miles de manifestantes a favor y en contra de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) ocupan las calles aledañas al Congreso, con afiches y banderas, en una calurosa jornada de verano.

En un clima festivo, siguen en pantallas gigantes el debate parlamentario.

Un proyecto para legalizarlo fue rechazado en agosto de 2018 por el Senado, por 38 votos a 31, con dos abstenciones.

Pero en esta ocasión, los que están a favor parecen tener una leve ventaja que aseguraría la aprobación. Otro ejemplo es la senadora Lucía Crexell, quien figuraba como indecisa pero anunció que votará a favor. “No cambié mis creencias ni mi forma de pensar. Cambié el enfoque con el que debe ser abordado”, dijo.

También Silvina García Larraburu, senadora del gobernante FdT que en 2018 votó en contra, afirmó que ahora lo hará a favor.

Si gana el “sí” Argentina se sumará a Uruguay, Cuba y Guyana, únicos países en donde el aborto es legal en América Latina. También está autorizado en Ciudad de México.

Movilización de la iglesia

La oposición a la interrupción voluntaria del embarazo, que adoptó el color celeste, tiene como abanderadas a la Iglesia Católica y a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, promotoras también de masivas marchas callejeras.

El papa Francisco, antiguo arzobispo de Buenos Aires, publicó este martes un tuit en el que destacó que “el Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura”, un mensaje que, pese a no ser explícito, la prensa interpretó como de rechazo a la ley.

Afuera del Congreso, en el concurrido bando celeste, se veía personas rezando, levantando crucifijos o armando instalaciones que simulaban tumbas, alrededor de una imagen gráfica gigante de un bebé manchado de rojo sangre.

En las filas verdes había un desfile sin cesar por avenidas colmadas por una mayoría de jóvenes. Portaban carteles con leyendas tales como “la maternidad será deseada o no será” o “a la clandestinidad no volvemos nunca más”.

La propuesta llega al Senado tras la sanción de los diputados, el 11 de diciembre pasado, alcanzada con 131 votos positivos, 117 negativos y seis abstenciones.

Hasta ahora en Argentina el aborto sólo se permite en caso de violación o de riesgo de vida para la mujer, legislación que rige desde 1921.

La iniciativa prevé la objeción de conciencia individual o de un establecimiento de salud, aunque los objetores tendrán obligación de derivar a la paciente a otro centro hospitalario.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.