Violencia en la frontera de Israel y Líbano marca semana de pascuas

Humo sobre un incendio luego del disparo de cohetes en el norte de Israel. Foto: AP.

Luego del asalto a la mezquita de Al Aqsa, en pleno Ramadán, este viernes hubo un intercambio nutrido de proyectiles entre el Ejército israelí y las posiciones de Hamás, en una escalada de violencia mayor inédita desde 2006.


Este Viernes santo, en el que coinciden Ramadán, la pascua cristiana y la semana de pascua judía (Pésaj), la violencia en Cisjordania y la Franja de Gaza ha sido crítica. Durante el día, el ejército israelí bombardeó tanto Líbano como Gaza, luego de que recibiera un ataque de cohetes inédito desde 2006, proveniente de su vecino del norte.

Durante la mañana, milicias palestinas lanzaron desde Gaza 44 proyectiles más contra territorio israelí. Si en un principio no se habían declarado víctimas mortales, al mediodía se supo que dos mujeres israelíes murieron en lo que habría sido un atentado cerca de un asentamiento en el territorio ocupado de Cisjordania. A finales del viernes, un ataque terrorista en la capital de Israel, Tel-Aviv, se cobró la vida de un turista y dejó cinco heridos.

Aun cuando la situación llevaba meses siendo tensa en la zona, los ataques de la última hora han sido gatillos por los asaltos que realizó la policía israelí a un lugar particularmente simbólico para el mundo musulmán y la identidad palestina: la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén.

Policías israelíes entrando en la mezquita de Al-Aqsa. Foto: Reuters.

Este miércoles, la policía israelí entró en la mezquita de Al Aqsa, en la Jerusalén Este, desalojando a la fuerza a decenas de fieles. Como respuesta a esto, desde Gaza se lanzaron varios cohetes hacia el sur de Israel, lo que provocó así el ataque israelí a varios objetivos en la franja.

Videos difundidos en redes sociales muestran a agentes de la policía israelí entrando al templo musulmán, disparando pelotas de goma y golpeando a personas en el suelo. Así mismo, se observa el lanzamiento de fuegos artificiales contra ellos, y muchos fieles tendidos boca abajo y esposados. Según la Comisión Palestina de Asuntos de los Detenidos, se arrestó a más de 400 personas, mientras que la Media Luna Roja informó de al menos 25 heridos.

La policía israelí, por su parte, señaló que desalojó al menos a 350 personas. Su versión indica que se decidió ingresar a la mezquita tras intentar evacuarla de forma pacífica, para sacar a jóvenes que habría entrado al recinto con fuegos artificiales, porras y piedras, para “atrincherarse violentamente” ahí.

Policías israelíes tomando posición cerca de la mezquita de Al-Aqsa. Foto: Reuters.

Hoy viernes, a medio día, el Ejército israelí confirmó la muerte de dos mujeres y el estado crítico de otra, en el asentamiento judío de Hamra, al norte de Cisjordania. En un principio, se pensó que se trataba de un accidente de tráfico entre un auto palestino y otro israelí, hasta que se hallaron “numerosos disparos de bala en el vehículo israelí”.

El ministro de Defensa Yoav Gallant, recientemente reintegrado en el cargo, ordenó aumentar el despliegue de fuerzas de seguridad en todas las carreteras. En este momento, hay una gran presencia policial en la Vieja Jerusalén, que alberga lugares sagrados para el judaísmo, el cristianismo y el islam. Durante el día, 15 palestinos fueron arrestados por ondear banderas de Palestina y de Hamás, por festejar las noticias del atentado en Cisjordania.

Más tarde, un ataque terrorista llevado a cabo con un auto provocó la muerte de una persona en Tel-Aviv. El atacante fue abatido en el acto, luego de dejar cinco personas heridas.

Muhanad Abu Neama, palestino, mira los daños en su auto luego de los ataques aéreos israelíes. Foto: Reuters.

En el sur de Líbano, en la región de Tiro, se escucharon fuertes explosiones y aviones israelíes en la mañana. A la AFP, un refugiado palestino del campo de Rachidiye aseguró que cayeron al menos dos obuses cerca de su campamento. Hamás, por su parte, pidió a las Naciones Unidas y a la Liga Árabe una reunión de urgencia para condenar los ataques israelíes sobre su vecino del norte: “Condenamos enérgicamente la patente agresión sionista contra Líbano”.

Desde 2006 que Israel no había recibido una cantidad tan grande de proyectiles provenientes de Líbano: en esa ocasión mantuvo un mes de guerra con Hezbolá, que resultó en la muerte de mil libaneses, la mayoría civiles, y 165 israelíes, la mayoría soldados.

Hasta el momento, el último ataque de Israel en territorio libanés tuvo lugar en abril de 2022. Ahora mismo, Tel-Aviv acusa a Hamás por los 34 proyectiles del jueves. El ejército israelí declaró en un comunicado que “no permitirá a la organización terrorista Hamás operar desde Líbano” y que “responsabiliza al Estado libanés de cualquier disparo procedente de su territorio”

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