Xi Jinping dice que “ninguna fuerza puede separar” a China de Taiwán

El presidente chino Xi Jinping asiste a la segunda sesión plenaria del Congreso Nacional del Pueblo en el Gran Salón del Pueblo en Beijing, el 8 de marzo de 2024. Foto: Reuters

El líder chino hizo esta afirmación durante histórico encuentro con Ma Jing Jeou, miembro del opositor Kuomintang, afín a Beijing, y expresidente del territorio taiwanés entre 2008 y 2016.


El presidente de China, Xi Jinping, ha asegurado este miércoles que “ninguna fuerza puede separar” a China y Taiwán durante un histórico encuentro con Ma Ying Jeou, miembro del opositor Kuomintang, afín a Beijing, y expresidente del territorio taiwanés entre 2008 y 2016.

La visita a Beijing, que se produce ante un aumento de la tensión entre el gobierno chino y las autoridades taiwanesas, supone el primer encuentro entre el presidente chino y un expresidente de Taiwán. No obstante, ambos se reunieron ya en noviembre de 2015 en Singapur cuando Ma ocupaba el cargo.

Estas conversaciones se producen ahora después de que Ma concluyera el que ha llamado como “viaje de la paz” a la China continental, que ha durado once días. En su discurso de apertura, pronunciado ante la prensa, tanto Xi como Ma han tratado de mantener un tono conciliador a pesar de las prolongadas tensiones a ambos lados del estrecho de Taiwán.

Miembros de las Fuerzas Armadas de Taiwán permanecen en formación durante un simulacro, en una base militar en Taitung, el 31 de enero de 2024. Foto: Reuters

Xi ha puntualizado así que las “injerencias extranjeras no pueden detener la tendencia histórica a la reunificación de ambos territorios” y ha matizado que “no existe problema alguno que no pueda resolverse”.

Ma, por su parte, se ha referido al presidente como “secretario general Xi”, una referencia a su cargo como líder del gobernante Partido Comunista de China. “La guerra entre ambas partes sería insoportable, y los dos lados del estrecho tienen la sabiduría necesaria para evitar el conflicto”, ha aseverado Ma, según informaciones recogidas por el diario South China Morning Post.

El antiguo líder del principal partido de la oposición taiwanesa se encuentra al frente de una delegación formada por estudiantes taiwaneses que se han desplazado hasta la China continental. Un día después de su llegada la semana pasada, Ma también se desplazó a Zhongshan para visitar la antigua residencia de Sun Yat Sen, padre fundador de la China moderna.

Su visita se produce poco antes de que William Lai, del Partido Democrático Progresista (PDP), de tendencia independentista, jure el cargo como nuevo presidente de Taiwán tras la salida de Tsai Ing Wen.

Las tensiones en la zona también han agitado a los actores regionales y complicado aún más las relaciones entre China y Estados Unidos. Xi ha advertido en repetidas ocasiones al presidente estadounidense, Joe Biden, de que Taiwán representa una “línea roja” para Beijing y el “asunto más delicado” en sus relaciones con Washington.

El presidente electo de Taiwán, William Lai, del Partido Democrático Progresista, durante una manifestación tras la victoria en las elecciones presidenciales, en Taipei, el 13 de enero de 2024. Foto: Reuters

Beijing considera Taiwán parte de su territorio a la espera de la reunificación y ha amenazado con hacer uso de la fuerza si es necesario. Estados Unidos, como la mayoría de los países, no reconoce a Taiwán como independiente, pero se opone a cualquier intento de tomarlo por la fuerza y mantiene su compromiso con el suministro de armas.

Ma, por su parte, ha lanzado un mensaje antibelicista al visitar en Beijing un museo conmemorativo de la segunda guerra chino-japonesa. “Hay que aprender las lecciones de la historia para resolver las disputas de forma pacífica”, ha afirmado.

Las relaciones entre ambos lados del estrecho mejoraron considerablemente cuando Ma fue presidente de Taiwán, por lo que sigue siendo una figura influyente entre las posturas afines a Beijing y un alto cargo del Kuomintang. Sin embargo, estas relaciones se deterioraron tras la llegada de Tsai al poder y Beijing ha suspendido desde entonces los intercambios oficiales con Taipéi.

El Kuomintang ha destacado en un comunicado que este tipo de encuentros suponen un “paso muy importante para promover los intercambios pacíficos a través del Estrecho”, si bien ha admitido que es poco probable que estos acontecimientos conduzcan a cambios fundamentales en los lazos entre las partes.

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