Fraudes en pandemia: suben estafas telefónicas y en redes sociales

estafa telefónica

Según la PDI, los casos policiales por llamadas fraudulentas pasaron de 753 en 2019 a 828 este año. Lo más común es el engaño del falso ejecutivo de cuentas.


Falsos ejecutivos de cuentas bancarias que llaman por teléfono y compras por internet que no llegan a destino. Esas son las principales estafas que se incrementaron el primer semestre de este año, en comparación al mismo periodo de 2019. Un alza que la policía observa con atención, pues ocurre en el marco de la pandemia por coronavirus y en que la forma de interactuar de las personas ha experimentado una serie de cambios.

Según las cifras policiales, pese a que han bajado las denuncias por este tipo de ilícitos en el país, pasando de 6.091 casos entre enero y junio a 2019 a 5.854 en la misma fecha de este año, una de las defraudaciones que ha ido al alza es la que se hace a través de llamadas telefónicas. Estas pasaron de 753 casos en 2019 a 828 en 2020, que implica un alza del 10%.

¿Cómo se concreta este ilícito? “Te llama por teléfono una persona que dice ser tu ejecutivo bancario. En esa llamada el delincuente, con la habilidad que tiene, empieza a preguntarte o a validar datos, como los personales, tu domicilio, tu cuenta bancaria y genera un diálogo, de manera que gana tu confianza y te empieza a pedir, además, números de acceso a las cuentas por internet y los códigos de validación para transferencias. Eso se ha dado mucho y la gente, lamentablemente, sigue cayendo”, explicó el subprefecto Cristián Lobos, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) Metropolitana.

De acuerdo al subprefecto, es un delito complejo de investigar porque cuando se logra tener acceso a las cuentas bancarias, hacen una transferencia a otra cuenta. Y cuando se ubica a la persona, dice que prestó su cuenta porque un amigo se la pidió debido a problemas para recibir dinero y que el efectivo lo sacó del cajero y se lo entregó a un tercero. “A veces es peor aún, ya que se hace una transferencia desde la cuenta de la víctima a otra cuenta y desde ese banco automáticamente se transfieren a siete, ocho o 10 cuentas más. Y a su vez, esas cuentas receptoras transfieren a otras cuentas”, señaló Lobos.

Además, indicó que en una denuncia han llegado a defraudar hasta $ 20 millones. “Con el efecto de la pandemia, la necesidad que ha tenido la gente de hacer este tipo de operaciones ha sido mayor. Los falsos ejecutivos han evolucionado de tal manera que el delito no solo se comete en un día, sino que mantienen capturada a la gente por dos o tres días”, aseguró.

También han aumentado las denuncias de estafas mediante transacciones por internet (de 106 en 2019 a 114 en 2020) y las defraudaciones a través de redes sociales (de 83 en 2019 a 102 este año, es decir, un incremento del 21%).

“Hay muchas compras a través de los portales como Mercado Libre, Yapo o Facebook e Instagram, de gente ofreciendo artículos. Hoy buscan cosas de primera necesidad relacionadas con la pandemia, como alcohol gel, mascarillas, guantes, Lysoform. La gente con la necesidad de comprarlo a un precio mucho más conveniente, genera el contacto con este vendedor que pide el 50% o el 30% del valor total del producto, se hace el depósito y el producto nunca llega a su destinatario o llega una caja, pero no contiene lo que se prometió”, dijo Lobos.

En ese sentido, el detective advirtió que no hay que guiarse por las valoraciones de los vendedores, porque muchas veces es una puesta en escena.

David Rozowski, director ejecutivo de Fundación Ciudadano Seguro, indicó que “en las redes sociales se hacen pasar por perfiles, roban las claves de un perfil, lo toman y por ahí tratan de engañar a personas para que depositen dinero o entreguen claves de alguna índole. Esto va a seguir aumentando”. Por esto, hizo un llamado: “No hay que entregar las claves”.

Por su parte, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, señaló que “lo que hemos observado durante la pandemia son dos fenómenos. Primero, una disminución general en los delitos de mayor connotación social, lo que es coincidente con la reducción de los delitos de estafa. Lo segundo es que la delincuencia muta y se adapta a la pandemia. Eso puede explicar que reduciéndose el delito en general, aumenten los delitos de estafa telefónica y los relacionados con transacciones por internet”.

Las regiones donde se ha visto un mayor incremento de denuncias por estafa son la de Aysén (de 92 en 2019 a 160 este año), Magallanes (173 en 2019 a 259 en 2020) y Coquimbo (301 el año pasado y 339 en lo que va del 2020). En la Región Metropolitana se ha registrado una baja de un 27,7% (de 1.864 en 2019 a 1.348 este año).

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