La tensión de rendir un examen por segunda vez

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foto temática. Agencia uno.

Entre las protestas, llamados a boicot en las redes sociales y cambios de local de rendición, muchos estudiantes esperaban con ansias poder dar los test. Otros dijeron estar "cansados" de todo lo ocurrido.


Mattias Durán, estudiante de Villa Alemana: "Queremos salir de esto lo más pronto posible"

Pese a que Mattias Durán, de 17 años y residente de Villa Alemana, ya fue aceptado en la U. Católica de Valparaíso para estudiar Derecho -a través de una admisión especial-, el lunes estaba ansioso debido a las condiciones en las que se rendiría la PSU, en la cual se inscribió cuando tenía 16 años.

El joven cuenta que sufrió los mismos contratiempos que otros estudiantes, pues aunque vive en Villa Alemana, debió trasladarse a Quilpué para dar el examen. Y en esta segunda rendición, le informaron que debía ir a un local diferente, ubicado en el Campus de Ingeniería de la U.Católica de Valparaíso. "La espera ha sido como de tratar de negar que va a ocurrir la prueba, porque uno como que ya perdió toda la fe en el proceso", sostiene.

Según Durán, debido al aplazamiento del examen, tiene "muchas menos expectativas de lo que ocurrirá". Dice que durante la primera prueba hubo gritos en el local, como también barricadas, lo que "nos desconcentró totalmente a todos en la sala". Respecto del actual proceso, Durán asegura que pensó que "podría ocurrir algo muy fuerte y podría suspenderse la prueba de nuevo, como puede que no, entonces estoy 'entregado' a lo que pase", asegura el estudiante.

Noemí Álvarez, estudiante de Arica: El periplo de una estudiante con discapacidad

Noemí Álvarez (18) vive en Arica y decidió rendir la PSU para cumplir su sueño de ser bióloga marina. La joven cuenta que en esta segunda rendición pudo realizar la prueba de Matemática y Lenguaje sin mayores problemas. En la primera rendición del 6 y 7 de enero, recuerda, enfrentó los ruidos y barricadas del exterior. "Alcancé a hacer cinco preguntas en la prueba de Lenguaje y ya no me pude concentrar más", relata. La dificultad se amplificó considerando que la estudiante padece de Trastorno del Espectro Autista con una discapacidad intelectual leve. Según la joven, para esta segunda versión del test "no tenía local de rendición, pero igual decidí ir para ver si podía hacerla". Al llegar al lugar, dice, los coordinadores la ubicaron en una sala y pudo rendir la prueba, en la que dice "creo que no me fue bien".

Presly Estiverne, ciudadano haitiano: "Si suspenden la PSU seguiré luchando. Eso no cambia nada"

El Liceo José Miguel Carrera, en Quilicura, se encontraba custodiado con vallas y policías en su perímetro el lunes a la hora de la prueba. El recinto recibió a decenas de haitianos que llegaron, en su mayoría, a pie y en bicicleta a rendir el examen. Muchos eran amigos: reían, hablaban en creolé y comentaban que se conocían por ser vecinos del barrio. A nivel nacional, 1.691 ciudadanos de Haití se inscribieron para el examen.

Uno de ellos era Presly Estiverne, quien lleva dos años y seis meses en Chile. Dice que rindió la PSU para convertirse en profesor. "Quisiera ingresar a una carrera de lingüística, porque tengo facilidad para los idiomas. Ya hablo cuatro perfectamente bien y por eso pienso que puedo mejorar y perfeccionarme en ortografía y gramática", afirma. Añade que a futuro le gustaría ser profesor, pero "lo primero es obtener el puntaje, estudiar más. Si no lo consigo, rendiré la PSU, de nuevo, en noviembre". Entusiasta, dice que "si se suspende la PSU seguiré luchando. Eso no cambia nada. Y si no hay prueba, habrá otra manera de ingresar".

Su coterráneo Caleb (quien no quiso dar su apellido), de 19 años, cuenta que rindió el test para estudiar Contabilidad. "Hice Contabilidad en tercero y cuarto medio. Ahora quiero seguir la carrera en un instituto profesional", dice. El joven agrega que "no me preparé tanto. La primera vez que rendimos la prueba de Matemática la encontré fácil, pero llegué hasta la pregunta 40 y me la sacaron. No sé si esta prueba será más difícil (…). Espero que no haya tantas manifestaciones ahora". En el mismo recinto, dio la prueba John, quien señala que lleva dos años en Chile y quiere estudiar electricidad: "Voy con mucha fe a dar la PSU". Y ante todo, dice que estaba confiado en que no se suspendería el examen, "porque hay mucha seguridad aquí. Uno se siente tranquilo".

Cristóbal Edwards, académico de la U. Católica: El temor de los examinadores voluntarios

El Liceo industrial Miguel Aylwin Gajardo, de la comuna de San Bernardo, fue el lugar en que Cristóbal Edwards, académico de la U. Católica, cumplió su rol como examinador de la PSU. Su llegada al recinto no fue casual: se ofreció como voluntario -junto a otros 14 docentes de la UC- para cumplir esta tarea. "Nos ofrecimos unos cuatro o cinco de la Facultad de Comunicaciones. Hoy día éramos 15 examinadores voluntarios de la Católica de distintas facultades", recuerda.

Según Edwards, en el lugar al que fue destinado como examinador ya habían ocurrido incidentes durante la primera versión de la PSU. Por eso, dice, "había temor de que podía pasar de nuevo (por una funa). Sin embargo, ahora estaba súper bien resguardado por Carabineros, todo muy tranquilo. La gente entraba solo previo chequeo de su RUT, tanto los examinadores como los estudiantes", detalla.

En el recinto, detalla, hubo incidentes menores. "El único disturbio que hubo fue que uno o dos estudiantes se manifestaron a viva voz en contra de la prueba, pero los otros chicos no les tomaron atención". Sobre su decisión de ofrecerse para tomar el test, asegura que fue valorada por su familia. "Me dijeron: 'Qué bueno que hagas algo por el país'".

Sandra Huenchual, madre de alumna: "Mi hija está cansada y frustrada con el proceso"

Enfrentamientos entre apoderados y un grupo de manifestantes fue el escenario que vivió durante la mañana el Colegio Providencia, de calle Manuel Montt. Pese a que el ingreso al local tuvo incidentes aislados, pasadas las 10.00, un grupo comenzó a movilizarse afuera del recinto. Según la apoderada Sandra Huenchual, "mi hija lo único que quiere es dar la prueba y terminar con todo esto. Lo que la tiene estresada es el proceso y no poder rendirla. La tiene muy frustrada todo (...). Es muy estresante ver cómo los apoderados se pelean con los niños (los manifestantes)". Además, criticó que "prometieron más seguridad, pero solo había carabineros en la entrada revisando a los niños". La apoderada lamentó que el principal resguardo fueran vallas instaladas en la puerta de acceso.

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