Reporte de asistencia del Mineduc revela mejora de 1,3% respecto de 2022, pero aún bajo los niveles prepandemia

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El informe del Centro de Estudios de la cartera publicado hace algunos días da cuenta de que las cifras de 2023 mejoraron, pero todavía no alcanzan a las que había hasta antes del Covid. Eso sí, los Servicios Locales de Educación Pública muestran algunas tendencias preocupantes.


Luego de meses de confinamiento a causa del Covid-19, el retorno a la normalidad trajo consigo una serie de fenómenos asociados, como que en 2022 se registrara una cifra histórica de deserción escolar, o que las estadísticas de inasistencia mostraran graves indicadores, especialmente en los establecimientos educacionales públicos del país. Pero lentamente las cifras comienzan a mostrar signos de mejoría. No definitivos, pero que al menos podrían entenderse como que ya pasó lo peor.

En marzo de 2023, de hecho, algunas escuelas y liceos municipales ya reportaban un alza de asistencia de hasta 10% comparando el inicio de clases del año pasado con el de 2022, cosa que acorde al último reporte estadístico de asistencia 2023 publicado por el Centro de Estudios del Mineduc (CEM), se refrenda de modo nacional.

En tal sentido, el ‘Reporte nacional de asistencia de marzo a octubre’, publicado hace pocos días por la cartera, muestra los datos acumulados de asistencia desde marzo a octubre del año pasado, pero también comparados con 2022 y 2018, el periodo previo a la pandemia y considerado por el CEM como línea base. Y ahí los principales hallazgos señalan, entre otras cosas, que el promedio de asistencia acumulada -hasta octubre- nacional en el año 2023 alcanza el 84,9%, lo que representa un aumento de 1,3% respecto de 2022, cuando hasta ese mismo mes fue de 83,6%. Pero pese a esta mejora, aún existe una brecha de 4,3% respecto de 2018, cuando la asistencia promedio fue de 89,2%.

PROMEDIO DE ASISTENCIA A NIVEL NACIONAL:
2018201920222023
89,2%88,3%83,6%84,9%

Según región (14 de 16 mejoraron sus porcentajes de asistencia), Maule fue la que tuvo el promedio de asistencia de 2023 más alta, con 87,8%, mientras que Atacama evidencia su crisis educativa y sus casi tres meses sin clases por el paro de profesores, siendo la región más baja, con 71% de asistencia promedio, seguida de la Metropolitana (83,7%) y Aysén (84%). “A excepción de Atacama, todas las regiones mejoran sus promedios de asistencia en comparación con el año 2022″, dice el reporte. En tal sentido, si se comparan los resultados de 2023 con 2018, a excepción de Magallanes, todas las otras regiones aún presentan brechas negativas, con Atacama y sus 15,4 puntos porcentuales siendo la región que presenta la brecha más grande.

El informe ahonda que la asistencia promedio acumulada muestra incrementos en todas las dependencias, a excepción de los servicios locales de educación, los que en este tópico de análisis también se ven salpicados por la crisis atacameña, lo que a su vez hace que muestren la mayor diferencia entre todos los tipos de administración, con 8,8 puntos porcentuales peor que en 2018. Eso sí, si en el análisis no se considerara el SLEP Atacama y sus casi 90 días sin clases, el promedio de los servicios locales presentaría un aumento en la asistencia de 1,4% de 2022 a 2023 y la brecha de 2018 al año pasado se reduciría a 4,8%.

Pero, además, la distribución de tipos de asistencia revela aumentos en la proporción de grupos con asistencia destacada (igual o superior a 97%) y normal (entre 90% y 97%), mientras que la inasistencia grave (menor a 85%) y reiterada (entre 85% y 90%) disminuye, con la inasistencia grave por región experimentando bajas generalizadas, así como también disminuye la inasistencia grave en todos los tipos de dependencia, con las corporaciones de administración delegada como las que más reducen el porcentaje.

Al ahondar en la inasistencia grave por región, que finalmente es el predictor de una posible desvinculación definitiva del sistema escolar, se tiene que todas las regiones -incluso Atacama y su crisis- mejoraron este indicador respecto del año pasado, aunque al mismo tiempo todas, con excepción de Magallanes, empeoran si se compara este indicador con el de 2018. La mayor diferencia, justamente, se da en Atacama, con 33,5 puntos porcentuales de aumento.

Pero si la lupa se pone en los SLEP, Atacama no es el único que aumenta la inasistencia grave desde 2022 a 2023. Otros sin crisis, de hecho, también lo hicieron. ¿Quiénes son? Los SLEP Costa Araucanía (Carahue, Nueva Imperial, Saavedra, Teodoro Schmidt y Toltén) con 3,4% de aumento; Gabriela Mistral (La Granja, Macul y San Joaquín) con 5,5%; Barrancas (Cerro Navia, Lo Prado y Pudahuel) con 0,2%; y Valparaíso (Juan Fernández y Valparaíso). Estos mismos cuatro SLEP, además de Atacama, son a su vez los que cayeron en asistencia desde 2022 a 2023.

Asimismo, según dependencia administrativa, el porcentaje de estudiantes con inasistencia grave también disminuye en todos los tipos de establecimientos (municipales, particulares subvencionados, SLEP y de administración delegada).

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