Senado argentino se alista a debatir hoy proyecto del aborto en un ajustado escenario

Grupo proaborto festeja la aprobación del proyecto de ley en la Cámara Baja a comienzos de mes.

Tras la media sanción que obtuvo el proyecto presentado por el Ejecutivo en Diputados, solo resta el pronunciamiento de los senadores. Si bien en 2018 lo rechazaron, esta vez el panorama es incierto. Se prevé una votación casi empatada.


Hace dos años el movimiento de la “marea verde” en Argentina, que aboga por los derechos reproductivos de las mujeres, entre ellos la legalización del aborto, obtuvo una amarga derrota en el Senado, tras su rechazo al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.

Esta vez, el escenario podría ser distinto con la votación de los senadores al proyecto presentado por el gobierno de Alberto Fernández, que ya consiguió media sanción en Diputados el 11 de diciembre por 131 votos contra 117: un margen más amplio del que obtuvo cuando fue aprobado por esa cámara en 2018.

Este martes, a las 16.00, se dará inició al debate y votación final sobre el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Se prevé que el debate de los senadores se extienda por 12 horas o más, con lo que el resultado seguramente se sabrá la madrugada del miércoles.

Si bien en 2018 el proyecto en la Cámara Alta fue rechazado por 38 contra 31 votos, para hoy el panorama es incierto y muy ajustado, según se ha calculado. Clarín habla de una leve ventaja para los “verdes”: 33 a 32, sin la mayoría necesaria de 37 para asegurar la sanción. La Nación sostiene que el tablero marca una paridad en 34 votos, con cuatro senadores entre los indecisos o los que se abstendrían.

En caso de no aprobarse, el debate tendrá que volver a Diputados, y en caso de empate será la presidenta del Senado, Cristina Fernández, quien deberá dirimir, y lo hará a favor.

“Es un compromiso de campaña del Presidente Alberto Fernández y, por lo que se sabe, está accionando sobre varios senadores para poder llegar con los votos en el Senado. A diferencia de Mauricio Macri, quien no se manifestó a favor o en contra del proyecto que se había originado en Diputados en 2018, ahora es un compromiso mayor del partido oficialista, quien además cuenta con mayoría propia en el Senado”, explica a La Tercera Debora Lopreite, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires y parte de la Red de Politólogas.

De todas formas, el panorama se ve complejo. “En el Senado es más difícil que el proyecto pase favorablemente por la sobrerepresentación de las provincias pequeñas y más tradicionales del norte de Argentina, donde se encuentra la oposición más férrea a la despenalización del aborto. Esta situación fue determinante para que se perdiera la votación en el Senado en 2018”, indica Lopreite.

Al tratarse de un proyecto con una gran polarización, los bandos no concuerdan con los partidos y las coaliciones. De hecho, dentro del oficialismo hay varios que lo rechazarán y algunos aún están indecisos. A su vez, desde Juntos por el Cambio, coalición opositora, también existen distintas posturas. Por ello, un grupo de senadores del oficialismo que apoya la legalización del aborto y desde el Poder Ejecutivo llevan adelante intensas negociaciones con los que mantienen en reserva su voto.

Entre quienes rechazan el proyecto del aborto, hay dos que no podrán votar hasta el momento y que forman parte del oficialismo: Carlos Menem, que se encuentra internado tras sufrir un problema cardíaco, y José Alperovich, con licencia por denuncias de violación.

Por otro lado, entre ambos sectores hay cuatro senadores que podrían definir la votación, pero que han preferido ocultar su voto. Aún no están convencidos por la totalidad del proyecto.

Son dos senadoras de oposición las que han preferido guardar en secreto su votación, incluso con sus compañeros de bloque: Lucila Crexell (Movimiento Neuquino) y Stella Olalla (UCR). Además, los oficialistas Edgardo Kueider y Alberto Weretilneck siguen indecisos. Este último ha dejado en la incertidumbre al oficialismo, puesto que se contaba a favor del proyecto, pero en el último plenario de comisiones reclamó que se introduzcan cambios, sino se abstendría.

Con el objetivo de sumar su voto, en las conversaciones del grupo de negociadores del oficialismo se maneja la posibilidad de acordar que los cambios se hagan en la reglamentación del Poder Ejecutivo. Sin embargo, otras voces oficialistas han asegurado que no avalarán modificaciones.

La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, aseguró la semana pasada que “no se está analizando introducir cambios en el texto”. “No se está evaluando tocar el texto, se va a votar el proyecto que llegó (de Diputados) y que había sido trabajado previamente con senadores y senadoras de todos los bloques”, dijo.

El proyecto de legalización del aborto permite la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, y una vez solicitado deberá ser efectuado en un plazo máximo de 10 días de corrido. También se establece que la práctica deberá ser incluida en el Programa Médico Obligatorio para garantizar la cobertura integral y gratuita. A partir de los 16 años la mujer podrá mostrar su consentimiento informado por sí sola y para las menores de 13 años se exige la asistencia de al menos uno de sus progenitores o representante legal. Además, habilita la objeción de conciencia de los profesionales que no están de acuerdo con esta práctica médica. Así, en el caso de que una institución privada no cuente con profesionales para realizar la interrupción del embarazo, deberá disponer la derivación a otra institución en la que sí se pueda concretar.

La discusión en el Senado será a través de videoconferencia y solo se permitirá una poca cantidad de legisladores en el Congreso: cuatro por cada uno de los dos bloques mayoritarios (el Frente de Todos y Juntos por el Cambio) y seis por las demás bancadas.

Con todo, es difícil anticipar un resultado y habrá que ver qué es lo que sucede este martes en la sesión y en las manifestaciones de ambos lados a las afueras del Congreso en Buenos Aires.


Mabel Bianco, médica y presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer: “Ahora se está teniendo una discusión con mayor conocimiento”

¿Qué diferencias ve en el panorama actual en Argentina, tras la aprobación en Diputados, y lo ocurrido en 2018?

Creo que el hecho de que el proyecto lo envió el Poder Ejecutivo es diferente, porque hay un interés que compromete al bloque de diputados del partido o de los partidos de la coalición. Cuando es un proyecto de otros diputados lo ven más como algo que ellos pueden resolver según sus criterios. Eso los disciplina y ayuda para que haya más que votan a favor por responder al interés del partido. Otra diferencia es que en este caso se plantearon dos leyes en conjunto, la de lVE y la de los 1.000 días, o sea que se considera el apoyo a las mujeres y niñas que quieren continuar un embarazo aunque sea no planificado y, si bien no amplía derechos, porque ya existen, respalda el que siempre se garanticen.

¿Qué expectativas tiene de la votación en el Senado?

Ha habido cambios de cómo se plantea. Ahora se está teniendo una discusión de mayor nivel con mayor conocimiento. Hace dos años no se planteaban de mucho nivel, tal vez era nuevo el tema y nunca se planteó como algo que requería una discusión más fundada porque muchas y muchos no le daban importancia, o lo tomaban como algo que no merecía tanta preparación. Eso creo que cambió y, además, me parece que será clave la posición de la vicepresidenta y presidenta del Senado (Cristina Fernández).

Es la novena vez que se intenta aprobar una legislación de este tipo, ¿qué cambia esta vez?

En realidad, que se llegue al recinto o plenario es la segunda vez, las otras anteriores la mayoría no lograba llegar ni siquiera a las comisiones para discutirla, y sino moría en la comisión sin lograr definición. Recién en 2018 se logró que pasara con despacho a la discusión en el plenario y en las dos oportunidades, 2018 y ahora, salió aprobada por la Cámara de Diputados, esta vez con mayor diferencia de votos.

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