Vidrios y gritos: los vecinos también sufrieron con el estruendo

La explosión en el Sanatorio Alemán de Concepción dejó víctimas fatales, heridos y también un daño estructural importante. Pero no solo el del centro médico, sino que también de edificios colindantes al recinto afectado. Testigos, incluso, lo compararon con un terremoto como el 27/F.

Catalina Luck vive en el piso siete de un edificio ubicado al frente de donde ocurrió la explosión, la que trajo daños colaterales en su propio departamento. El estruendo cruzó la vereda y sus vidrios estallaron con un sonido ensordecedor.

"Fue cerca de las 10.30 de la mañana, a esa hora mi hijo más pequeño duerme siesta, estaba con él y su hermano en la habitación cuando ocurrió el estallido. Los vidrios saltaron por todas partes, incluso en la cuna de mi hijo cayeron unos pedazos; si no hubiera estado con ellos, esto pudo haber sido peor", recordó la mujer.

Para Samuel Carrillo, guardia de seguridad de un estacionamiento ubicado frente a la clínica, más que la explosión, recuerda los gritos de las víctimas y transeúntes "La gente comenzó a gritar, algunos salían con la cara ensangrentada, pedían ayuda. A nosotros no nos pasó nada ya que estábamos detrás de un edificio, pero en cosa de minutos llegaron las ambulancias y bomberos".

La tragedia, para algunos, incluso los hizo recordar otros momentos fatales en la ciudad, como por ejemplo un terremoto. Así fue para Valesca Pinto, quien trabaja en la Clínica de Mujer, a una cuadra donde ocurrió la emergencia. "Se sintió la explosión, pensé que era terremoto, salimos y nos dimos cuenta de lo que ocurrió", dijo. Misma sensación vivió Adelia Aguilera, residente del condominio ubicado a un costado de la clínica afectada: "Estamos consternados, la casa se movió entera. Salimos a mirar y se vio una nube al interior de la clínica, desde donde se escuchaban gritos y gente pidiendo ayuda", indicó, aún agobiada por la situación.