Vigilancia 24/7, coordinaciones por WhatsApp y comercio cerrado: así se preparan los locatarios de Plaza Italia para el aniversario del 18-O

Este domingo 18 de octubre se cumple un año desde que se iniciaron las manifestaciones del estallido social, con Plaza Italia como principal telón de fondo, donde decenas de locales y espacios públicos han resultado dañados por algunos hechos violentos causados por desconocidos. Hay investigaciones en curso y también denuncias. La mayoría de los residentes apoyan las demandas, pero también reconocen que hay tensión.

En las calles aún se ven edificios con las ventanas rotas y tapadas con latones, y las murallas y paredes rayadas con diferentes consignas. La Iglesia San Francisco de Borja, de Carabineros, que fue incendiada, está cercada con unos muros de concreto de cerca de 2,8 metros de alto y que pesan unas 3 toneladas, llamados “camellos”.

Desde Carabineros señalaron que el recinto está a la espera de que el seguro inicie los trabajos de reconstrucción.

Los dueños de locales y residentes aseguran que cuando empezaron a reactivar sus servicios, después de meses sin poder atender público, producto ahora de la pandemia, comenzaron a llegar grupos de desconocidos intentando afectar el mobiliario. Por eso, están preocupados de lo que pueda ocurrir este fin de semana.

“Tenemos mucha fe en las personas, en las movilizaciones pacíficas, en lo que Chile pide y necesita, pero nadie quiere volver a vivir hechos de violencia”, asegura Ruth Fernández, una residente del sector.

Está el caso de la exFuente Alemana, hoy con nuevo nombre: la Antigua Fuente. El local se encuentra tomando pedidos y dejándolos en la entrada para su retiro.

Su dueño, Carlos Siri, cuenta que desde el viernes pasado “hubo destrozos, de hecho trataron de forzar la reja del local y nuestro resguardo es quedarnos custodiando, sobre todo desde el viernes (16) hacia adelante. Vamos a tener que estar aquí, cuidando el local”.

Siri abrirá el sábado a la hora de almuerzo y el domingo mantendrá cerrado el negocio. “Cada vez que cerramos le ponemos al local planchas metálicas que cubren los vidrios, así que seguiremos con el mismo reforzamiento”.

Un poco más abajo, en el Barrio Lastarria se están coordinando a través de un grupo de WhatsApp entre los comerciantes.

“Los locales gastronómicos no van a abrir el 18 de octubre, hay solo un local que abrirá, y que está en una galería. La mayoría tampoco abrirá el sábado por la tarde, tal vez algunos lo hagan a la hora de almuerzo”, cuenta Alfonso Molina, presidente de la Asociación Gremial de Empresarios del Barrio Lastarria.

Mientras algunos locatarios se preocupan por cuidar sus recintos otros intentan salvar lo que queda de ellos, luego de haber sido incendiados o vandalizados casi por completo el año pasado. Eso pasó con la Hacienda Gaucha, el Hotel Principado y la histórica fuente de soda La Terraza.

Su dueño, Juan Carlos Torres, dice que desde hace un tiempo los trabajadores se quedan custodiando los locales 24/7.

También indica que acaban de terminar de remodelar La Terraza, una fuente de soda que esperan volver a abrir tras el plebiscito. Allí blindaron las entradas “con unos portones tipo bancarios, para sentirnos más seguros”, comenta Torres.

Agrega que lo único que les quedó como negocio fue un hotel que lo convirtieron en residencia sanitaria y ahora lo cerraron por seguridad.

“Lo vemos complicado, no tenemos seguridad de lo que va a pasar, estamos yendo a los locales y tenemos gente durmiendo en cada uno. No pensamos tomarnos la ley por nuestras manos, estamos de acuerdo en las exigencias sociales, el tema es por qué atacarnos a nosotros, que somos víctimas igual que la otra gente”, asegura.

Giselle Dussaubat, vecina del sector San Borja, dice que desde el 2 de octubre volvieron a ver hechos de violencia de viernes a domingo. También aclara que no se trata de manifestantes ni de organizaciones sociales.

Otra residente, Helia San Martin, explica que “acá han venido ciclistas, gente de la salud, profesores, hemos tenidos marchas y encuentros, batucadas, y todo funciona muy bien, el problema es cuando aparecen los grupos de encapuchados”.

Dussaubat señala que “esta semana estamos organizándonos los vecinos en grupos de WhatsApp para tomar medidas y saber qué es lo que vamos a hacer. Cuando pasamos a Fase 3 se empezaron a reforzar todos los sistemas de seguridad, pero han sido insuficientes. En los edificios hemos electrificado las rejas de entradas, vamos a empezar con cierres perimetrales en algunas plazas que están entre las torres. Y los vecinos empezamos a hacer grupos nocturnos para vigilar”.

Además, señala que “nos preparamos con extintores, por si nos tiran molotov e incendian el departamento”.

El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, dice que llevan un año apoyando a los locales para reconstruir y mantenerlos funcionando.

"También dispusimos de apoyo psicológico gratuito para los residentes. Tenemos claro el estrés permanente al que han estado sometidos”, indica.

En el ámbito de seguridad, sostiene que pidieron Carabineros mayor frecuencia de patrullaje en la llamada zona cero, para evitar nuevos saqueos e incendios. "Repusimos e instalamos nuevas cámaras de televigilancia, conectadas a nuestra central, lo que nos permite dar la alerta oportuna a nuestros equipos de seguridad y a las policías en caso de desmanes”, acota.

“Respecto de cómo vamos a enfrentar este fin de semana: como siempre, trabajando codo a codo con los vecinos y los locatarios. Nosotros no hemos pedido ni sugerido –y tampoco lo haremos- de cierre anticipado o algo similar”, agrega.

A tres días del 18 de octubre, hoy, a las 11.30, vecinos y comerciantes del sector, junto a los alcaldes de Santiago y Providencia, más los presidentes de la Confederación de la Producción y del Comercio y Cámara Nacional del Comercio, harán un llamado a la no violencia en el Barrio Lastarria.