A 25 años de la foto que marcó las protestas de Tiananmen en China

Jeff Widener inmortalizó al "hombre del tanque" durante protestas del 5 de junio de 1989 en Beijing. El entonces fotógrafo de Associated Press relató a <b>La Tercera</b> las circunstancias en que captó la famosa imagen.




Mundialmente célebre, pero al mismo tiempo y hasta el día de hoy anónimo, el "hombre del tanque", que el 5 de junio de 1989 se interpuso al avance de una columna de blindados enviados por el régimen chino para aplastar las manifestaciones pro democracia en la plaza Tiananmen, encarna la no violencia frente a la represión. A 25 años de ese hecho, el fotógrafo norteamericano Jeff Widener recuerda las circunstancias en que captó una de las más emblemáticas imágenes del siglo XX.

Widener, de 57 años, estuvo a punto de no captar la foto que dio la vuelta al mundo y que marcó su carrera profesional. La noche del 3 de junio el profesional de la agencia Associated Press (AP) fue golpeado en la cara por una piedra lanzada durante una multitudinaria manifestación en la Avenida de la Paz Eterna (Chang'an Avenue). Su cámara de titanio Nikon F3 absorbió el golpe, salvando su vida. "Después de la represión del gobierno chino el 4 de junio de 1989, me dieron la orden desde la sede de AP en Nueva York de fotografiar la Plaza de Tiananmen ocupada", relata a La Tercera Widener desde Hong Kong, ciudad donde el miércoles cubrirá una vigilia en recuerdo del episodio.

El 5 de junio de 1989, poco antes de mediodía, al día siguiente de la represión sangrienta de la Primavera de Beijing, el anónimo manifestante se atrevió a bloquear la progresión de una columna de tanques del Ejército Popular de Liberación, en medio de la inmensa Avenida Chang'an que bordea la plaza Tiananmen, desalojada de sus estudiantes que pedían democracia.

El hotel Beijing era el punto de observación más cercano a la plaza, así que Widener se había dirigido rumbo al lugar. "El problema era que la policía secreta estaba custodiando la entrada del hotel. Decidí esconder mi equipo fotográfico dentro de mi ropa, así como algunos rollos de película. Conduje una bicicleta por la Avenida Chang'an mientras disparos esporádicos retumbaban en las calles secundarias. Yo estaba muy asustado. Al llegar al hotel, me di cuenta que la policía secreta estaba en el lobby y fumaban cigarrillos", relata a La Tercera.

¿Y cómo logro sortear ese obstáculo?

"Divisé en el lobby a un joven estudiante de intercambio estadounidense llamado Kirk Martsen. Rápidamente me acerqué a él y fingí ser su amigo. La policía secreta nos dejó, pensando que yo era su compañero de habitación. Kirk me explicó que tuve suerte de llegar cuando lo hice porque un par de minutos antes, un camión cargado de soldados abrió fuego contra los huéspedes del hotel y sus cuerpos fueron arrastrados de nuevo al hotel por el personal". "Kirk fue fundamental en ayudarme a obtener acceso al hotel", reconoce Widener. Finalmente, el fotógrafo terminó captando la imagen del "hombre del tanque" desde el balcón de la pieza de Martsen, ubicada en el quinto piso del hotel.

Pero antes, Widener debió enfrentar otros percances. "Me quedé sin película", rememora. "Le pregunté a Kirk si podía tratar de conseguirme un poco más. Después de dos horas, regresó con un rollo de película Fuji ISO 100. Tuvo que convencer a un turista en el desierto lobby para que se la diera".

Widener sólo disparó tres veces su cámara y recuerda que tuvo problemas con la velocidad de obturación y la sensibilidad de la película, por eso considera casi "un milagro" que la imagen se vea nítida. "Kirk fue fundamental también al llevar mi foto del 'hombre del tanque' a la Embajada de EE.UU. que más tarde la pasó a AP, donde fue transmitida al mundo. Si Kirk no hubiera arriesgado su vida ese día, entonces mi foto del 'hombre del tanque' tal vez nunca hubiera visto la luz del día", admite.

"No hay fórmula establecida para conseguir una foto como esa. Es una imagen muy potente. George Bush habló de ella y eso hizo que tuviera mucha más publicidad. Tuve suerte", concluye Widener.

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