A un mes de la matanza, Newtown debate futuro de su escuela

La comunidad de Sandy Hook discute opción de demoler el recinto y levantar un memorial o remover las zonas donde ocurrió la masacre.




Los padres de los niños que asistían a la escuela primaria de Sandy Hook en Newtown tienen sentimientos encontrados sobre el futuro del recinto. A un mes de la matanza perpetrada allí por el joven Adam Lanza, que cobró la vida de 20 menores y seis adultos, algunos miembros de la comunidad escolar de este establecimiento de Connecticut quieren que el edificio completo sea derrumbado para construir un memorial, mientras otros creen que la escuela debería ser renovada para el retorno de los alumnos, removiéndose sólo las áreas donde ocurrió la masacre.

Los planteamientos surgieron este fin de semana, en la primera de dos "conversaciones comunitarias" sobre el futuro de la escuela, donde participaron cerca de 200 personas, entre padres y miembros de la comunidad. Un segundo encuentro fue fijado para este viernes. Asimismo, las autoridades de Newtown están planificando reuniones privadas con las familias de las víctimas para conocer su opinión.

"El proceso que enfrentamos va a tomar meses", dijo a Reuters la alcaldesa de Newtown, Patricia Llodra. Por ahora, la escuela de Sandy Hook permanece cerrada. Sus más de 400 alumnos, que cursaban desde kínder a cuarto grado, fueron ubicados en una escuela del vecino pueblo de Monroe, a 11 km de Newtown.

El ex alumno Merim Bajraliu, cuya hermana asistía a Sandy Hook, dijo que derribar la escuela sólo incrementará el daño causado por Lanza. "Algunos de los mejores recuerdos de mi infancia están ligados a Sandy Hook... No creo que un sicópata tenga que alejarnos de ellos. Derrumbar la escuela sería una absoluta injusticia para aquellos cuyas vidas fueron truncadas ese día 14 de diciembre", dijo Bajraliu, quien propuso levantar un memorial en el lugar.

Susan Gibney, quien vive cerca de Sandy Hook, difiere de Bajraliu. Ella cree que el establecimiento debe ser derribado, según cita la agencia AP. "Simplemente no veo cómo los niños podrían superar lo que pasó allí", dijo la mujer de 50 años. En cambio, Fran Bresson, un oficial retirado de la policía que asistió a Sandy Hook en los 50, aboga por la reapertura de la escuela, pero piensa que los pasillos y las aulas donde perdieron la vida funcionarios y estudiantes deben ser demolidos. "Destruir por completo sería como decir al mal 'usted ha ganado'", señaló el hombre de 63 años.

La prensa local recordó lo sucedido en otras matanzas ocurridas en recintos educativos. Así, en la escuela de Columbine se eliminó la biblioteca, donde murió la mayoría de las víctimas, y se reemplazó por un atrio. En tanto, en la Universidad de Virginia Tech el edificio afectado se convirtió en un centro de prevención de la violencia y estudios de paz.

Ayer, los padres y familiares de las víctimas de Newtown lanzaron la "Promesa de Sandy Hook", organización que llamó a un "diálogo nacional" sobre la seguridad en las escuelas.

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