AFP frenan inversión en private equity a la espera de definición en materia previsional

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Tras anuncio del gobierno de evaluar el fin de "comisiones ocultas".




"Modificaremos las diversas formas de comisiones ocultas o las comisiones de intermediación, que quitan recursos a las cuentas de los afiliados sin justificación real".

Bastó esa frase de la Presidenta Michelle Bachelet, en cadena nacional el pasado 9 de agosto, para que en las AFP se encendieran las alarmas.

Según diversas fuentes del mercado, al día siguiente del anuncio presidencial, gerentes de inversión de las principales administradoras del sistema llamaron a managers y distribuidores de fondos de private equity para detener cualquier compra nueva en este tipo de activos. ¿El motivo? Si bien son fondos que tienen altísimas rentabilidades, las comisiones son mayores que las del resto de los activos, por lo que si la Mandataria quería acabar con lo que llamó "comisiones ocultas", estos fondos corrían serio peligro.

De acuerdo con un informe de XLC (Excel Capital), a octubre las AFP tienen invertido US$ 3.424 millones en este tipo de fondos, lo que representa un 1,9% de los US$ 179 mil millones que manejan en inversión, y el 4,92% de todos los activos invertidos fuera de Chile.

Básicamente, un private equity es un fondo que invierte en empresas o proyectos de alto riesgo, pero con certeza de rentabilidades futuras. Se emplean en inversiones en empresas emergentes o de sectores poco tradicionales, así como en grandes proyectos internacionales de infraestructura. Como en Chile las AFP no pueden invertir directamente en fondos de private equity extranjeros, lo hacen a través de distribuidores locales. Los líderes del mercado son Compass, LarrainVial, BTG y Moneda, los que a su vez invierten en fondos globales gestionados por gigantes como Blackstone, KKR, Apollo o Carlyle.

Y los precios, efectivamente, son más altos. En promedio, cobran una comisión anual de 1,5% del monto invertido, mientras que el resto de los gestores de otros fondos cobran comisiones en torno al 0,5%. Sin embargo, las rentabilidades son cercanas al 15% anual, una cifra difícil de encontrar en renta variable o fija.

No pueden salir

El principal problema al que se enfrentaron las AFP con el anuncio de Bachelet fue que, si estaban a punto de comprar participación en un fondo de private equity, debieron frenarlo, porque este tipo de activos no son rescatables, por lo general, en plazos inferiores a los 10 años. Entonces, si invertían ahora y el gobierno hacía cambios en el camino, salirse del fondo antes de su fecha de liquidación causaría enormes pérdidas para los fondos de pensiones. Por eso, la industria está en un estado de wait and see (esperar y ver), ante los eventuales cambios que promueva el gobierno.

Además, fondos nuevos de este tipo se lanzan al mercado cada cuatro o cinco años, por lo que si no entran ahora, deben esperar hasta que vuelva a aparecer una oportunidad.

"Con esto pierden los afiliados, por tener rentabilidades menores por una incertidumbre generada por el gobierno", comenta un ejecutivo del sector.

En la industria también llama la atención una contradicción que viene del propio Ejecutivo. Por un lado, la Presidenta dijo que quería poner término a estas comisiones, pero el gobierno sacó adelante la Ley de Productividad que, entre otras cosas, permite que los fondos de pensiones inviertan de manera directa en activos alternativos, entre ellos, los de private equity.

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