Al menos 130 muertos y más de dos mil detenidos en el asedio a ciudad siria

Las cifras se desprenden de los cinco días que duró la incursión de las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad, en la localidad central de Al Rastan.




Al menos 130 personas murieron y más de dos mil fueron detenidas durante los cinco días que duró el asedio de las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad en la localidad central de Al Rastan, según detalló Omar Edelbe, vocero del recién creado Consejo Nacional Sirio.

De acuerdo con Edelbe, del total de fallecidos, el Consejo sólo ha conseguido identificar a treinta. Asimismo, reveló que las edades de los detenidos oscilan entre los 16 y los 40 años.

El activista agregó que Al Rastan, cuyo control fue recuperado por las fuerzas del régimen el sábado pasado, está totalmente destruida, con daños materiales en las tiendas, sobre todo, en farmacias. "Por ese motivo, la situación humanitaria empeoró mucho en la ciudad", apuntó Edelbe.

Explicó que en esa localidad el Ejército, las fuerzas de seguridad y los "shabiha" (matones) se enfrentaron al denominado batallón de Jaled ben Walid, integrado por soldados desertores de diferentes cuerpos de la Fuerzas Armadas.

El domingo las autoridades sirias anunciaron que habían recuperado el control de Al Rastan, después de que los leales a Assad se enfrentaran a "grupos armados terroristas", según la agencia de noticias oficial, Sana.

Sin embargo, los opositores afirmaron que el Ejército de Assad logró el control después de la retirada de las fuerzas desertoras. Edelbe confirmó esa versión y consideró que la partida de los disidentes de la ciudad "no es una derrota, ya que salieron para evitar una masacre de civiles".

"La prueba de esto es que en el batallón de Jaled ben Walid sólo murió un soldado durante los seis días de enfrentamientos, el oficial Ahmad Jalaf", indicó el activista.

Por otro lado, las organizaciones opositoras revelaron que al menos diecinueve estudiantes fueron detenidos hoy en manifestaciones antigubernamentales en Hasaka, en el noroeste, y en la localidad costera de Banias.

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones que las autoridades sirias han impuesto a los periodistas para trabajar.

Desde mediados de marzo pasado, Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen de Assad, que acusa a grupos armados y terroristas de estar detrás de las mismas, y que se han cobrado la vida de unas 2.700 personas, según cifras de la ONU.

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