Andrés Chadwick, ministro del Interior: "Me hubiese gustado resolver el asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay"

Explicó que si bien las estadísticas son positivas y hay una baja de los ataques en la zona del conflicto mapuche, "no me retiraré conforme". Expresó que podría haber "un retroceso en la impunidad" si es que en el próximo gobierno de Michelle Bachelet no invoca la Ley Antiterrorista.




"Ellos cometieron errores", reflexiona  el ministro del Interior, Andrés Chadwick, dentro de la subcomisaría de Carabineros de Pidima, IX Región. Con esa frase, el secretario de Estado se refiere a los autores de los tres atentados explosivos que ocurrieron durante la semana en Temuco, en la víspera de los seis años de la muerte de Matías Catrileo y el primer aniversario del ataque que le costó la vida al matrimonio Luchsinger Mackay.

Chadwick se desplazó este fin de semana a La Araucanía para supervisar las tareas policiales preventivas. Y ayer también se reunió con la familia Luchsinger, a quienes informó sobre la investigación.

¿Lo defrauda que después de un año haya sólo un detenido en el caso Luchsinger?

Se ha trabajado mucho. Y, con mucho esfuerzo, ya está fijado el inicio del juicio oral de Celestino Córdova. Pero él no actuó solo y la investigación ha avanzado para determinar (quienes fueron) sus acompañantes. Esa información está en manos del fiscal. Estamos en los puntos finales y ojalá podamos tener las formalizaciones del resto del grupo. Desgraciadamente, aquí, en La Araucanía, el nivel de exigencia de pruebas es muy superior al resto del país. Hay una suerte de discriminación positiva, pero son las reglas del juego.

¿Le preocupa la irrupción anarquista en este conflicto, a raíz de las bombas instaladas en Temuco?

Lo estamos investigando. Son un convidado de piedra que, con tal de tener presencia comunicacional, aprovechan este tipo de fechas para desarrollar sus acciones.

Usted asumió esta cartera el 5 de noviembre de 2012, poco antes de dos atentados importantes.

Me tocó el quinto aniversario de la muerte del señor Matías Catrileo y, cuando estábamos desarrollando un plan de mayor dotación policial, vinieron los atentados incendiarios a los fundos de las familias Seco Fourcade y Luchsinger Mackay. Fueron los días más difíciles en el ejercicio de este cargo. Rápidamente mejoramos el trabajo de inteligencia y destinamos una dotación especial de carabineros a La Araucanía, que actualmente superan los 600 efectivos.

Como balance del conflicto mapuche, ¿está mejor o peor que hace cuatro años, antes del gobierno del Presidente Piñera?

Es uno de los principales conflictos sociales y culturales en la historia de Chile y aún falta mucho para generar un camino que permita resolverlo en profundidad. A veces estamos mejor en seguridad y a veces recrudece la violencia; avanzamos en los planes de integración y producción con las etnias, pero aún no logramos construir una visión de Estado sobre cómo abordar íntegramente el tema mapuche. La Araucanía, eso sí, en su conjunto, está mejor.

¿En qué sentido?

Pese a los hechos de violencia, los índices de trabajo son crecientes y bajó la cesantía. No ha habido retroceso económico.

Queda la impresión de que el aumento policial de la zona no ha podido disminuir la violencia.

Creemos que los efectos de la mayor dotación policial se notan al ver la película completa. En 2013 disminuyeron los actos de violencia con respecto a 2012, tanto en número como en su gravedad. Se está avanzando y vamos por un buen camino. El aumento del trabajo policial es indispensable, pero no suficiente. Logramos 36 condenas, pero eso aún es poco frente a los hechos delictuales. La cadena de seguridad también la integran otros actores, como la fiscalía y los tribunales.

¿Insistirán en una mayor dotación de efectivos?

Claramente ha rendido frutos, pero hay que mejorar esa presencia. Son medidas que producen efectos mientras sean permanentes. Yo comprendo que cuando se producen hechos violentos y fuertes, como los de estos días -por ejemplo el atentado incendiario al fundo Santa Ana, la quema de los helicópteros y el incendio de la casa del señor Jorge Pooley-, se produce una comprensible sensación negativa. Pero, aunque no estemos contentos ni satisfechos, las estadísticas son positivas.

Está satisfecho con el actuar de las policías.

Mucho. Ellas hacen un esfuerzo gigantesco. Y yo les exijo mucho.

Con miras al cambio de gobierno,  ¿se va conforme en este tema?

No. Frente a algunos sucesos en el conflicto mapuche no me retiraré conforme. Por dos cosas. Me hubiese gustado resolver policial y judicialmente por completo el asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay. Es un hecho muy doloroso y quisiera que ojalá, al menos, resolvamos la autoría de uno de los involucrados, que es Celestino Córdova, y avancemos en las demás personas que participaron. Y, en segundo lugar, me hubiese gustado mucho que hubiésemos tenido la capacidad operativa de Carabineros, con todas las dificultades que existen en la zona, de que frente a la amenaza de nuevos atentados de violencia, al menos hubiésemos podido prevenir los recientes incendios del fundo Santa Ana y la casa del señor Jorge Pooley.

¿Se requiere de un cambio en la estrategia policial? 

Es que siempre se están haciendo esos cambios, en base a los informes. Los diferentes focos y líderes, como la CAM, han ido generando estructuras nuevas, locales, con liderazgos locales. Por eso la inteligencia policial necesita irse adecuando. Y lo hacemos.

¿Cuál es el principal problema?

Uno de los principales es la geografía de la zona, muy intrincada y extensa, llena de caminos laterales, que posibilita acciones de sorpresa. Las personas que cometen estos actos pueden tener rápido refugio y protección. Y, además, esos grupos son pequeños, pero reciben el amparo de silencio del resto de muchas comunidades, normalmente marcado por el temor. Es muy difícil contar con testigos.

Durante este gobierno se han entregado cerca de 50 mil hectáreas a comunidades, más que en anteriores gestiones. ¿Sirvió esta iniciativa?

Mucho, aunque es un tema complejo. En los gobiernos pasados se comprometieron entregas que no se hicieron, lo que aumentó la lista de espera y el descontento. También se entregaron tierras, como en Temucuicui, en cerros, a personas que no tienen el potencial de explotarlos forestalmente. En nuestro período se entregaron más hectáreas, pero también aptas para el cultivo y acompañadas de proyectos. El Plan Araucanía contó con $ 4 mil 400 millones

Usted ha expresado temores con respecto al nuevo gobierno.

Hemos escuchado declaraciones poco afortunadas de la Presidenta electa (Michelle Bachelet), de que no va a aplicar ni invocar la Ley Antiterrorista en La Araucanía. Y las leyes están para aplicarlas. No se pueden obviar. Temo que podamos tener un retroceso en la impunidad.b

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