Un año sin Jadue: La escapada inolvidable

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En el aeropuerto de Santiago se dio uno de los hechos más llamativos que se recuerde en el fútbol chileno. Mientras la Roja enfrentaba a Uruguay, el presidente de la ANFP se iba a Miami.




El 17 de noviembre del año pasado, Chile caía duramente ante Uruguay, en Montevideo. El equipo de Jorge Sampaoli sufría un rotundo 3-0, con goles de Diego Godín, Álvaro Pereira y Martín Cáceres. Además, Jorge Valdivia era expulsado por reclamos al juez colombiano Wilmar Roldán y se perdería los cuatro encuentros siguientes. Eduardo Vargas también sería sancionado por gestos obscenos al público.

Sin embargo, lo más trascendente no ocurría dentro de la cancha. En Chile, a la misma hora en que la Roja sufría en el Centenario, un duelo al que el equipo llegaba enrarecido por la amenaza de renuncia del casildense, quien reclamaba un ajuste salarial, Sergio Jadue, entonces presidente de la ANFP, arribaba al aeropuerto acompañado por su familia. Un tumulto de carabineros, periodistas y curiosos lo acompañó hasta la puerta de embarque. Jadue apenas musitó algunas palabras, casi inentendibles. Ya estaba lejos del personaje poderoso de semanas anteriores.

El calerano había presentado una licencia por 30 días. De hecho, no había asistido al encuentro frente a Colombia, en el Estadio Nacional. Investigado por el FBI por los escándalos de corrupción en la FIFA, un expediente que la Fiscalía General de Estados Unidos había abierto en mayo y en el que aparecía como uno de los presidentes de federaciones sudamericanas que habría recibido sobornos de parte de Datisa (US$ 3 millones), para asegurar la compra de derechos televisivos de diversos torneos, dejó el país. Adujo que partía de vacaciones. El tiempo se encargó de develar las verdaderas razones de su partida. Bajo la figura de la delación compensada, el dirigente colaboraba con la justicia estadounidense en las indagatorias.

Antes de su salida, su semblante había cambiado notoriamente. Lo vieron demacrado y más delgado. Internamente, confesaba que sufría de depresión. El intento por recomponer las relaciones en su directorio también le restaba energía. No la tuvo, por ejemplo, para participar en la entrega del trofeo del campeón del Mundial Sub 17 que organizó Chile, Nigeria. Un día después, cumplió la que es descrita como su última actividad como jerarca del fútbol chileno: la negociación de los premios con la Selección por las Eliminatorias para el Mundial de Rusia.

Del poderoso e infranqueable Jadue, ya quedaba poco. Y del influyente, también. Incluso la Presidenta Michelle Bachelet queria alejarse de su figura. El gobierno había advertido a la ANFP de que no quería compartir el palco presidencial con el dirigente, en el choque ante Colombia. A la Mandataria le explicaron que el calerano renunciaría a su puesto después del duelo ante Uruguay. La notificación y el fin de su mandato se adelantó. De ese día, y con una historia a la que le quedan varios capítulos, ya se cumple un año.

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