Argentina inauguró el centro cultural más grande de Latinoamérica

El complejo, que demandó una millonaria inversión, "es uno de los más importantes del mundo", afirmó la presidenta Cristina Fernández durante la inauguración del recinto, que abarca una superficie de más de 110.000 metros cuadrados.




La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, inauguró hoy en la ciudad de Buenos Aires el Centro Cultural Néstor Kirchner, el más grande de Latinoamérica.

"Los sólidos cimientos económicos nos permitieron tener sólidos crecimientos culturales", afirmó la mandataria en el acto que fue transmitido por cadena nacional a todo el país.

Así, dejó inaugurado el impactante complejo cultural, instalado en el antiguo edificio del Palacio de Correos, declarado Monumento Histórico Nacional en 1997¿.

"El auge de la cultura tiene que ver con el auge económico, porque cuando la Argentina explotó (en diciembre de 2001), la única cultura que quedó era la del trueque y la del sobrevivir", dijo la jefa de Estado en relación a la grave crisis económica, política y social que atravesó el país previo a la llegada a la presidencia de su fallecido marido y antecesor, Néstor Kirchner (2003-2007).

El centro cultural, que demandó una millonaria inversión, "es uno de los más importantes del mundo", afirmó la presidenta durante la inauguración del centro cultural, que abarca una superficie de más de 110.000 metros cuadrados.

El complejo tiene varios espacios destacados como La Cúpula, desde donde se puede lograr una amplia vista panorámica de la capital argentina; y otro como La Gran Lámpara, una estructura vidriada colgante sostenida desde un entramado de vigas.

En el centro cultural se combinan estilos clásicos y modernos, hay nueve auditorios multimedia y, entre otras cosas, se destaca una fabulosa sala de conciertos con capacidad para 1.750 personas, bautizada como la Ballena Azul por su diseño y el color de las paredes.

El edificio se divide en dos partes. En la histórica se priorizó la restauración, se conservaron tres vitrales enormes y el mobiliario de época. Allí se encuentra el salón de honor y lo que fue el despacho de María Eva Duarte de Perón, popularmente llamada Evita y esposa del entonces presidente Juan Domingo Perón.

En el sector industrial están la sala sinfónica y el Chandelier, estructura colgante que se usará para muestras de arte.

La presidenta anunció que cambiará el nombre de un sector del edificio, llamado originalmente "La Jaula", por la denominación "La Colmena", al explicar que el emprendimiento estuvo "lleno de abejas que construyen colectivamente un proyecto no sólo cultural, sino de país".

La inauguración se dio en el marco de las celebraciones por la conmemoración del 215 aniversario de la Revolución de Mayo, que tuvo lugar entre el 18 y el 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, cuando se constituyó la Primera Junta de Gobierno del país, desplazando a los españoles.

"Un edificio tan monumental que su costo, al día de hoy, casi triplica el presupuesto original: en seis años pasó de 926 a 2.469 millones de pesos (unos 276 millones de dólares)", informó el diario "La Nación" días atrás.

El ministro de Planificación, Julio de Vido, consideró que el artículo del matutino es "carente de todo tipo de rigor técnico" y sostuvo que "los proyectos de esta magnitud son de ejecución plurianual" y "tienen actualizaciones", entre otros argumentos.

El complejo cultural tiene un costo de 2.600 dólares por metro cuadrado, cifra "muy por debajo de proyectos similares a nivel internacional", en comparación con "el museo Rijkmuseum de Holanda, finalizado en 2013, que supera los 12.000 dólares", señaló De Vido.

Fernández de Kirchner destacó que el gobierno kirchnerista realizó una inversión "como nunca se dio en la Argentina" entre 2003 y este año, remarcando que se destinaron "más de 24.000 millones de pesos en cultura, sin contar el INCAA" (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales).

La presidenta sostuvo que "los indicadores culturales están íntimamente ligados con la economía" y que "el acceso a la cultura" es uno de los "gestos redistributivos" de su gobierno.

Fernández de Kirchner afirmó que "no necesariamente cuando se crece económicamente se crece culturalmente".

"Se puede crecer en lo económico y no prestar atención a la cultura. Pero éste es un proyecto de inclusión y éste es un gesto redistributivo de acceso a la cultura", resaltó.

La mandataria agradeció al Parlamento, que en 2012 aprobó el nombre de su fallecido esposo y antecesor al nuevo centro cultural.

Se trata de una de esas inversiones que "si no las hace el Estado, no la hace nadie", remarcó la jefa de Estado, que afirmó que "la cultura es trabajo, no es esparcimiento o divertimento solamente".

Fernández de Kirchner recordó que el centro cultural fue "un viejo sueño para Néstor" Kirchner, porque "su padre, trabajador del correo", empezó de abajo y "terminó siendo tesorero" en el correo de la sureña provincia de Santa Cruz.

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