Asesor del primer ministro japonés se reúne con el número dos del régimen norcoreano

Corea del Norte y Japón habían retomado las conversaciones intergubernamentales el pasado mes de agosto por primera vez en cuatro años, pero el lanzamiento en diciembre de un cohete de largo alcance por parte de Pyongyang supuso una nueva ruptura de los encuentros.




Isao Iijima, asesor del primer ministro japonés, Shinzo Abe, se ha reunido en Pyongyang con el presidente del Presidium de la Asamblea Popular de Corea del Norte, Kim Yong-nam, considerado número dos del régimen comunista, informó hoy la agencia norcoreana de noticias KCNA.

La breve nota de la agencia estatal no reveló muchos más detalles sobre el encuentro, aunque se cree que ambos discutieron vías para mejorar la relación entre ambos países, lo que incluye temas como el secuestro de ciudadanos japoneses llevados a cabo por Corea del Norte durante las décadas de 1970 y 1980. 

El asunto de los secuestros es uno de los principales obstáculos para normalizar los lazos entre Tokio y Pyongyang, que no mantienen relaciones diplomáticas.

Japón sostiene que entre 1977 y 1983 al menos 17 japoneses fueron secuestrados por Corea del Norte para impartir lecciones de cultura e idioma en sus programas de adiestramiento de espías.

Hasta el momento solo cinco de ellos han podido regresar a su país.

En la reunión, que se celebró en el salón de actos de Mansudae, estuvo también presente el embajador de Corea del Norte en las negociaciones para la normalización de relaciones con Japón, Song Il-ho.

Preguntado esta semana por el viaje de Iijima a Pyongyang, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, reconoció que no descarta la posibilidad de mantener una cumbre con el líder del hermético régimen norcoreano, Kim Jong-un, si eso ayuda a resolver los conflictos vigentes entre los dos países. 

A pesar de que Corea del Norte y Japón habían retomado las conversaciones intergubernamentales el pasado mes de agosto por primera vez en cuatro años, el lanzamiento en diciembre de un cohete de largo alcance por parte de Pyongyang supuso una nueva ruptura de sus encuentros.

Además, tras las sanciones impuestas por la ONU a Corea del Norte por su posterior prueba nuclear de febrero, el régimen llevó a cabo en marzo y abril una dura e insistente campaña de amenazas bélicas contra Corea del Sur, EEUU y Japón.

Aunque Pyongyang ha rebajado el tono en las últimas semanas, el Gobierno surcoreano criticó ayer la visita de Iijima a la capital norcoreana por considerar que "no es de ayuda" a la hora de coordinar una gestión conjunta entre Seúl, Washington y Tokio de cara a lograr la desnuclearización del régimen.

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