Australia y sus delirios desembarcan en Chile

Cockfight
Escena de Cockfight, un duelo en torno a la masculinidad y ambición en tiempos actuales.

Entre mañana y el 18 de noviembre, tres montajes provenientes del país oceánico y que entrelazan teatro y danza llegarán al GAM.




Se ha tendido una trampa sobre el escenario: aparentemente transformado en una oficina moderna y minimalista, dos hombres de traje y corbata descubren que en el mismo cuadrilátero se ha dispuesto en realidad un campo de batalla. Jefe y subordinado se convierten entonces en dos gallos dispuestos a picotear más fuerte sobre el cuello del otro con tal de vencer. Así es como arranca Cockfight, la primera de las tres piezas del país oceánico que debutarán en el GAM entre mañana y el 18 de noviembre, como parte del ciclo Australia Contemporánea.

"La oficina es una invención escénica", dice Kate Harman, la directora junto a Julian Louis. "Pero es importante porque, como cualquier ambiente humano, todas las posibilidades de contacto, conspiración y conflicto pueden tener lugar allí", agrega. Con fuerte acento en el humor, durante el duelo las sillas, corbatas, hojas y lápices cobran vida, tensando de paso los límites entre el teatro y la danza. "Son cruces que nos salen por instinto", concluye.

Un pato y la muerte

¿Cuántas formas de morir existen? Los forenses las clasifican en tres tipos: muerte natural, por enfermedad o por procesos degenerativos propios del envejecimiento, y finalmente la muerte violenta. Las últimas condujeron a Zoë Coombs y Mish Grigor a componer Oedipus Schmoedipus, un montaje tan lleno de citas de obras de autores clásicos -de Esquilo y Shakespeare a Chéjov, Ibsen y Molière-, como de sangre y gente muerta, que se presentará entre el 9 y 11 de este mes.

"La representación de la muerte en el teatro debe ser una de las más complejas, pero también una de las más atractivas para los actores y el público", dice Coombs. 25 voluntarios chilenos subirán al escenario a participar de la función, agrega: "¿Y a hacer qué?, pues a representar su propia muerte. Puede sonar macabro, pero quienes han pasado por esto dicen que les ha ayudado a sanar las muertes de sus cercanos".

Una mujer extranjera se dispone a correr, pero esa mañana algo la detiene: un hombre apedrea a un pato ante sus ojos, y algunos metros allá, los hijos del mismo tipo recolectan más piedras para seguir lanzándoselas. La directora Nicola Gunn cerrará el ciclo dedicado a su país entre el 15 y 18 de noviembre con Piece for Person and Ghetto Blaster, un unipersonal que ensaya todas las posibilidades de reacción de su protagonista, la propia Gunn, ante una insólita escena como la anterior.

"Esto es algo que realmente me sucedió cuando viajé por Bélgica en 2014", recuerda, "y lo que propongo es la idea de intentar ver un evento desde múltiples perspectivas con la conclusión de que no hay una posición clara. Vivimos en un tiempo de gris moral, y apedrear a un pato podría parecer cruel, pero me gusta cuando en el público despiertan esas crueldades. De alguna forma la suerte que correrá el pato dependerá de lo que ellos opinen".

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