Autopsia de Carrie Fisher revela presencia de cocaína, morfina y otras drogas al momento de su muerte

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Las muestras toxicológicas fueron tomadas cuanto la estrella estuvo hospitalizada tras sufrir un ataque al corazón en diciembre pasado, después del cual falleció.




Esta semana se filtró el informe toxicológico de la autopsia de Carrie Fisher, actriz fallecida el 27 de diciembre de 2016.

Tras numerosas investigaciones, el forense del condado de Los Ángeles indicó que el cuerpo de la estrella contenía gran cantidad de sustancias al momento de su muerte: cocaína, morfina, codeína (analgésico, sedante) y oxicodona (analgésico opioide), según reportó el portal estadounidense TMZ.

Junto a esas sustancias, los análisis de orina revelaron una pequeña presencia de MDMA, conocido comúnmente como éxtasis, además de heroína. También se hallaron otras dosis de antidepresivos y antihistamínicos (para los síntomas de las alergias) en su sistema.

Según revista People, la exposición a la cocaína se dio 72 horas antes de la obtención de la muestra, es decir, previo a la despompensación que la hizo llegar al centro de salud.

Sin embargo, el informe es tajante en señalar que no se puede establecer cuánto influyeron estos fármacos en su muerte, cuya causa fue por "apnea del sueño y otros factores indeterminados", de acuerdo al mismo documento forense.

Fisher poseía un extenso historial de adicciones, y no tuvo tabúes para referirse a sus problemas con la cocaína, que arrastró desde los años 80 y que impactó su vida, del mismo modo que su conocido trastorno bipolar.

Tras conocerse estos resultados, su hija, la también actriz Billie Lourd, dio una declaración exclusiva a revista People. "Mi madre luchó contra la adicción a las drogas y las enfermedades mentales toda su vida. Finalmente murió por eso. Ella fue deliberadamente transparente en todo su trabajo acerca de los estigmas sociales que rodean estas enfermedades", dijo la actriz de Scream Queens. "Sé que a mi madre le habría gustado que su muerte animase a la gente a abrirse respecto a sus problemas", agregó.

La estrella hollywoodense, famosa por su rol de Leia Organa en la saga Star Wars, sufrió un ataque al corazón durante un vuelo internacional el 23 de diciembre de 2016. Tras ser trasladada a un centro de salud y pasar cuatro días internada, falleció el 27 de ese mes a los 60 años.

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