Banco Central analizó posibilidad de nuevas medidas ante baja inflación

En el marco de la última reunión en que se decidió mantener la tasa de interés en 0,5% anual, algunos consejeros no descartaron aplicar a futuro nuevas medidas, especialmente si existe el riesgo de que la inflación permanezca bajo la meta por más tiempo de lo proyectado, según consta en la minuta de agosto dada a conocer hoy por el Banco Central.

Un consejero dijo que no se "podía descartar que, en la medida que aumentaran los riesgos de que la inflación se quedara un tiempo excesivo bajo la meta, las medidas complementarias de política monetaria pudieran profundizarse a futuro. Sin embargo, añadió, después de siete meses de continuo relajamiento monetario, le parecía prudente no modificar el estímulo monetario, que en el escenario más probable se mantendría así por varios trimestres", afirma la minuta de agosto.

Otro consejero añadió que no se "descartaba la posibilidad de introducir nuevas medidas, especialmente si apuntaban a perfeccionar o ampliar las ya implementadas, como, por ejemplo, la extensión hasta un año del plazo para las operaciones que se efectuaban en el marco de la FLAP (...) Añadió que le parecía conveniente contar, además, con una adecuada evaluación sobre los efectos de las medidas en aplicación, antes de introducir ajustes o cambios, pero que ello suponía necesariamente cierta perspectiva temporal. Finalizó indicando que, a su juicio, la consideración y evaluación de nuevas medidas debería darse conjuntamente con la revisión del escenario base, a partir de un nuevo ejercicio de proyecciones, lo que ocurriría con motivo de la preparación del IPoM de septiembre", según la minuta.

El Banco Central en su última reunión acordó mantener las medidas complementarias adoptadas en julio, las que buscan aumentar la liquidez en el mercado y así estimular la economía. Si el Banco Central iba a recoger dinero mediante su emisión de deuda, básicamente con las medidas adopta una postura más flexible.

RECUPERACIÓN
Durante la discusión, la mayoría de los consejeros coincidió en que la crisis había entrado en un punto de inflexión tanto en Chile como a nivel mundial y que se reafirmaban las expectativas de una recuperación en el segundo semestre y un crecimiento hacia el 2010. "Todos los Consejeros destacaron que en el plano externo las cifras de actividad también comenzaban a entregar señales de estabilización", según consta en la minuta.