Banqueros son menos populares que congresistas en EEUU debido a sus altos salarios

Conforme las firmas financieras se disponen a entregar las bonificaciones de fin de año, corren el riesgo de provocar otra oleada de ira popular, dice Bloomberg.




Las firmas de Wall Street se están recuperando. No así su reputación entre el público estadounidense. Los ejecutivos de las firmas financieras, al cabo de dos años de quiebras, rescates y depreciaciones de activos, son menos populares que el Congreso, los abogados y las compañías de seguros.

Conforme las firmas financieras se disponen a entregar las bonificaciones de fin de año, corren el riesgo de provocar otra oleada de ira popular, según una Encuesta Nacional de Bloomberg.

Dos tercios de los estadounidenses consultados dicen tener una opinión desfavorable de los ejecutivos financieros. Más de la mitad dice que las grandes casas financieras no quieren sino enriquecerse y también dice que dichas firmas no debieran haber recibido ayuda del Gobierno. Y la mayoría no quiere que los banqueros cobren copiosas bonificaciones a fin de año si sus compañías fueron rescatadas por los contribuyentes.

Los bancos que recibieron ayuda de los contribuyentes mediante el programa TARP de alivio a empresas con activos en problemas -el plan de rescate financiero de US$700.000 millones aprobado por el Congreso el año pasado- no deberían pagar bonificación alguna, según el 75% de los encuestados.

De estos, el 51% dice que incluso los bancos que han devuelto el dinero al Gobierno no deberían recompensar a sus empleados tan pronto.

Según la encuesta, el 64% de las personas que dijeron que rescatar los bancos fue una mala idea. Para evitar rescates futuros, un poco más de la mitad de los participantes dijeron que los bancos deberían someterse a una normativa más estricta. Una minoría, un 31%, permitiría que los bancos en dificultades quebraran, y una cantidad aún menor, un 10 por ciento, favorece escindir los grandes bancos.


BONOS EXCESIVOS

El presidente Barack Obama ha criticado a las compañías financieras por otorgar "bonificaciones excesivas". Obama ha propuesto una revisión de las normas financieras que evite resquebrajar compañías grandes y sanas o que fuerce a los grandes bancos en dificultades a declarar la quiebra. Una mayoría de los encuestados dijeron que Obama ha adoptado una posición más bien equilibrada, ni a favor de las empresas ni en contra.

La oposición pública a que las firmas de Wall Street paguen bonificaciones demuestra la incomunicación creciente entre ejecutivos como Lloyd Blankfein de Goldman Sachs Group Inc., que argumentan que necesitan pagar generosamente para conservar buenos empleados, y el público en general que echa a los grandes bancos la culpa del colapso económico y la duplicación del índice de desempleo en dos años.

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