Brasil anuncia que militares ocuparán favelas de Río de Janeiro a 80 días del Mundial

El gobierno tomó esta medida para que las milicias apoyen a la policía regional, con el fin de expulsar a las bandas de narcotraficantes que controlan la zona de la Maré, donde han habido violentos disturbios durante los últimos días.




El Gobierno brasileño anunció hoy, a 80 días del inicio del Mundial 2014, que las fuerzas militares ayudarán a ocupar un conjunto de favelas en Río de Janeiro para garantizar la seguridad en una región en la que viven unas 100.000 personas y actualmente es controlada por bandas de pistoleros.

El uso de las Fuerzas Armadas y de la Fuerza Nacional de Seguridad en la ocupación del conjunto de favelas de Maré fue anunciado hoy en rueda de prensa por el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, tras una reunión con el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral.

Los militares y las fuerzas federales apoyarán a la policía regional de Río de Janeiro en una operación destinada a expulsar a las bandas de narcotraficantes que controlan la Maré, en la zona norte de la ciudad, y a ocupar la región por tiempo indefinido.

"Recibimos una orientación clara de la presidenta Dilma Rousseff para que el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Defensa apoyen en lo que sea necesario al Gobierno de Río de Janeiro. Tras una primera evaluación decidimos que la prioridad es que actuemos juntos en la Maré", afirmó el ministro.

Las Fuerzas Armadas prepararán el terreno para que la Policía de Río de Janeiro garantice la "pacificación" de la Maré, por lo que su presencia en la favela será por tiempo indefinido.

La política de "pacificación", puesta en marcha en 2008, ha permitido al Gobierno de Río de Janeiro instalar hasta ahora puestos policiales, conocidos como Unidades de Policía Pacificadora (UPP), en 38 favelas que eran controladas por narcotraficantes y garantizar la presencia permanente de los uniformados y también los servicios públicos en las barriadas pobres.

"Las fuerzas armadas permanecerán en la Maré el tiempo que sea necesario. La primera etapa es la ocupación, que es la que prepara el terreno para la pacificación. La retirada de los militares dependerá de una evaluación conjunta", aseguró Cardozo. El ministro dijo que la ocupación de las favelas de la Maré es fundamental desde el punto de vista estratégico y táctico para combatir el narcotráfico en Río de Janeiro y esto se debe a que varios de los pistoleros que han sido expulsados de las favelas ya pacificadas se atrincheraron en la Maré, desde donde partieron recientes ataques contra puestos de UPP y contra policías en diferentes lugares de Río de Janeiro.

"Ocupar la Maré es un paso decisivo para el avance de nuestra política de seguridad pública, ya que se trata de un área estratégica para Río de Janeiro, próxima al aeropuerto y por la que pasan importantes vías, como la Avenida Brasil y la Línea Vermelha", dijo el gobernador de Río de Janeiro. "Es un área sensible y en la que la población está ansiosa para recibir a las fuerzas de seguridad", agregó Cabral.

PLAN INDEPENDIENTE

Cardozo aseguró que el número de militares que participará en la ocupación, así como las armas, los blindados y helicópteros que utilizarán, aún depende del plan que discuten en conjunto los organismos regionales y nacionales.

"No puedo decir previamente cuándo será la ocupación ni cuántos hombres ni cuántas armas ni cuánto tiempo durará. Sólo puedo decir que serán los suficientes para garantizar la seguridad", afirmó Cardozo al ser interrogado si los soldados permanecerían en la Maré durante el Mundial de fútbol que Brasil organizará en junio y julio y del que Río de Janeiro es una de las doce sedes.

Agregó que la ocupación es independiente al plan ya existente para garantizar la seguridad durante el Mundial, sobre el cual dijo que está muy bien estructurado y será capaz de atender a todos los turistas que visiten Brasil.
 
El ministro aclaró que la actuación de las Fuerzas Armadas se limitará a un perímetro definido en la Maré, tal y como lo solicitó la gobernación de Río de Janeiro en su petición para que los militares "garanticen la ley y el orden".

El gobernador de Río de Janeiro pidió los refuerzos el pasado viernes en una audiencia con Rousseff en la que relató los ataques de bandas armadas un día anterior contra al menos tres comisarías en favelas ya pacificadas.

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