Brasil apunta a disminuir drásticamente emisiones de gases de efecto invernadero
<p>La iniciativa, que busca apunta alentar recortes de otros países, no es internacionalmente vinculante.</p>
Brasil tendrá como meta reducir en hasta casi un 39 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero proyectadas para el 2020, dijo el viernes la jefa de Gabinete, Dilma Rousseff.
El recorte, aunque no es internacionalmente vinculante, busca alentar a las naciones desarrolladas a adoptar metas propias agresivas y acercar la posibilidad de un acuerdo global en la cumbre sobre el clima de diciembre en Copenhague.
Rousseff dijo en conferencia de prensa en Sao Paulo que la meta de Brasil será reducir las emisiones entre un 36,1 y un 38,9 por ciento de los niveles proyectados para el 2020.
El nivel más alto reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero de Brasil a niveles cercanos a los de 1994, de 1.700 millones de toneladas, o cerca de un 20 por ciento menor que las 2.100 millones de toneladas del 2005.
"Nuestro objetivo con eso es asumir una posición política en este caso, mostrando que Brasil está comprometido con el desarrollo sustentable", dijo Rousseff.
Brasil, uno de los mayores emisores de carbono del mundo mayormente por la deforestación, quiere tener un papel clave en la cumbre de las Naciones Unidas de Copenhague, que buscará un
acuerdo global sobre el clima.
Anteriormente el Gobierno de Brasil había anunciado el compromiso de reducir para el 2020 en un 80 por ciento la deforestación de la selva amazónica, lo que representa un corte del 20 por ciento en las emisiones de gases de efecto invernadero.
La cumbre de Copenhague pretende alcanzar un acuerdo sobre el pacto que seguirá al de Kioto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que son responsabilizadas del
calentamiento global.
Entre los principales obstáculos para un pacto están las diferencias sobre los esfuerzos de reducción de las emisiones entre las naciones ricas y las en desarrollo.
Países en desarrollo como China y la India quieren que sus pares ricos recorten sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40 por ciento, por debajo de los niveles de 1990, para el 2020.
Las naciones ricas, en cambio, han llamado a los países en desarrollo a reducciones significativas para la misma fecha. La Unión Europea quiere que esos recortes sean de entre un 15 y un 20 por ciento.
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