Brown y Cowen reanudan negociación para salvar disputa en Irlanda del Norte

Los primeros ministros de Reino Unido e Irlanda pretenden zanjar una disputa sobre la transferencia de la justicia y la policía de Londres a Belfast.




Los primeros ministros de Reino Unido e Irlanda, Gordon Brown y Brian Cowen, comenzaron hoy el segundo día de conversaciones con los principales partidos políticos de Irlanda del Norte para salvar un acuerdo que mantenga unido al frágil gobierno compartido de la región.

Brown y Cowen volaron el lunes a Belfast para ayudar a los partidos rivales de Irlanda del Norte, Sinn Fein - brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA)- y el Partido Unionista Democrático (PUD), a superar una disputa sobre la transferencia de las competencias de justicia y policía de Londres a la capital de la provincia.

"Es una cuestión de vida o muerte que afecta a todos los miembros de nuestra comunidad", dijo hoy el premier norirlandés, Peter Robinson, al reanudarse las conversaciones, en tanto aseguró que las negociaciones no concluirían antes de haber zanjado la cuestión.

Robinson, quien recientemente se vio envuelto en una polémica debido a los escándalos financieros y sentimentales de su mujer, suspendió hace 15 días su administración por un periodo de seis semanas. Sin embargo, ha seguido tomando parte en las conversaciones para solucionar la crisis del Ejecutivo.

Las conversaciones, cuyo fracaso podría poner en peligro el gobierno compartido entre protestantes y católicos en la región, serán duras, pero tanto Brown como Cowen se han mostraron seguros de que puede haber progreso, afirmo un portavoz de Reino Unido en Londres.

"La situación es grave, los asuntos no podrían ser más serios en términos del futuro de las propias instituciones", aseguró el canciller irlandés, Micheal Martin, a la cadena de radio local, RTE.

EL CONFLICTO
El Sinn Fein, cuyo propósito es que Irlanda del Norte se convierta en parte de la República de Irlanda, demanda que la transferencia de los poderes policiales y judiciales se realice lo antes posible y ha acusado al PUD de estancamiento.

Un acuerdo haría que Irlanda del Norte tenga su primer ministro de Justicia, uno de los grandes cambios desde los Acuerdos de Viernes Santo de 1998, que pusieron fin a casi tres décadas de violencia en la que murieron cerca de 3.600 personas.

El proceso de paz en Irlanda del Norte ha sido alabado como un modelo en todo el mundo y una escalada de la disputa entre el Sinn Fein y el PUD sería un gran revés, sobre todo para Brown que este año afronta elecciones parlamentarias.

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