Christian Garin: "No pierdo por malo, sino por falta de confianza y madurez"

Christian Garin

Luego de una compleja semana, el número dos de Chile se confiesa a fondo. El jugador (20) sigue en busca de su propio camino y confía en su potencial para dar el salto.




"Partner, no se preocupe. A todos nos pasa alguna vez en la vida", interrumpe un socio ya bien adulto del Club de Polo. El aludido, que un par de días antes había desperdiciado cuatro match points ante el argentino Horacio Zeballos, asiente. Acto seguido, el locuaz espontáneo agrega: "Qué increíble que Zverev esté entre los mejores. ¿Tú alguna vez jugaste con él?". "Sí, le gané la final de Roland Garros junior", se oye como respuesta. Christian Garin no se inmuta ante el inquisidor aficionado. "Las comparaciones no llevan a nada, cada uno tiene su propia historia", reflexiona, mientras se sienta al borde de la cancha principal de polo. Está mucho más tranquilo que los días anteriores y está dispuesto a hablar de todo con La Tercera.

¿Cómo le gustaría que fuese su historia?

Me gustaría terminar mi carrera sabiendo que lo dejé todo y acordarme de los malos momentos que pasé y saber lo duro que fue. Porque estoy seguro de que cuando llegue arriba lo voy a valorar. Ha sido tan difícil para mí llegar, que no voy a dejar de intentarlo. Estoy seguro de que alguna semana voy a jugar realmente suelto, como lo hago entrenando, ya que siempre intento entrenar bien, que es lo que me da frutos.           ¿Qué es lo que lo presiona?                                                                                                                                 Más que presión, es un tema de que llevo tres años en el mismo ranking. Peor que esto no juego y peor ranking no voy a tener y sé que en algún momento tiene que llegar. Tengo 20 años recién. La edad no es una excusa, pero también es un símbolo de que tengo que madurar tenísticamente. Este año ha sido difícil porque estoy viviendo allá (en Mallorca) con mis papás, los amigos están lejos. Tengo distintos hábitos de vida. La gente piensa que es fácil todo y que pierdo porque soy malo. No creo que pierda por malo, sino por falta de confianza y madurez.

¿Qué siente cuando se dice que a usted le falta cabeza?

Sinceramente, todos dicen que a Garin le falta cabeza. Yo creo que cada uno hace su camino. Si a mí me falta cabeza, cuando la mejore ¿qué va a pasar? También es mi pregunta: ¿qué va a pasar cuando realmente mejore eso? Tengo que mejorar muchas cosas en el tenis, mi juego defensivo, mejorar mi saque. La derecha es mi mejor golpe, pero la tengo que seguir mejorando. Éste es un tema de seguir mejorando todo el juego. No es solamente la cabeza; ser inteligente en los momentos clave y no ser tan ansioso. Lo bueno es que ya sé lo que tengo que mejorar.

¿Qué importancia le da a lo que se comenta de usted en las redes sociales?

La verdad es que no me importa nada lo que diga la gente que no está cerca de mí. Cuando me mandan mensajes de apoyo, me siento contento porque hay gente que realmente apoya. Pero cuando me critican los otros, les doy cero atención.

¿Qué siente cuando comparan su carrera con la de Zverev u otros de su generación que hoy están en lo más alto?

Me da lo mismo. Esto no es una carrera de 100 metros. No es el que llega primero, sino el que lo hace mejor a la larga. Y tampoco me comparo con ellos. Yo veo lo bueno que son e intento aprender de ellos por qué están ahí, pero tampoco es que me mate la cabeza eso. Los que piensan eso están equivocados. No me comparo con ellos, porque están en un nivel altísimo y es donde quiero llegar. Y yo creo que no estoy lejos, a pesar del ranking que tengo. No me siento lejos. Este año voy a hacer una buena pretemporada y he visto muchos ejemplos de tipos que empiezan en mi ranking y terminan 80 o 90. No me lo pongo como objetivo, pero de que puedo, puedo, y eso me deja tranquilo.

¿Qué sacó en limpio de la derrota ante Zeballos, donde usted ganó 108 puntos, dos más que el rival?

Me dejó un sabor amargo, muchos pensamientos negativos. Pero hay que seguir, la vida sigue. Tampoco me voy a dar vueltas en eso, mi objetivo es terminar el año y con buenas sensaciones.

¿Cómo se alejan esas malas sensaciones?

Ahora es más fácil, porque estoy con mis amigos y eso me despeja. Me estoy quedando en la casa de mi mejor amigo. Habitualmente me quedo en hoteles, pero ahora es distinto. Por ejemplo, el día en que perdí, después jugamos Play y no me quedé encerrado.

¿Es su pasatiempo?

Tengo pocas distracciones. Salir a conversar, a comer; ver películas. No soy de carretear. Pololas, no, porque el tenis es muy complicado para tener polola.

Ahora vive una etapa con un nuevo cuerpo técnico.

Era lo que necesitaba. Tomeu es joven y me entiende un poco más, él pasó por un momento complicado con el tenis y me transmite cosas siempre positivas. La verdad es que también es muy cercano a Rafa y Rafa es un grande y cada vez que puede me ayuda. Ahora vivimos muy cerca y espero hacer la pretemporada con él. Rafa, Toni y Tomeu son muy buena onda, muy tranquilos y trabajadores, y eso es lo que necesito.

¿Tuvo la oportunidad de leer las declaraciones de Toni en las que mostraba su fe en usted?

Sí, la verdad es que me ha servido mucho que ellos confíen tanto en mí. Cuando estoy mal no pienso eso y que ellos confíen en mí me da mucha tranquilidad. Esta semana fue mala, pero la próxima veré si lo puedo hacer mejor. Toni para mí es un gran profesor y espero que a Rafa le vaya bien y a mí también.

¿El tenis le gusta más o menos que antes?

El tenis me gusta. Si lo tuviese que elegir como profesión, lo pensaría mucho más. Es un deporte difícil, uno está solo la mayoría del tiempo. Ahora que estoy metido me gusta porque es un desafío propio.

¿Le apena su ranking de hoy: 276?

Para nada, es lo que me merezco hoy. Pero motiva que se puede llegar más lejos.                                                    A estas alturas, ¿el desafío es con usted, con sus rivales o con el entorno?

El desafío siempre es personal, uno se pone sus límites. Yo no pienso tanto en el futuro, voy viviendo en el día a día. Cuando uno piensa por qué está en este ranking se castiga mucho mentalmente. Yo ya lo hice, hace dos años quería estar cien del mundo y estaba obsesionado con eso. Llegué al doscientos y cambié de entrenador y pasaron cosas que quizás no debieron pasar. No me lamento. Si estoy en este ranking es por algo. Estoy cien por ciento seguro de que juego mejor que este ranking, pero es lo que me merezco. Este año han pasado cosas que me han marcado mucho, pero soy mucho mejor jugador que hace dos años y eso me deja tranquilo.

¿Es feliz en la cancha?

Depende del día, hay veces que uno sufre y otras, cuando uno está con confianza, es feliz.

¿Pero en estos tres años han sido más las veces en que ha estado feliz o las que ha estado triste?

Triste estoy después del partido. Pero lo que me pasa con estos tres años, es que han sido difíciles en todo ámbito. Pero creo que en todo es así. Yo creo que tú también como periodista pasaste años malos ¿o no? Todos pasan por rachas y no puede ser todo fácil. Si el próximo año sigo con el mismo ranking, voy a seguir intentándolo. Y si avanzo, bien; y si retrocedo, voy a seguir. No me cambia en nada si Kyrgios y Zverev son número uno. No me comparo con ellos, son buenísimos.

Sin embargo, usted dice que tiene un talento similar

Tengo buen potencial y puedo llegar muy lejos. No pienso en que voy a llegar al 100 o al 70. Si fuese por eso no estaría jugando más tenis, porque yo creo que puedo llegar más lejos. Lo siento, pero no lo pienso. No voy a entrenar diciendo por qué no soy 60 y estoy 260.

¿Le cuesta jugar en Chile?

Me he ido soltando jugando en Chile. Antes me costaba porque me ponía tenso, pero ahora no me costó para nada. Me motivé al ver que mis amigos estaban ahí y que cuando me perdí los match points me seguían apoyando. Me gustó ver a mi familia, mis tíos alentándome ahí... Nunca me había fijado tanto. Antes me cagaba un poco con la situación. En la Copa Davis jugaba con tipos a los que tenía que ganar, pero jugaba mal. Ahora es un tema superado, ya no es una excusa.

¿Se considera mimado?

No. Viajo solo desde los 11 años, sin mis papás. Es lógico que cuando estoy en la casa quiera compartir con ellos.

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