Ciudad del meteorito aleja fantasma soviético con impulso al turismo

La última vez que un desastre con impacto global se abatió sobre Chelyabinsk, los funcionarios lo cubrieron durante tres décadas. Esta vez lo están promocionando en todo el mundo.




La última vez que un desastre con impacto global se abatió sobre Chelyabinsk, los funcionarios lo cubrieron durante tres décadas. Esta vez lo están promocionando en todo el mundo.

La explosión del meteorito que se produjo sobre este antiguo centro nuclear soviético hace dos semanas fue registrada por gran cantidad de cámaras y presenciada por millones de personas, lo que creó una oportunidad sin precedentes para atraer turistas internacionales, así como su dinero, a la provincia de Rusia situada sobre el extremo asiático de los Montes Urales.

"El espacio nos envió un regalo y tenemos que aprovecharlo", dijo Natalia Gritsay, jefa del departamento de turismo de la región, en una entrevista en camino hacia el Lago Cherbakul, donde fueron encontrados algunos de los meteoritos más grandes y donde se reunieron funcionarios el 26 de febrero para trazar una nueva estrategia para el desarrollo económico. "Necesitamos nuestra propia Torre Eiffel o nuestra Estatua de la Libertad", dijo.

El meteorito tenía unos 17 metros de diámetro y pesaba más de 10.000 toneladas cuando hizo impacto en la atmósfera antes de explotar con la fuerza de unas 33 bombas atómicas de Hiroshima, según la NASA. Fue el mayor estallido de ese tipo en más de un siglo. Destrozó ventanas en toda la capital regional, también llamada Chelyabinsk, y dejó un saldo de más de 1.400 heridos, además de causar daños en más de 4.000 edificios.

Una explosión en una planta de procesamiento nuclear que se produjo en Mayak, en la misma región, en 1957, liberó decenas de toneladas de desechos de alto nivel de radioactividad, lo que causó la muerte de centenares de personas en lo que hoy está catalogado por la Agencia internacional de Energía Atómica como el peor accidente atómico después de los de Chrenobyl, en Ucrania, y Fukushima, en Japón.

MUSICA COSMICA

Mientras que los soviéticos mantuvieron en secreto el caso de Mayak durante más de 30 años, los funcionarios locales están decididos a aprovechar este último evento apocalíptico que se abatió sobre su territorio.

Las propuestas adelantadas en la reunión de Chebarkul fueron desde la realización de un "festival anual de música cósmica y fuegos artificiales", hasta la construcción de "una pirámide coronada por un  faro flotante" encima del lago.

Uno de los funcionarios propuso una "Disneylandia del Meteorito" para recrear los acontecimientos del 15 de febrero. Otro sugirió que se construyera un "Parque Acuático Cósmico". Un tercero quería transformar el aspecto de la ciudad pintando paisajes cósmicos en las fachadas de los edificios grises y comunes de la era soviética.

Las propuestas más detalladas provinieron del alcalde de Chebarkul, Andrei Orlov, que reclamó conversaciones continuas e intensivas "para mantener viva la idea del Turismo".

Orlov planea construir un centro de buceo en el lago para que, una vez que se derrita el hielo, los turistas puedan buscar meteoritos en los tres metros de lodo que hay a 11 metros de profundidad.

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