Colo Colo se aprovecha del regalo de la UC y avanza a la final

Paredes

El Cacique se impone por 2-0 en el Monumental y cierra un global de 3-0 en la llave de semifinales de Copa Chile. El equipo de Guede mereció golear, pero perdonó al cuadro alternativo de Mario Salas.




Una cosa es dosificar, otra cosa es regalar. Se puede priorizar, por qué no, pero nunca hay que rendirse antes de jugar. Universidad Católica le entregó por anticipado a Colo Colo la clasificación a la final de la Copa Chile. Y aunque los albos se quedaron con la victoria por 2-0, perdonaron la goleada, lo que hubiese sido un castigo justo para  Mario Salas y su desprecio por el torneo.

No había que ser pitoniso. Al repasar la formación cruzada, con jugadores con poco y nada de actividad en el semestre (los casos de José Luis Muñoz y Christian Bravo), era lógico que la ventaja era amplia para el Cacique y su equipo totalmente estelar. Y así se dio. Un inicio arrollador del dueño de casa, que en los 15 minutos ya sumaba cinco jugadas de peligro, incluido un palo Esteban Paredes.

Católica simplemente no existía en la cancha. Fabián Manzano y Jaime Carreño, los volantes centrales, pesaban cero. Veían pasar una y otra vez a Jaime Valdés y especialmente a Martín Rodríguez, un problema indescifrable para los de la franja. Lo cierto es que todos los blancos tenían pase libre para moverse por el césped del Monumental.

Pero el gol no llegaba. Esa supremacía aplastante en el juego no se traducía en el marcador. Hasta que Rodríguez tomó la pelota casi en mitad de cancha y encaró. Después de juntarse con Paredes, aprovechó la ingenuidad de Benjamín Kuscevic y definió como crack ante la salida de Costanzo.

Era lo mínimo para Colo Colo. Después del triunfo por la mínima en San Carlos y la ventaja provisoria en Macul, el paso a la última ronda comenzaba a abrocharse. Con esa satisfacción, los dueños de casa se fueron al descanso. Aunque claro, era muy poca la diferencia.

Salas confirmó que esta lucha no le interesaba cuando los equipos volvieron a la cancha. Noir, Castillo y Kalinski seguían en el banco (Buonanotte ni siquiera fue citado). El mismo elenco alternativo se mantenía sobre la cancha.

Pablo Guede tampoco hizo modificaciones. Lo que necesitaba era que llegaran los goles. Y ese tranquilidad apareció a los 57', con otro diálogo perfecto entre Martín y Paredes. Esta vez le tocó al delantero definir, con un enganche notable frente a Germán Lanaro: 2-0 en la vuelta, 3-0 en el global.

La paliza asomaba en los números, pero los albos prefirieron bajar el ritmo. Se apiadaron quizás. Y en ese bajón, Jaime Valdés protagonizó la única acción tonta de su escuadra, al ganarse la expulsión por tirarle el pelo a Carlos Espinosa a los 70', en una trifulca que inició por un pelotazo de Noir a Figueroa, cuando el volante estaba en el suelo.

Es verdad que en el epílogo, Católica se acercó más a la portería de Garcés, que por fin trabajó. Daba lo mismo, en todo caso. Colo Colo siempre fue superior a la UC. En San Carlos, en el Monumental. Contra los titulares y contra los suplentes. Por eso es el justo finalista de la Copa Chile 2016.

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