Cómo fue el primer mes de la norma cultural en TV

Desde hace un mes, las estaciones deben cumplir con cuatro horas de programas culturales a la semana. A partir de este lunes, el CNTV comprobará sí eso sucede. Aquí, los canales hacen sus evaluaciones.




Desde este lunes, el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) comenzará a fiscalizar el cumplimiento por parte de los canales, tanto de señal abierta como de cable, de la normativa que los obliga a transmitir cuatro horas de programación cultural a la semana. Esta disposición rige desde octubre y, tras un mes, cinco funcionarios certificarán que los programas que cada señal ha reportado como parte de su franja cultural se transmitan efectivamente en el horario estipulado (dos horas entre 18:30 y 00:00, de lunes a viernes, y otras dos entre 9:00 y 00:00, sábados y domingos) y que tengan un contenido que sea coherente con la definición establecida por la ley.

El presidente del CNTV, Oscar Reyes, se muestra optimista: "Hoy estamos frente a un cambio importante en el escenario de la cultura en televisión y hay que darle tiempo para que vayamos viendo frutos en la pantalla. Esta norma pasa a ser una gran reforma dentro de la industria y apunta a una TV de calidad".

La definición de programación cultural estipulada en la ley es amplia y, para los encargados de programación de los canales, no del todo clara. Sin embargo, reconocen que ya hay un camino recorrido en torno al tema (antes cumplían con una hora obligatoria semanal). "Nunca hemos tenido problemas con el CNTV. Además, la nueva norma amplía el concepto. Para nosotros es una oportunidad para desarrollar contenidos en este ámbito que sean entretenidos y atractivos", dice Rossana Bontempi, editora general de la franja cultural de Canal 13. "Desde abril empezamos a ampliar la franja de Sábado de reportajes y a preparar contenidos propios, como los programas Lugares que hablan y Recomiendo Chile. Esto lo complementamos con algunas repeticiones y con programas envasados, como Detectives de la salud. Estamos muy contentos, porque lideramos el rating de ese día", explica la ejecutiva.

En TVN, por su parte, Paz Egaña, productora ejecutiva del área cultural de TVN, explica que no cuentan con programación nueva. "Sólo reorganizamos un poco la parrilla", dice. El canal público incluye en su programación cultural La sangre tira, Niños inmigrantes, Frutos del país, Cosmos, Informe especial y El informante. Cristián Leighton, director de La sangre tira -serie donde chilenos descendientes de inmigrantes van en busca de sus orígenes- dice: "Esto debe enfrentarse como un desafío que nos lleve a innovar, desarrollar nuevas formas de llegar a las audiencias y a ser un aporte a la diversidad". Egaña asegura: "Históricamente producimos mucha programación cultural. Esta norma no va a definir qué es la cultura y puede haber diferencias de opinión con el CNTV; va a ser una discusión interesante".

La discusión también apunta a sí lo periodístico es también cultural. Aunque, según la definición de cultural de la norma, los programas que promuevan la educación cívica de las personas caben dentro de la categoría. Herman Chadwick, el ex presidente del CNTV, tiene una visión disonante: "Los canales no deben tratar esas cuatro horas como un relleno. Deberían crear un sello distintivo en torno a lo cultural, como lo hacen con las teleseries. El Informante e Informe Especial están al límite. No va por ahí lo que quiere el legislador".

Mega es una de las señales que no contaba con tantos programas culturales y que ha tenido que sumar nueva oferta. "En Mega afinamos la apuesta del fin de semana con Tierra Adentro, que ha respondido bien. Historias que nos reúnen esperaba más rating, pero en la calidad estamos muy felices. En la semana partimos con El niño rojo en horario prime y le fue mejor de lo esperado", explica Jaime Sepúlveda, director del área cultural de Mega. "También apostamos por una versión cultural del Más vale tarde (el espacio de Alvaro Escobar). Creemos que hemos equilibrado bien lo que pide el consejo y lo que la gente quiere".

Sobre la nueva norma, el ejecutivo de Bethia opina: "Si queremos que la televisión sea la salvadora de la cultura estamos un poco equivocados con respecto a su función, que en Chile es de entretención e información. No podemos esperar que sea la que solucione la formación cultural".

En La Red, el director ejecutivo Javier Urrutia apoya la norma: "Nosotros valoramos el trabajo del CNTV para flexibilizar el concepto de cultura. Esta debe ser una alianza público privada para cumplir con el rol social de la televisión, que tiene un alcance e influencia enormes. Nosotros somos un canal pequeño que puede tomar algunos riesgos y así lo hemos hecho. Sobre cumplimos con lo impuesto y lo hacemos de buena fe, no por secretaría". Así, La Red también sumó programación: en septiembre partió con Cultura verdadera, que es una variación de Mentiras verdaderas. Además, estrenaron Hijo de las estrellas, aparte de exhibir Una belleza nueva y Chile se moviliza.

Augusto Góngora, un rostro histórico de cultura en televisión, dice: "Ya pasaron los tiempos en que se ponía en duda la cabida de la cultura en TV. La mayoría de los nuevos programas son interesantes, entretenidos y atractivos. Esto debe ser un impulso a la producción independiente".

Un canal que puede tener ciertas repercusiones a la hora de las evaluaciones es Chilevisión. La señal reportó al CNTV que su franja cultural está integrada por Tolerancia cero, Sudamerican rockers, Los 10 días que estremecieron a Chile y Biografías. Jaime de Aguirre, director ejecutivo de CHV, comenta: "Nos pilló por sorpresa la inflexibilidad para ajustarnos a los detalles de la ley. Para mi gusto fue un poco apresurado. No habríamos perdido nada partiendo el 1 de enero para poder prepararnos mejor y ofrecer un mejor servicio al consumidor". Por su parte, UCV TV incluyó Que pachó con la cultura, Pasos de cumbia y su segmento de los sábados, País cultural.

Para Sergio Godoy, académico de la Universidad Católica y experto en industria televisiva, la norma tiene insuficiencias: "Tal como está planteada es insuficiente. Hoy, un canal puede transmitir infomerciales todo el día, incluir cuatro horas de material envasado del Goethe Institut, por ejemplo, y con eso cumple".

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