Congreso de EEUU aprueba censura contra Secretario de Justicia Eric Holder

La Cámara Baja voto a favor de una medida de desacato contra Holder, acusado de ocultar información sobre el escándalo de la operación "Rápido y Furioso" relacionado con el tráfico de armas a México en 2009.




La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó hoy a favor de declarar al Secretario de Justicia, Eric Holder, en desacato por no entregar documentos requeridos sobre la polémica operación "Rápido y Furioso", que permitió el traspaso de armas a México en 2009, en un gesto que la minoría demócrata denunció como maniobra política contra el gobierno de Barack Obama.

La resolución que declara e desacato de Holder, la primera vez en la historia del país que se impone esta medida al jefe del Departamento de Justicia, fue aprobada por 257 votos a favor y 67 en contra, después de que un numeroso grupo de demócratas abandonara la sala en protesta por el proceso.

El voto abre la puerta a una posible batalla legal después de que la Casa Blanca invocara su privilegio ejecutivo para no entregar los documentos. La Casa Blanca reaccionó y dijo a través de su vocero Dan Pfeiffer, que "los republicanos eligieron el teatro político por sobre una supervisión  congresional legítima", apuntó AFP.

La resolución de desacato ya había sido aprobada el pasado 20 de junio por el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara baja, presidido por el republicano Darrell Issa, en una votación 23 a 17.

El Comité exige documentos relacionados con la operación, en particular los posteriores al 4 de febrero de 2011, cuando el Departamento de Justicia negó inicialmente la existencia de la operación y que luego corrigió en diciembre de ese año.

La operación, a cargo de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por su sigla en inglés), permitió el trasiego ilegal de unas 2.000 armas a México en 2009, con la idea de rastrearlas hasta los cabecillas del narcotráfico y el crimen organizado en ese país.

Pero los agentes de ATF, que depende del Departamento de Justicia, le perdieron el rastro a esas armas, que fueron a parar a manos criminales. Se calcula que unas 1.400 armas aún no han sido recuperadas.

Dos de ellas, dos rifles de asalto AK-47, aparecieron en la escena del asesinato del agente de la Patrulla Fronteriza, Brian Terry, el 15 de diciembre de 2010.

Su nombre fue invocado en varias ocasiones por los republicanos, que acusan al Departamento de Justicia de "encubrimiento" y exigen una rendición de cuentas, consignó Efe.

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