Conoce el perfil de las integrantes de la banda punk feminista encarceladas en Rusia

Nadeshda, la menor y llamada filósofa del grupo, Yekaterina, estudiante de arte y María, que cursa periodismo, son las integrantes del grupo condenado a dos años por cantar contra de Putin.




Nadeshda Tolokonnikova (22), Yekaterina Samuzevich (30) y María Alyokhina (24), son las tres integrantes del grupo punk femenino ruso Pussy Riot que fueron sentenciadas a dos años de cárcel por cargos de vandalismo, por cantar dentro de una catedral el 21 de febrero pasado, contra el Presidente, Vladimir Putin.

Nadeshda, es considerada como una "filósofa" por sus simpatizantes y como una diabólica sacrílega por sus detractores. Se hizo célebre en las últimas horas por citar al filósofo alemán Immanuel Kant y al disidente soviético Aleksandr Solzhenitsyn en nombre de la libertad de expresión. Es la front-woman del grupo.

Artista callejera y provocadora, hace cuatro años que la muchacha, hoy de 22, vive dedicada a la protesta social. Nacida en Norilsk (al norte de Rusia) e inscrita en el último año de la carrera de Filosofía en la Universidad Estatal de Moscú, y con su marido,  Piotr Verzilov, tiene una hija de 4 años de edad, llamada Era.

Tolokonnikova se unió, apenas cumplidos los 18 años, al colectivo de escritores y artistas callejeros Voina (Guerra), conocido por sus recursos contestatarios.

En una de las expresiones de ese grupo, a la vigilia de las elecciones en las que fue elegido como presidente Dmitri Medvedev, delfín de Putin, cinco parejas de Voina realizaron una performance de sexo grupal en el Museo de Zoología de Moscú, con el título "Nacimiento de un osezno" ("Medvedev" significa "oso" en ruso).

Ese "happening" estuvo organizado por Nadia, por entonces en su último mes de embarazo, lo que la catapultó a convertirse en uno de los miembros más conocidos del "underground" moscovita. Tras dejar Voina, se convirtió en una de las miembros de más alto perfil en la banda Pussy Riot, que utiliza el punk para cantar contra el Kremlin.

Frente a los jueces, el 8 de agosto pasado, se distinguió citando a Michel de Montaigne, Sócrates y Solzhenytsin, mientras que hoy, en una carta a sus fans, se refirió a Kant y al "milagro" de los principios morales de la humanidad.

Mientras tanto, la revista Playboy quedó atrapada por el cabello moreno, los ojos negros y los labios carnosos de la militante, que, según se anunció, quiere ilustrar una portada con Tolokonnikova.

Funcionarios de la Corte han tratado de presentarla como una mala influencia para las otras mujeres, pidiendo a los testigos cómo el comportamiento de los demás había cambiado después de conocerse Tolokonnikova, según consigna el diario británico The Daily Telegraph.

YEKATERINA
Yekaterina Samuzevich quien estudió arte y es una ávida lectora de la filosofía, mantuvo un perfil bajo durante todo el proceso judicial, rompiendo su silencio sólo para dar respuestas largas y reflexivas a las preguntas del juez.

Se graduó con honores de su clase en la bien considerada Escuela de Fotografía y Multimedia de Rodchenko. Fue durante su época de estudiante que conoció a Nadia Tolokonnikova. Antes de que fuera arrestada y encarcelada en marzo, la joven vivía con su padre, Stanislav, que ha aparecido repetidas veces en las actuaciones judiciales.

Samuzevich ha dado algunas de las más claras cuentas de por qué la Iglesia fue elegida como un objetivo en su protesta, diciendo: "La Catedral de Cristo Salvador se ha convertido en un símbolo importante en la estrategia política de las autoridades".

MARIA
María Alyokhina, estudiante de cuarto año en el Instituto de Periodismo y Escritura Creativa en Moscú,  es activista voluntaria en Greenpeace Rusia. Su hijo de cinco años ha sido atendido por familiares durante su estancia en prisión preventiva.

Ella ha dicho que se considera una cristiana, pero critica a la Iglesia Ortodoxa por su dura respuesta a la protesta en la catedral: "Pensé que la Iglesia quería a todos sus hijos", dijo. "Pero parece que la Iglesia sólo ama a los niños que creen en Putin".

Paul McCartney, Madonna, Bjork y muchas otras celebridades han pedido la liberación de las rockeras feministas, y otras manifestaciones se realizaron antes o después de conocerse el veredicto. En la capital rusa, activistas colocaron los caracterí­sticos pasamontañas de la banda en varias estatuas alrededor de la ciudad.

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