Cuba pone a prueba primer biocombustible en base al arbusto "piñón botija"

Los expertos señalaron que luego de una semana probando el biodiesel en un vehículo Toyota, el automóvil se desplaza con mayor eficiencia que la habitual.




Cuba probó en un primer vehículo el biocombustible producido en una nueva fábrica de la isla a partir del arbusto oleaginoso "piñón botija", en un recorrido de 1.500 kilómetros, informaron hoy medios locales.

Una parte de los primeros 400 litros del biocombustible producidos se utilizaron mezclados al 70 por ciento con diesel mineral en el vehículo rural marca Toyota Modelo HI LUX 2007, según explicó el director del Centro de Aplicaciones para el Desarrollo Sostenible (CATEDES), ingeniero José Sotolongo.

El biodiesel se obtiene del aceite de "Jatropha curcas", una planta no comestible conocida como "piñón botija" o de leche, en la industria inaugurada hace una semana en la provincia oriental de Guantánamo, situada 910 kilómetros al este de La Habana.

La instalación tiene capacidad para producir más de 100 toneladas por año de biocombustible líquido, que internacionalmente se obtiene a partir de aceites vegetales y grasa animal.

El directivo detalló que el automotor utilizado en la prueba pertenece al proyecto BIOMAS-CUBA (BIO MAS) en el cual intervienen varias instituciones y ministerios del país, con el apoyo de la Agencia Suiza de Cooperación al Desarrollo (COSUDE).

Precisó que luego de una semana probando el biodiesel, el automóvil se desplaza con mayor eficiencia que la habitual, lo cual se atribuye a los efectos lubricantes del aceite de Jatropha, reportó la estatal Agencia de Información Nacional (AIN).

Advirtió que también puede aprovecharse en vehículos de gasolina, pero "en la debida proporción". 

Sotolongo indicó que el ensayo fue aplicado además a una máquina agrícola de la granja "Paraguay", beneficiaria de la fábrica con capacidad para producir más de 100 toneladas de ese biocombustible líquido por año.

Entre las ventajas de la iniciativa cubana, sus promotores resaltan el empleo de un arbusto tóxico, que no compite con la producción de alimentos, a diferencia de otras especies alimentarias a las que acuden para idénticos propósitos en varios países.

El proyecto está sufragado por el estado cubano, prevé la producción integrada de energía y alimentos a escala local y a nivel de fincas, y prohíbe para la producción de biodiesel el empleo de materias primas comprometidas con la alimentación humana.

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