Daniel Muñoz: "No había un territorio muy apto para seguir trabajando en Canal 13"

En pocos días, Daniel Muñoz tendrá doble militancia en la pantalla chica, ya que aparecerá en el prime de Canal 13 y en el de TVN. Eso, por su actual participación en la serie Príncipes de barrio, en la señal del grupo Luksic, y por el rol que tendrá en la miniserie, próxima a debutar, Zamudio, perdidos en la noche, del canal estatal.

Aunque, en estricto rigor, el actor no tiene contrato con ninguno de los canales. A principios de año, Muñoz no renovó con Canal 13, y la ficción que pronto lo llevará a TVN fue realizada por una productora externa. Sin embargo, el hombre que dio vida hasta el año pasado a Juan Herrera en Los 80, aclara que "en estos momentos estoy en el proceso de ver todo el tema del contrato con TVN. Ellos aceptaron mis condiciones y por eso ahora trabajaré durante dos años en este canal".

¿Cuáles fueron esas condiciones? 

No hacer teleseries. No me gusta el género teleseries, pero eso no quita que alguna vez por necesidad tenga que hacerlas. No es un género en el que me sienta cómodo como actor. En TVN aceptaron que yo llegara a trabajar solo en series, miniseries o telefilmes. Estoy feliz de poder entregar mis herramientas y cualidades para que TVN recupere su sitial y empiece a reencantar a las audiencias.

A propósito de lo anterior, ¿cuál es su visión sobre la crisis de TVN? 

En las series está el futuro de la televisión chilena, y creo que por ahí se puede romper una crisis. Pero eso requiere valentía y arriesgar. Es muy probable que no se gane inmediatamente, y tampoco después, pero la ansiedad puede producir un descalabro mayor al que hay. La ansiedad en este medio juega malas pasadas, y la experiencia me dice que hay que tener paciencia y estar muy convencido de lo que quieres hacer. Espero que a TVN le empiece a ir bien y potencie algo que yo sé hacer, que es la realización de series.

¿Su salida de Canal 13 tuvo que ver con el despido de Alberto Gesswein, en octubre pasado?

En cierto modo, sí, pero se dieron varias condiciones. Con Tito somos tremendamente amigos y empezamos a gestionar muchos proyectos juntos, y Los 80 es un hecho concreto de aquello. Entablamos una tremenda relación de trabajo y personal también. Al Tito lo echaron de Canal 13 de la forma que todos sabemos y en su momento dije que no me pareció el modo, y lo que vino después no era muy alentador, no era un territorio muy apto para seguir trabajando en el 13. Finalmente, se dieron todas las condiciones para salir del canal. Luego, me enteré que Tito llegaba a TVN, y que en ese canal estaban interesados en trabajar conmigo. Como en un lado se dieron las condiciones para terminar, en otro lado se dieron las condiciones para empezar.

En los próximos días, TVN estrenará Zamudio, perdidos en la noche, miniserie de cuatro capítulos en la que usted tiene el papel de Iván Zamudio, papá de Daniel. ¿Qué fue lo que le interesó de  ese proyecto? 

Esta miniserie no busca mostrar un documental, sino plantear una reflexión sobre el tema Zamudio. A mí me hizo más sentido hablar de una historia que se inspira en hecho reales, pero que pone su acento en lo desprotegidos que están nuestros jóvenes. Esta es una historia en la que los victimarios son tan víctimas como la víctima misma, guardando las proporciones, obviamente. En los cuatro capítulos te das cuenta de que la vida que vivieron estos muchachos es una vida tan cruda como la que vivió Daniel. Es responsabilidad del entorno social. Yo no creo que ellos porten el gen asesino desde que salen del vientre materno. Todo es producto de vidas miserables, y creo que eso es lo importante que la serie transmite. Si el público capta eso, se logra el sentido de por qué se hacen estas series.

¿Cuál cree que es la mayor fortaleza de esta miniserie? 

El formato miniserie de cuatro capítulos concentra más la historia, la que se plantea de una forma más precisa y no se alarga innecesariamente. Está muy bien estructurada y muy logrados los personajes. Juan Ignacio Sabatini es un gran director de series, un gran director de actores, y logró conseguir mucha empatía en todo el elenco. El otro plus es la presencia de cabros jóvenes muy talentosos que están a cargo del protagonismo de la serie. Hubo un casting muy bien hecho y creo que es esperanzador ver cabros tan talentosos jugándosela por presentar una buena producción nacional.

¿Se reunió con Iván Zamudio? 

No, supe de él sólo a través de internet. Conversamos con Sabatini y decidimos darle un vuelco más desapegado a la realidad. Quisimos tantear la realidad de este personaje en la historia, más que hacer una imitación del real padre de Daniel. Buscamos hablar un poco de un padre cualquiera enfrentado a una situación como la que todos conocemos. Así que más que inspirarnos en un personaje real, inventamos un papá.

¿Y cómo es ese padre inventado? 

Físicamente es un personaje bastante osco. La vida del papá de Daniel Zamudio fue una vida bastante terrible. Fue golpeado y maltratado. En toda la historia, en general, existe la esperanzadora posibilidad de cambiar todo aquello que es tan crudo, tan cruel, agresivo y violento. Mi personaje aparece en algunos momentos y eso es lo atractivo.