Debate tras matanza en Newtown se centra en si los profesores deben ir armados a colegios en EEUU

En el pequeño y remoto pueblo de Harrold, en Texas, los docentes portan armas escondidas desde 2008 con el objetivo de "proteger a nuestros hijos". Sin embargo, el gobernador del estado de Maryland, Martin O'Malley rechaza la idea, asegurando que ya hay "demasiadas armas".




El debate sobre el control de armas en Estados Unidos viró hacia una nueva interrogante: ¿deberían ir los profesores armados a clase para evitar así otra matanza de niños inocentes como la de hace una semana en Connecticut?

En realidad ya hay una escuela en Texas, en la ciudad de Harrold, en la que los docentes pueden llevar pistolas escondidas desde 2008. El director del centro, David Thweatt, fue el impulsor del plan para entrenar y armar a los docentes y el personal del colegio, que cuenta con un centenar de alumnos. "La gente del campo se protegen a sí mismos, no viven en la ilusión de que la policía estará allí para hacerlo", explicó Thweatt en 2008.

Mientras la mayor parte de los colegios estadounidenses son zonas "libres de armas", la legislación de Texas permite que a distritos escolares decidir sobre el derecho a portar armas de fuego.

En Utah es incluso más fácil entrar con un arma escondida en una escuela, pues cualquiera con un permiso puede hacerlo. El gobernador del estado de Texas, Rick Perry, es el político de mayor rango que hasta ahora apostó por armar a los profesores para reducir la violencia.

El que fuera aspirante a candidato republicano en las pasadas elecciones apostó por permitir que los colegios decidan cuál es la mejor forma de proteger a sus estudiantes. "Tenemos que hacer todo lo posible para reducir al máximo ese mal", dijo Perry con la vista puesta en la reciente masacre de Newtown, donde un joven mató a 20 niños y seis adultos, además de a su madre, antes de suicidarse.

"En el estado de Texas, si alguien pasa el proceso, ha sido adiestrado y cuenta con una licencia de armas, debería poder llevar una pistola en cualquier lugar del estado", dijo el gobernador, reclamando a su vez leyes similares para las escuelas de todo el país.

En 2008, Perry apoyó abiertamente la decisión del distrito escolar de Harrold, que llegó como respuesta al tiroteo en Virgina Tech, que en 2007 acabó con la vida de 32 personas y dejó heridas a otras 17.

Tras la masacre de Connecticut, el director escolar Thweatt aseguró que algunos padres enviar a sus hijos específicamente a su colegio porque saben que allí estarán protegidos. "La gente que comete esos actos horribles son malvados. Pero no están tan locos, siempre saben a dónde van", aseguró en declaraciones a la cadena CBS.

Sin embargo, el gobernador del estado de Maryland, Martin O'Malley rechaza la idea, asegurando que ya hay "demasiadas armas", y se plantea incluso proponer una prohibición sobre las armas de asalto, según informó The Washington Post.

En la vecina Virgina, su gobernador, el republicano Robert F. McDonnell, aprobaría sin embargo que los docentes portasen pistolas. "Si la gente estuviese armada (...) habría una posibilidad de evitar que los agresores entraran en las escuelas", defendió el martes.

OBAMA
El debate sobre la presencia de armas de fuego en las escuelas llega en medio de la propuesta del presidente, Barack Obama, quien ayer anunció la formación de un grupo de trabajo que estudie pasos para frenar este tipo de violencia.

"El hecho de que es un problema complejo no puede seguir siendo una excusa para no hacer nada", señaló. "El hecho de que no podemos evitar todo acto de violencia no significa que no podamos reducirla progresivamente y evitar la peor".

De extenderse el permiso para portar armas en las escuelas, los profesores y personal de las mismas no serían los primeros que porten armas sin ser expertos en seguridad. A los pilotos ya se les permite llevar pistolas en las cabinas de los aviones desde 2003.

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