Deportistas en riesgo: los dramáticos ataques que lamenta la historia

Hace 20 años un fanático de Steffi Graf apuñaló a Mónica Seles, quien nunca volvió a ser la misma. En otros casos, el resultado fue la muerte del afectado.




Mónica Seles fue en un momento la reina indiscutida del circuito femenino de tenis. Pero su carrera sufrió un duro golpe en 1993 cuando un fanático de Steffi Graf, su gran rival, la apuñaló durante un partido. Otros caso dramático de deportistas que han enfrentado ataques de este tipo, aunque no el más grave, ya que otras situaciones, el resultado ha sido la muerte del atleta.

Seles fue apuñalada en la espalda el 30 de abril de 1993 mientras jugaba un partido en Hamburgo ante Magdalena Maleeva. Todavía no cumplía los 20 años y la serbia ya había ganado ocho Grand Slam y 32. Pero tras el ataque de Günter Parche debió parar durante dos años y cuatro meses y nunca volvió a ser la misma.

El agresor confesó que agredió a Selas porque era fanático de Steffi Graf y quería que la alemana recuperara el número uno.

El ex boxeador portoriqueño, Héctor "Macho" Camacho entró a la triste lista el 20 de noviembre de 2012. No pudo  recuperar de los disparos en la cara y el pecho, cuando circulaba por la carretera 167 de Bayamón, en Puerto Rico.

El paraguayo Salvador Cabañas, de exitoso paso por Chile, disfrutaba de un gran momento en México y la selección cuando tras una discusión en un bar de Ciudad de México recibió un disparo en la cabeza. El incidente ocurrió el 25 de enero de 2010 y tras meses en el hospital, el jugador mostró una notable recuperación. Sin volver al nivel de antes, pudo regresar al fútbol en equipos de menor categoría.

Uno de los momentos más oscuros y trágicos del deporte ocurrió en los Juegos Olímpicos de 1972. Los integrantes de la delegación israelí fueron tomados como rehenes por un grupo terrorista palestino denominado Septiembre Negro. Durante un mal ejecutado intento de rescate, fueron asesinados seis atletas y cinco entrenadores.

Un hecho que incluso causó polémica en los últimos Juegos Olímpicos de Londres, por la forma en que debía ser recordado.

El 6 de enero de 1994 la patinadora estadounidense Nancy Kerrigan fue agredida por Shane Stant con un bastón de policía, que le causó una lesión en la rodilla derecha que puso en riesgo su participación en los Juegos Olímpicos de Invierno. Hubo rumores que apuntaron a Tonya Harding.

En el Mundial de EE.UU 1994, Andrés Escobar tuvo la mala fortuna de anotar un autogol en la derrota de Colombia ante los dueños de casa (2-1). Esa selección dorada de los cafeteros fue eliminada en primera ronda y el 2 de julio de ese año, el defensa fue asesinado al recibir seis disparos tras una discusión por esa jugada.

Las investigaciones vincularon al homicidio con mafias de apuestas deportivas, aunque la relación no pudo ser ratificada en el juicio, en el que el culpable recibió una sentencia de 43 años, aunque la pena fue posteriormente rebajada a 23 años y en 2005, se acogió a un beneficio que le permitió salir en libertad.

Ignacio 'Nacho' Flores, ex jugador de Cruz Azul falleció el 10 de agosto de 2011 tras un ataque armado contra la camioneta en la que viajaba por una carretera.

Fernando Cáceres, ganador con Argentina de la Copa América de 1993,  sufrió un asalto el 1 de noviembre del 2009. Los delincuentes querían robarle su auto y el ex futbolista recibió un disparo en la cabeza, que le provocó fractura de cráneo y la pérdida del ojo derecho.

El  8 de enero de 2010, antes del inicio de la Copa Africana en Angola, el bus de la selección de Togo fue baleado por un grupo guerrillero.  Fallecieron tres personas y siete fueron heridos (cinco jugadores). El cuadro togolés no participó del torneo.

Luis Fernando Montoya dirigió a Once Caldas para ganar la Copa Libertadores de 2004. Pero en diciembre de ese año sufrió un intento de asalto y recibió un disparo en el cuello que lo dejó tetrapléjico.

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