Descubren el caso de cáncer más antiguo del mundo en cuerpo de 4.500 años de antigüedad

Los restos encontrados corresponden a un cáncer de próstata o pulmón en un hombre de 35 a 45 años. De acuerdo a los investigadores, de esta forma se desestima que el mal sea un fenómeno moderno.




Un grupo de científicos canadienses aseguran haber descubierto el caso más antiguo de cáncer descubierto hasta ahora. Se trata de los restos de un hombre exhumado en Siberia que datan de hace 4.500 años, perteneciente a los inicios de la Era del Bronce.

El hombre, de entre 35 y 45 años y encontrado en 2012, habría fallecido producto de un cáncer de pulmón o próstata, extendido por su cuerpo desde la cadera a la cabeza.

"Este es uno -sino el más antiguo- de los casos absolutos de cáncer donde sí es posible determinar exactamente que se trata de esta enfermedad", Angela Lieverse, bioarqueóloga en la Universidad de Saskatchewan en Canadá.

Según la investigadora, hasta ahora se habían descubierto casos similares pero que no pasaban los 5 mil o 6 mil años de antiguedad, y en muchos de esos casos se trató de tumores benignos.

El, informe, co-escrito por Daniel Temple de la Universidad George Mason en Virginia y Vladimir Bazaliiskii de la Universidad Estatal de Irkutsk en Rusia, también refuta la creencia generalizada que la enfermedad es un fenómeno moderno.

"Hemos tenido la percepción que este mal era casi inexistente en la antigüedad, debido a que la gente no vivía el mismo estilo de vida que vivimos ahora. Vivían en ambientes puros, libres de toxinas, eran muy activos y comían alimentos naturales", afirmaron los científicos.

En cuanto a los factores que causaron la enfermedad, Angela Lieverse especula que pudo deberse a factores como el humo inhalado tras hacer el fuego para mantener el calor en climas fríos.

Los restos fueron encontrados en posición fetal en un pozo circular con una cuchara de hueso tallada, a diferencia de la mayoría de los hombres de la época que fueron enterrados acostados sobre la espalda con su equipo de pesca o caza.

"Habría experimentado una muerte agonizante. Cerca del final, habría sido náuseas, fatiga, incapacidad de respirar y dolor constante", afirmó la investigadora.

Fuente: The Canadian Press, PLOSone

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