Dime dónde comes o tomas

Carlos Hoffmann
30.07.10 Entrevista a Carlos Hoffmann, Secretario del Senado, fotografias realizdas en el ex congreso, ubicado en calle Morande, Santiago Foto: Juan Farias / La Tercera/

No es que cada restaurante, bar o café santiaguino se especialice en un determinado tipo de cliente. Sin embargo, si uno observa bien, podrá darse cuenta de que hay ciertos perfiles y grupos que suelen identificarse con determinados boliches. Una guía para saber dónde encontrar (o cómo evitar) a políticos, deportistas, hipsters, periodistas y mujeres guapas.




Partamos por el centro de Santiago, que por su alta rotación es un lugar ideal para ver a todo tipo de gente. Oficinistas, empleados públicos y dependientes del comercio. Pero también antiguas glorias futbolísticas. Esto, porque en el emblemático local del Paseo Ahumada del Café Haití es más que común divisar a gente como Leonel Sánchez, Humberto "Chita" Cruz o incluso el gran Carlos Caszely (aunque "El Rey del Metro Cuadrado" también puede verse casi a diario en el Tavelli de Manuel Montt); muchas veces conversando con el periodista deportivo Luis Urrutia, más conocido como "Chomsky". Ahora bien, en lo que respecta a dirigentes y accionistas de clubes, muchos suelen reunirse en el Santa Brasa de Alonso de Córdova o el Don Carlos, que arrastra una larga tradición de congregar a gente ligada a este deporte en sus mesas. Aunque en el restaurante Divertimento, a los pies del Cerro San Cristóbal, se juntan con cierta regularidad Los Espartanos, un grupo de ex dirigentes de Universidad Católica entre los que están Raúl Torrealba, Francisco Recabarren y Cristián Lyon. Pero no sólo de fútbol vive el Divertimento, porque hasta su agradable terraza también llega buena parte de los ejecutivos, directores, productores y rostros de los distintos canales de televisión. Es decir, gente como Jaime de Aguirre, Martín Cárcamo, Consuelo Saavedra, Herval Abreu, Francisca García-Huidobro e incluso otros que ya no están en pantalla pero que siguen yendo, como Fernando Paulsen o Pablo Mackenna. Ahora bien, cuando los temas son más delicados –y privados- estos almuerzos suelen hacerse de manera más reducida y privada en el clásico Carrousel de Avenida Los Conquistadores; un lugar donde también es posible toparse con empresarios y uno que otro representante de la vieja guardia de la derecha chilena, como Hermógenes Pérez de Arce, un confeso parroquiano de este restaurante.

Hablando de políticos más activos, lo cierto es que a éstos se les puede encontrar en distintos puntos de la ciudad. En el caso de algunos ministros o subsecretarios, es bastante común verlos almorzando o tomando café en la terraza del Blue Jar, que está muy cerca de La Moneda. No muy lejos de ahí, en la casa matriz de la Confitería Torres, suelen verse personeros democratacristianos como Soledad Alvear, Gútemberg Martínez o Ximena Rincón. Aquí se ha estado reuniendo también el histórico Grupo München, que desde 1993 ha funcionado –con distinta frecuencia y lugares de encuentro- con integrantes como José Miguel Insulza, Jorge Burgos y Marcelo Schilling. En el caso de los dirigentes de la UDI, sus lugares preferidos son el Cap Ducal de calle Suecia (que está frente a su sede) y el Miraolas de Avenida Vitacura, en su segundo piso. Aunque hay que consignar que a Carlos Larraín – de Renovación Nacional- también se le puede ver por ahí en alguna reunión política.

Precisamente, mucha gente del partido de Larraín, que tiene sede en Antonio Varas, suele deambular entre el Bavaria de Manuel Montt y la casa matriz del Bar Liguria, lo mismo Evópoli, que también tiene sede por esa zona. Otros lugares donde se suele ver a políticos –de diversas tendencias- son el ya mencionado Liguria de Manuel Montt, el Starnberg de Alonso de Córdova y -por Isidora Goyenechea- Coquinaria, Tiramisú (que le gusta mucho a Sebastián Piñera y a su hija Magdalena) y el Shoogun, donde el abogado y analística político Gonzalo Cordero, comentan algunos habitués, "se siente como si estuviera en su casa". Aunque en este restaurante japonés, como suelen usarse los comedores privados, casi nadie se entera de quiénes son su parroquianos más connotados. Volviendo a Sebastián Piñera, donde también se le ha visto últimamente es en el restaurante de carnes Rubaiyat, en Nueva Costanera.

La soperia

Pensando en gente más joven, hipsters si se quiere, lo cierto es que los establecimientos cambian bastante. Claro, porque los que aún no pintan canas prefieren lugares más relajados, ojalá con alguna onda estética más de su gusto y -en muchos casos- si tienen bicicleteros, mucho mejor. De esta forma, aparecen lugares de Providencia como La Burguesía, La Resistencia, Olimpia y Las Cabras. Al que hay que sumar el café Faustina de la Avenida Andrés Bello (siempre con muchas bicicletas estacionadas afuera). Por el Barrio Italia, los cafés de las múltiples galerías comerciales del sector suelen reunir a los jóvenes, aunque a la hora de comer algo un poco más sólido mandan lugares como Inpasta, La Sopería y El Camino; una parrilla con aires gringos que –me consta- trajo a varios hipsters de vuelta a la vida tras una temporada en el vegetarianismo. El culpable: su brisket ahumado que ha hecho pecar hasta a un par de veganos. Y bueno, en los barrios Lastarria y Bellas Artes, toda esta juventud hace nata cada fin de semana. ¿Dónde van? Parten con un helado en el Emporio La Rosa y luego suelen deambular por las calles y el Parque Forestal para terminar en el bar Mamboleta o los cafés De la Barra y Kobenhavn, este último en calle Loreto y donde se mezcla una cafetería con un taller de bicicletas. Más hipster, imposible.

costa-oxigenando

Por Bellavista la misma onda se puede encontrar por las noches en bares como el Siete Negronis y Red Luxury. En Plaza Italia, bien tarde, la tradicional fuente de soda La Terraza de Vicuña Mackenna, también suele tomar un aire algo hipster. ¿La razón? Muchos de estos jóvenes viven por Bustamante o la zona del Vaticano Chico, así que La Terraza es la última parada –con un sándwich, un schop o una piscola- antes de guardarse. Más hacia el poniente, sobre todo los sábados, la cosa es en La Diana, en calle San Diego. Por otra parte, los jóvenes –y los no tanto- que prefieren el auto a la bicicleta suelen moverse más hacia Vitacura, frecuentando lugares como Maestranza, Moloko y Taringa. Todo esto en un ambiente que algunos suelen catalogar como "zorrón". ¿Cómo es eso? Bueno, generalizando un poco, se trata de mucha gente que vive más o menos por el sector, muchos abogados e ingenieros comerciales de la Adolfo Ibáñez y –en general- estudiantes de los últimos años de las universidades "cota mil". Según un empresario gastronómico del sector, "son clientes buenos para la piscola y el picoteo, pero que como se mueven en auto suelen visitar más de un local por noche y terminan bailando. Los más chicos en el Candelaria o Amanda y el resto en la EVE".

¿Y las mujeres? Bueno, esa época en que los bares y restaurantes eran sólo para hombres o mujeres se acabó. Sin embargo, hay que reconocer que en establecimientos especializados en comida vegetariana o –al menos- saludable, las mujeres abundan. Es el caso de El Huerto y Polen en Providencia, VOP en Augusto Leguía y Quínoa en Vitacura. Y un lugar no menos sano pero que también funciona como bar: Santo Remedio, que desde hace muchos años se llena de mujeres solas y guapas. Algo parecido sucede en el Liguria de Luis Thayer Ojeda cuando recién cae la tarde y –más entrada la noche- en el Sarita Colonia de calle Loreto.

Otros que siempre deambulan por bares y restaurantes son los periodistas. Los de cuarenta hacia arriba suelen aún llegar en masa al Liguria de Manuel Montt. De hecho, hasta hace más o menos un lustro todavía sesionaba ahí con cierta frecuencia "la mesa de los jueves", conformada por connotados periodistas de radio, televisión y prensa escrita. Los colegas más jóvenes prefieren el Lomit's o derechamente lugares más onderos como el Bravo 951 o económicos como Las Lanzas. Y con los escritores pasa algo parecido. Los mayores se pasean por el Drugstore y sus alrededores -es el caso de gente como Roberto Merino, Gonzalo Contreras o Germán Marín-, mientras que los de menos edad y publicaciones –como por ejemplo Matías Celedón- se mueven entre el Lomit's, los Liguria y el sector Lastarria – Bellas Artes en general.

Volviendo al Liguria (principalmente el de Manuel Montt), también hay que destacar que por sus mesas pululan varios ex futbolistas como Rodrigo Goldberg, Dante Poli o Nelson Parraguez; además del presidente de Blanco y Negro Aníbal Mosa y el capitán de la selección chilena, Claudio Bravo, que cada vez que está en Chile suele pasar a comer algo. Mención aparte merece el Baco, que de un tiempo a esta parte se ha convertido en un lugar donde uno puede toparse a una amplia gama de personajes. Así, un día cualquiera es posible divisar en una mesa a los ex ministros Jorge Burgos y Javiera Blanco; a periodistas como Enrique Mujica, Tomás Mosciatti o Jorge Cabezas; a políticos como Ricardo Solari, Sergio Romero o alguno de los hermanos Walker, al crítico gastronómico César Fredes, el abogado Axel Kaiser o al escritor Arturo Fontaine (que también suele frecuentar el Lomit's y se ubica siempre en la misma mesa). Así que ya lo sabe, si quiere almorzar tranquilo sin toparse con nadie no vaya al Baco.

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02.01.2010. Cafe Coquinaria ubicado enIsidora Goyenechea 3000, las Condes. Foto: Francisca Barra V/ La Tercera/ - PAG:080 CAFÉ COQUINARIA - CAFETERIA - VISTA INTERIOR

02.01.2010.

Cafe Coquinaria ubicado enIsidora Goyenechea 3000, las Condes.

Foto: Francisca Barra V/ La Tercera/

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Más allá de gustos, edades y ocupaciones; lo cierto es que es bastante lógico que se den este tipo de relaciones y preferencias entre la gente y ciertos establecimientos. Y por lo general la cosa es bastante obvia: los jóvenes van a los lugares más económicos y entretenidos, mientras que los que van avanzando por la adultez comienzan a subir en sus gastos y a preferir los ambientes más tranquilos. Sin embargo, lo que no termino de entender es por qué tantos visitadores médicos se juntan a diario en la heladería La Escarcha de las torres de Carlos Antúnez. Bueno, curiosidades de la ciudad.

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