Dinamarca, país ícono del estado de bienestar, inicia recortes para enfrentar crisis

El seguro de desempleo, que antes podía llegar a cuatro años, fue reducido a la mitad. Los medios destacaron el caso de un hombre que vive, sin motivos, de la ayuda social desde 2001.




Junto con estar en los top ten de los países con la población más feliz en el mundo, Dinamarca se vanagloriaba de que una de sus marcas país fuese su estado de bienestar. Tanto así que hasta sectores conservadores, comúnmente partidarios de hacer recortes en esas áreas, salían en su defensa. Sin embargo, en 2011 se abrió el debate en el país sobre la posibilidad de restringir las ayudas, a la luz de las cifras económicas que hace tiempo cercaban las finanzas europeas y que las medidas de austeridad provocaban grandes protestas en los países más afectados.

La discusión, muy a la danesa, es decir, sin grandes aspavientos, parecía no avanzar hasta que los medios daneses publicaron el caso de "Carina", el seudónimo de una madre soltera de 36 años, con dos hijos y que vivía a expensas de la seguridad social. El problema es que Carina, pese a estar desempleada, contaba con más dinero que muchos de los trabajadores a tiempo completo del país. Ella recibía cerca de US$ 2.700 al mes y estaba en las nóminas del bienestar social desde que tenía 16 años.

Según el diario The New York Times, este caso abrió la puerta para la examinación de los derechos sociales y para que los daneses se hagan a la idea de que en el futuro cercano tendrán que trabajar más y/o por más tiempo. Esto, debido a que el país se acerca a un escenario preocupante, pese a que su clasificación de riesgo aún es AAA. La población está envejeciendo y en muchas regiones del país las personas que están trabajando superan a aquellas con trabajo.

En 2012, de acuerdo con The New York Times, el 47% de la población total trabajaba y el 73% de los daneses entre 15 y 64 años. Sin embargo, muchos trabajaban por períodos breves o cortados, con extensas licencias o períodos cobrando el seguro de desempleo. Ese es el caso de Robert Nielsen, de 45 años, quien se hizo famoso en septiembre pasado, cuando salió en los medios daneses y sin vergüenza y a cara descubierta -a diferencia de Carina-, reconoció que está viviendo a expensas de la seguridad social desde 2001.

Nielsen, que ya es conocido como "el flojo Robert", afirmó que no tenía ninguna deficiencia, pero que no estaba dispuesto a aceptar un empleo "degradante", como trabajar en un restaurante de comida rápida, y que con las ayudas sociales, incluso, ya había podido comprarse un departamento. El impacto que causó su caso fue tal, que los periodistas hicieron fila para entrevistarlo y él se dejó querer, convirtiéndose casi en una celebridad. "Felizmente nací y vivo en Dinamarca, donde el gobierno está dispuesto a apoyar mi estilo de vida", afirma.

Lo cierto es que Dinamarca tiene uno de los impuestos a la renta más altos del mundo, que puede llegar hasta el 56,5% a quienes ganan más de US$ 80.000 al año. A cambio, los daneses cuentan con una red de seguridad social, que incluye un sistema gratuito de salud y educación (hasta la universidad) y cada trimestre las familias reciben bonos para ayudar al cuidado de los niños. Beneficios que son entregados a todos por igual.

Sin embargo, el aprovechamiento de algunos ciudadanos y los altos costos de mantener el estado de bienestar, impulsaron medidas para recortar esos beneficios, como la reducción de las jubilaciones anticipadas y que el seguro de desempleo, en vez de prolongarse por cuatro años, se redujera a dos. Además, próximamente, los estudiantes serán el blanco de algunos recortes, como el sueldo que recibían durante un máximo de seis años, por cerca de US$ 990, para completar sus cursos universitarios.

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