Director de The Clinic: "El mundo literario es un carnavalillo que no me interesa"

Patricio Fernández va por la segunda edición de La calle me distrajo, un diario escrito entre 2009 y 2012.




Nicanor Parra, Gombrowicz, Giorgio Jackson, Fernando Karadima, Pinochet, Ramón Ribeyro y su hija Clara. Son algunos de los nombres que entran en las páginas del diario de Patricio Fernández, escrito entre 2009 y 2012, titulado La calle me distrajo (Mondadori).

El director del semanario The Clinic acaba de recibir la segunda edición del libro editado en noviembre pasado. Sobre la noticia, dice: "Me produce alegría, porque inevitablemente uno escribe para que te lean", y agrega: "Además de ir tramando las historias íntimas con las públicas, hay una propuesta de conversación sobre el país en que vivimos. Por eso también dan ganas de que sea más leído. No sólo es un asunto de ego literario".

Es enero de 2009, y el autor de Escritos plebeyos se separa de su mujer. Va a alojar al departamento de su amigo y socio de The Clinic, Mario Lobo. Es octubre de 2010 y Fernández va junto al antipoeta Parra a almorzar a una "picada" al interior de Las Cruces. Es febrero de 2011 y su amigo Lobo choca en auto y queda en silla de ruedas. Es junio del 2012 y el autor anota en su diario que acaba de ver el documental Pinochet, de Ignacio Zegers. "Es una oda, pero también es un reclamo desesperado", anota.

El volumen es un paseo por la contingencia, personal y social, en cuatro años. El diario es "como un híbrido, porque genera espacios de libertad. Por momentos permite expresarse con un poema o entrar a algo parecido a un ensayo y así perderse por vericuetos inesperados", dice Fernández.

Sobre el movimiento estudiantil, que arrancó en 2011, anota en octubre: "Me temo que esta historia se está polarizando. Los tiros van y vienen entre el gobierno y la Confech". Hoy dice de esos días: "Fueron demandas infinitamente superiores, más desarrolladas e interesantes, que con las que yo crecí a los 20 años". Sobre el ámbito social y político cree que "lo que pueda seguir ocurriendo es mucho más atractivo de las conclusiones que uno puede sacar".

Fernández ya encontró un hogar definitivo en Pedro de Valdivia Norte y prepara con calma una novela. "No sucede en un mundo lejano al de estos apuntes cotidianos", dice del argumento. Su última ficción fue Los nenes, de 2008, donde la escena literaria local salía al ruedo. "Se metió en las patas del mundo literario y explotaron los egos de manera atómica, pero para qué volver sobre asuntos conocidos. Es un carnavalillo que dejó de interesarme", termina.

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