Documentalista mexicano: "La situación de los migrantes es peor que en 2008"

En 2008, el periodista Pedro Ultreras realizó el documental La Bestia, donde retrataba la experiencia de los migrantes que viajaban arriba de los trenes de mercancía mexicanos. La llegada de más de 52 mil niños sin acompañante a EE.UU. motivó al documentalista a emprender de nuevo el viaje desde Guatemala hasta Estados Unidos, que duró dos semanas y media, para dimensionar la situación. "Venían 1.500 a 1.700 personas arriba de esos trenes, muchas madres con sus niños, algunos incluso de cuatro meses o de tres años", dice a La Tercera.

¿Había mucha diferencia desde que hizo el documental en 2008?

En aquel entonces la situación estaba difícil, pero ahora es peor, porque las víctimas son más vulnerables. Son mujeres y niños. Cuando lo hice en 2008, la mayoría eran hombres que iban a trabajar a EE.UU., se veían mujeres también y menores de edad, pero muy rara vez veías a un niño de cuatro años. La mayoría son mujeres muy jovencitas, es decir, que se casaron a los 14, 15 años y que son madres.

¿Cuánto dura el viaje?

En promedio, para una persona hábil, que tiene la facilidad de subirse y bajarse de los trenes, puede tomar dos semanas. Lo más que puede tomar el viaje es dos meses. A la gran mayoría les toma tres a cuatro semanas, sobre todo a las mujeres con los niños, porque ellas se cansan, llegan a un albergue y descansan unos dos días. El hombre que viaja solo es más regular en su recorrido, se queda una noche en un albergue y después espera hasta que el tren vuelva a pasar. Ellos se ponen en las vías a esperar el tren, acampan al lado de las vías o se meten a los negocios que ven cerca.

¿Cuáles son los peligros que enfrentan los inmigrantes?

Lo más común son los asaltos, ya sea en las vías o en los mismos trenes. Los asaltantes les quitan el dinero si tienen, los zapatos si es que estos son buenos, la ropa, los celulares, etc. Ese es el asalto más común. Y en el caso de las mujeres, las pueden violar. Si ellos se oponen, los amenazan con tirarlos de arriba de los trenes cuando se encuentran en marcha y puede ser en la selva, en las montañas. Lo que se está dando muy comúnmente con esta banda de traficantes Los Zetas es que secuestran a las personas para extorsionar a las familias. Todos estos migrantes tienen un familiar en EE.UU. Entonces, les quitan el número de teléfono de los familiares allá y los extorsionan. Le dicen: si no nos das US$ 5.000 matamos a tu primo, hermano, etc. También extorsionan a las familias en Centroamérica. Llaman a la madre de uno y le dicen que tienen a su hijo detenido y que si no le deposita US$ 3.000 'lo vamos a matar'. La señora vende su casa, las joyas, lo que sea. La gente que viaja tiene números de teléfono, que son oro molido para traficantes o secuestradores.

¿Aún existen quienes cobran una suerte de "peaje"?

Todas las personas que trafican con indocumentados tienen que pagar lo que se conoce como "derecho de piso". Los Zetas se han apoderado de lo que se conoce como la "ruta del migrante", que es el área por donde pasan las vías férreas de la frontera sur a la norte.

¿Cómo comienza la travesía?

Para cruzar de Guatemala a México es sólo un río, te subes a una balsa, que hay muchas, y te cobran US$ 1. No hay inspección. La gente viene desde Centroamérica a la ciudad guatemalteca de Tecun Uman. Ahí, en el lado mexicano está Ciudad Hidalgo, a 300 kilómetros de Arriaga, que es de donde sale el tren. Los migrantes caminan ese trayecto y se demoran unas dos semanas. Algunos tratan de tomar transporte público, pero hay tres controles de inmigración, entonces lo más seguro es que los detengan y los deporten. Por eso prefieren caminar por la montaña. Yo seguí la historia de dos niños, uno de 14 y el otro de 15 años, que conocimos en Arriaga, e hice todo el recorrido hasta la frontera norte siguiéndolos a ellos. En la frontera con Estados Unidos se me perdieron, porque fueron secuestrados por Los Zetas y la mamá de uno terminó pagando US$ 10.000 para que lo liberaran.

¿Cómo cruzan al llegar a la frontera con EE.UU.?

Madres y niños apenas llegan a la frontera se entregan a la patrulla. Una vez detenidos comienzan a pelear por un asilo. Muchas mujeres huyen de la violencia, han sido amenazadas de muerte y traen a sus hijos de 12 años que fueron amenazados si no se unían a las pandillas.