Dónde se mueven los solteros en Santiago

Tienen sus propios circuitos. Viven cerca de sus trabajos, usan los parques a horas inusuales para hacer deporte y salen los miércoles a bares de Providencia y Vitacura.




Un estudio, realizado hace dos años por la Ocde, reveló que Chile, junto a Corea del Sur, es el país miembro que más solteros tiene: un 39% de la población total. De la Región Metropolitana se sabe, según la encuesta Casen 2011, que concentra la mayor cantidad de personas no casadas del país, con 1.231.395 de individuos, entre los 25 y 44 años.

La geógrafa y doctora en Arquitectura y Urbanismo, Yasna Contreras, quien ha realizado estudios sobre el comportamiento de los individuos en Santiago, describe un perfil de los nuevos solteros capitalinos: "Son hijos de la flexibilidad laboral. Trabajan en la banca, en comunicaciones, computación o gastronomía. Muchos se ocupan en dos cosas, son empresarios y fotógrafos, por ejemplo. Su manejo del tiempo los predestina a realizar actividades individuales y aprovechan al máximo las posibilidades que les presenta la ciudad: desde las plazas hasta espectáculos culturales", dice.

Según la experta, este segmento no se complica por andar solo. Es por eso que hacen actividades como el ciclismo y el trote. He ahí la importancia que, según Contreras, han ido adquiriendo las áreas verdes para este grupo. En el caso de Francisca Franco, una arquitecta de 29 años, es el cerro San Cristóbal. Ella vive sola, en la Alameda con Lastarria, y dos veces al mes sube hasta la cumbre en bicicleta: "No voy a conocer gente, pero igual entre ciclistas uno se mete conversa", cuenta.

El director del Parque Metropolitano, Mauricio Fabry, dice que han ido notando como llegan más personas solas entre las 7 y las 8 y media de la tarde. "Ocurre durante la semana y ha sido en el último año que se ve un aumento exponencial de los que van a practicar ciclismo y running. No sabemos si son solteros, pero es posible pensarlo", señala.

Felipe Riquelme es ingeniero comercial, tiene 34 y vive en Av. Colón, cerca del bandejón central de A. Vespucio. "Me gusta trotar entre Bilbao y Vitacura. Como yo (gente joven) hay varios haciéndolo tipo ocho de la tarde", dice. No tiene a nadie esperándolo en su casa, por lo que suele hacerlo hasta tarde.

Hay otros solteros que incluso tienen sus rutas preferidas para hacer deportes, porque se encuentran con sus pares y eso les parece atractivo. "En la ciclovía de Pocuro, en el tramo entre Pedro de Valdivia y el Club Providencia, está todo pasando. Hay muchas chicas guapas trotando o yendo al trabajo en bicicleta. Si uno se quiere arriesgar, seguro puede pinchar", dice el fotógrafo Daniel Gil (38), quien prefiere ese camino los martes y los jueves, cuando va a jugar tenis al club de la comuna, a las 9 y media de la mañana.

La experta asegura que los solteros suelen vivir cerca del lugar donde trabajan, como sucede en el barrio El Golf y en el centro. "Los que trabajan en medicina, por ejemplo, viven en Lira o en San Francisco", indica. Es el caso de Bernardita Saldías, enfermera del Hospital de la UC. Vive en la calle Quito, a sólo cuadras de ese lugar. "Así no gasto en transporte y me puedo levantar más tarde. Fuera de eso, tengo el barrio Bellas Artes al lado para salir con mis amigas", dice.

Hay otros barrios que también están en la mirilla de los solteros, aunque no estén cerca de sus oficinas. El barrio Italia, por ejemplo, lo prefieren porque se sienten cómodos ahí. "Ahí está todo lo que necesitan para vivir tranquilos, como cafecitos donde se encuentran con sus pares. Van con sus computadores, a leer o simplemente, a disfrutar de la onda del barrio", asegura Contreras.

Javiera Meyer tiene 30, es comunicadora audiovisual y vive en el sector hace tres años. "Es lejos el mejor lugar para vivir: tranquilo, bien conectado y entretenido. Mi mejor amiga se acaba de venir a vivir a tan solo dos cuadras", dice.

Ya no son sólo los jueves, antes conocidos como el "viernes chicos". Los miércoles la cosa empieza después del trabajo en un bar, que puede ser La Junta, en Lastarria; el California, en Providencia, o El Taringa, en Vitacura. Aunque este bar se llena hace bastante tiempo por las noches, los que asisten dicen que reemplazó al Bar Esquina de Las Tranqueras. "Acá se vienen a conversar con las amigas un rato, para después partir a bailar a otro lado", dice la publicista María de los Angeles Esteve (34).

Para seguir la fiesta hay varias opciones. "Ya no están de moda los after office en el Castillo Hidalgo", dicen los solteros apostados en tres bares de Av. Vitacura. Para los que promedian los 29 años, afirman, está el Candelaria Bar, en el subterráneo del Centro Comercial Lo Castillo. Es restaurante y además, tiene bandas en vivo y pista de baile. "Ahora, con la nueva ley del cigarro, se aprovecha de conocer gente afuera", dice un fumador.

El año pasado volvió otro centro nocturno a Las Condes, la discoteca Gente en el Omnium. En enero y febrero celebró varias noches a los viudos de verano, que en realidad eran solteros. "Estos llegan en grupos; en total recibimos a unas 350 personas", dice Fernanda Marchant, su relacionadora pública.

El verano pasado, también llegaban a Casa Piedra, a las fiestas "Club de Baile". "Se llenaban de solteros entre 25 y 35. Venían de la pega, a las ocho, y la gente rotaba toda la noche hasta la 4 de la mañana", dice Diego Schuler, uno de los organizadores, que asegura que las fiestas seguirán durante el año, pero en otro lugar.

Providencia no pierde fuerza a la hora de juntar a los que no están casados. Aparte del California, en Las Urbinas, y los bares del pasaje Orrego Luco, un imperdible están siendo las noches de música electrónica en el Santo Remedio. Marcela Urivi es directora de arte y fan de esas fiestas: "El lugar es un clásico y uno se siente en casa. Hay un mix muy entretenido de gente entre 25 y 45 años", dice. El administrador del bar, Carlos Quiroz, corrobora la relevancia que han cobrado los miércoles. "Son especialmente prendidos para los solteros. Es un incentivo para llegar al viernes", remata.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.