Dos chilenas participan en reality extremo de Discovery Channel

Francisca Coombs (28) y Fernanda Guzmán (28) fueron las dos chilenas seleccionadas por Discovery Channel para participar en su reality extremo The Amazing Race, que comenzó ayer y que durante las próximas 12 semanas emitirá el canal por cable los domingos a las 23 horas con repeticiones los jueves a las 22.

Coombs y Guzmán debieron enfrentar una serie de pruebas durante 23 días de grabaciones intensas en 20 ciudades latinoamericanas -desde el 27 de mayo al 18 de junio- y compitieron contra otras diez parejas de diferentes nacionalidades -7 en total- por un premio de 250 mil dólares.

"Decidimos participar porque nos pareció entretenido, aunque ninguna de las dos pensamos que podíamos quedar seleccionadas", cuenta Coombs al teléfono desde Canadá, donde por estos días trabaja en la gira mundial del grupo U2.

"Fue una experiencia muy rica, porque salimos de la rutina, y como todo, tuvo cosas buenas y malas", recalca la productora de eventos.

Sobre el equipo -entre ellos representantes de Argentina, Venezuela y Colombia- Guzmán explica que "eran todos muy especiales". "El grupo era como un zoológico, había de todo, se mezclaron personalidades distintas, genios diferentes y durante el viaje las relaciones se fueron transformando", agrega.

Esta es la primera temporada latinoamericana de la serie desde su debut en el año 2001 en Estados Unidos, y como cualquier reality, no estuvo extento de polémicas.

"En todos los programas con este tipo de formatos hay problemas, pero Discovery es un canal súper serio y por eso no creo que privilegien las polémicas sobre las competencias, que es lo que vale finalmente, la superación de los competidores", explica Coombs, a lo que su compañera añade: "No es como en los reality chilenos que la idea es mostrar los problemas de los participantes".

La carrera recorrió nueve países de norte a sur de la región latinoamericana, en un trayecto de aproximadamente 25 mil kilómetros.

En los 23 días de competencia, los 11 equipos participantes pusieron a prueba sus capacidades físicas, emocionales e intelectuales, para ejecutar las tareas encomendadas por la producción en cada una de las etapas.

Sin conocer el itinerario de la carrera ni los desafíos que les serían presentados, los competidores tuvieron que realizar diferentes tareas que en la mayoría de los casos, exigían mucha determinación y creatividad.