Dueña de revista BusinessWeek podría vender activos de su división de medios

El grupo de medios es el más pequeño de la compañía por ingresos y constituyó alrededor del 20% de las ventas en los primeros tres meses de este año.




McGraw-Hill Cos. podría tener que recurrir a su división de medios para vender activos o reestructurarla aún más tras haber reorganizado su área educativa y la filial de calificación crediticia Standard & Poor's.

La empresa debería estudiar la posibilidad de vender algunos o todos sus canales de televisión estadounidenses y cambiar la dirección de su firma de investigación de mercado J.D. Power & Associates para depender menos del sector automovilístico, dijeron Barry Lucas, analista de Gabelli & Co., y Edward Atorino, analista de Benchmark Co. McGraw-Hill, con sede en Nueva York, ya está explorando la venta de su revista BusinessWeek, según una persona familiarizada con el plan.

McGraw-Hill dijo ayer que iba a fusionar dos unidades editoriales de temas educativos, lo que dará por resultado la eliminación de 340 puestos de trabajo. La empresa también está eliminando 85 empleos en el área de servicios financieros y 125 en la división de información y medios. El grupo de medios es el más pequeño de la compañía por ingresos y constituyó alrededor del 20% de las ventas en los primeros tres meses de este año.

"BusinessWeek, los canales de televisión e incluso J.D. Power son en cierto modo huérfanos en McGraw-Hill; no son vitales para su misión", dijo ayer en una entrevista Atorino, afincado en Nueva York.

REBAJA EN LA CALIFICACIÓN
Moody's Investors Service dijo esta semana que podría reducir la calificación de los créditos A1 sénior sin garantía de McGraw-Hill porque le preocupa que la presión sobre las divisiones de educación y servicios financieros de la empresa reduzca el flujo de efectivo para cancelar deuda, aun si se recupera la economía.

McGraw-Hill pronosticó en abril que las ventas del 2009 bajarían entre un 4 y 5% con respecto a un año antes. La empresa suprimió 1.045 puestos de trabajo en el 2008 o alrededor del 4,9% de su plantilla, en medio de una menor demanda de libros de texto y calificaciones de deuda.

En enero Standard & Poor's contrató al ex máximo responsable de Ernst & Young, Ray Groves, después que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados unidos criticó a las calificadoras de riesgo por conflictos de intereses que podrían haber llevado a realizar una calificación excesivamente elevada de bonos.

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