EEUU: Piden reforzar Baltimore con 5.000 agentes de la Guardia Nacional tras disturbios

Al mismo tiempo, la alcaldesa decretó toque de queda y el Gobernador de Maryland declaró estado de emergencia por los violentos enfrentamientos con la policía después del funeral de Freddie Gray, afroamericano que falleció en circunstancias no aclaradas tras ser arrestado.




La ciudad estadounidense de Baltimore (este de EEUU) se convirtió este lunes en escenario de violentos conflictos callejeros luego del funeral de un joven afroamericano que murió en circunstancias no aclaradas tras ser arrestado por la policía.

De acuerdo con el capitán Eric Kowalczyk, de la policía de Baltimore, por lo menos quince agentes policiales resultaron heridos en los enfrentamientos de este lunes, que fueron reprimidos con vigor por el personal policial.

Asimismo, por solicitud de la administración de la ciudad, Larry Hogan, el gobernador de Maryland, decretó estado de emergencia y activó la Guardia Nacional para controlar la creciente violencia, según indica un comunicado de la autoridad.

En el mismo contexto, la alcaldesa de Baltimore declaró toque de queda en la ciudad a partir del martes y anunció que la Guardia Nacional será desplegada en cuanto sea posible para hacer frente a los enfrentamiento en protesta por el asesinato de un joven negro arrestado por policías.

La medida se empezará a aplicar a partir de las 10 de la noche del martes hasta las 5 de la madrugada, y se prolongará durante una semana entera.

"Muchas generaciones han ayudado a construir esta ciudad para que sea  destruida por matones", señaló este lunes la alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake al hacer los anuncios en una conferencia de prensa.

Uno de los agentes heridos, dijo Kowalczyk, se encontraba inconsciente y otros sufrieron fracturas como por los choques y una auténtica lluvia de piedras y botellas que cayó sobre la fuerza policial.

"Ahora verán el uso del gas lacrimógeno (...) Usaremos los métodos apropiados para asegurar que podemos preservar la seguridad en la comunidad", dijo el jefe policial.

Los manifestantes destrozaron varios patrulleros, uno de los cuales fue incendiado, al tiempo que varias personas destruyeron una farmacia.

Funeral con tono político

Freddie Gray, afroamericano de 25 años muerto el 19 de abril en circunstancias no aclaradas tras ser detenido por la policía de Baltimore una semana antes, fue inhumado este lunes.

Al comenzar la ceremonia, la policía de Baltimore anunció haber recibido una "amenaza creíble": varias pandillas de la ciudad se habían "asociado para 'eliminar' a agentes policiales".

Unas 3.000 personas, entre familiares, amigos y anónimos -todos de color- rindieron homenaje a Freddie Gray, que reposaba en un ataúd blanco abierto rodeado de coronas de flores blancas en la Iglesia bautista Nueva Shiloh.

Un cantante acompañado con órgano y tambores, interpretaba canciones religiosas con énfasis en el blues, en tanto la multitud desfilaba frente al ataúd para dar su adiós.

La ceremonia concluyó luego de dos horas y media con un elogio fúnebre pronunciado por el pastor Jamal Bryant, que declaró que Freddie Gray "ha hecho lo que se ha prohibido a los hombres negros: mirar a los ojos a un policía".

Poco antes, la ceremonia tomó un tono político con la intervención del abogado de la familia, Billy Murphy. "Estamos aquí por Freddie Gray, pero también porque hay muchos Freddie Gray", dijo, desatando aplausos.

"Aquí hay una corrosión de la justicia", agregó, y reclamó un "fiscal especial" para el caso y que los policías porten cámaras.

Una pantalla en el interior del recinto proyectaba el mensaje: "La vida de los negros cuenta y todas las vidas cuentan."

Broderick Johnson, jefe de la célula recientemente creada por el presidente Barack Obama para apoyar a los jóvenes afroamericanos (My Brother's Keeper Task Force) representó al gobierno en el funeral.

Epidemia de asesinatos

Poco antes del inicio de la ceremonia, el activista Jesse Jackson denunció una "epidemia de asesinatos en el país."

"Nos hemos convertido en demasiado violentos, demasiado llenos de odio", dijo en una conferencia de prensa, denunciando la pobreza de ciudades como Baltimore como "un arma de destrucción masiva".

Desde el anuncio de la muerte de Freddie Gray, las manifestaciones se llevaron a cabo casi a diario en Baltimore.

Pero la protesta que tuvo lugar en la noche del sábado al domingo acabó en incidentes: 34 personas fueron detenidas y seis policías levemente heridos.

Imágenes filmadas por las cadenas de televisión locales desde helicópteros mostraron una multitud lanzando conos de seguridad, botellas de refrescos y botes de basura contra policías, antes de romper escaparates de tiendas y saquearlos.

Las autoridades han iniciado varias investigaciones para determinar las circunstancias en que se produjeron las heridas de Gray, entre las cuales una pesquisa federal por parte del Departamento de Justicia.

La policía de Baltimore aceptó el viernes que el joven tendría que haber recibido asistencia médica enseguida de su arresto.

Cuando falleció, su columna vertebral estaba seccionada a la altura de las cervicales, según abogados de la familia.

Videos de la detención de Gray, grabados por transeúntes, muestran cómo la policía puso de forma violenta contra el piso al joven, que gritaba de dolor, antes de subirlo a un furgón policial y llevárselo.

Los responsables policiales también reconocieron que el cinturón de seguridad del joven no estaba abrochado dentro del furgón, que hizo tres paradas inexplicadas durante su camino hacia el puesto de policía.

A la espera de que la Policía entregue los resultados de su investigación el 1 de mayo, seis policías fueron suspendidos por estos hechos.

La de Gray es la última de una serie de muertes de afroestadounidenses desarmados, en su mayoría a manos de policías blancos que han provocado una ola de protestas en el país bajo acusaciones de racismo y reavivando el debate sobre el uso excesivo de la fuerza policial.

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