Egon Wolff estrena nueva obra y tendrá dos piezas en cartelera

Papá gorrión sube a escena el sábado, en la remodelada Sala Teatro Cultural de Las Condes. Coincide con otra obra suya en funciones: Háblame de Laura.




En una sociedad tan exigente, ¿puede un padre apartarse de sus hijos por opción y aventurarse por el mundo? Para el actor Jaime McManus, protagonista de Papá gorrión, la respuesta no puede ser taxativa. "El padre de hoy tiene que estar dando dinero, estar trabajando, tener un rol", dice. "Pero hay personas a las que les cuesta mucho vivir de esa forma, que se apartan por opción, y no porque no se la puedan", afirma.

El actor habla de Aurelio, su personaje en esta obra escrita por Egon Wolff, que dejó a su hija hace 28 años y que regresa cuando ella está convertida en una importante ejecutiva del mundo empresarial. El padre es una especie de niño en traje de adulto, que evade con chistes y flores el trauma que le generó a su hija, y que regresa a su vida de improviso.

Papá gorrión tiene la particularidad de ser una obra inédita del destacado dramaturgo chileno (autor de Los invasores y Flores de papel), el más adaptado autor nacional en el extranjero. La pieza coincide en la cartelera con otra obra suya, Háblame de Laura, que se presenta en el Teatro Mori Bellavista dentro de un homenaje a su carrera.

"Yo creo que en este momento hay un mínimo de 50% de personas en Chile que no tiene padre", aventura Wolff, mientras asiste a uno de los ensayos del montaje en la nueva Sala Teatro Cultural Las Condes, donde la obra se estrena este sábado 9 de julio y hasta el 28 de agosto.

Coprotagonizada por María José Illanes (como la hija) y Julio Jung Duvauchelle como su novio, la pieza fue escrita por el dramaturgo entre el 2000 y el 2005, y llega a las tablas luego de un proceso de casi dos años, desde que la directora Alejandra Gutiérrez comenzó a acariciar con el propio Wolff la idea de llevarla a escena. "Trabajo como docente en varias universidades. Hago un curso de teatro chileno y tengo uno que le dedicamos nada más que a Egon Wolff", dice la directora.

Por ello, asegura, se ha dado cuenta de que el teatro del octogenario autor gusta mucho a los estudiantes. "Es su capacidad de observación, de cómo saber calar en los personajes, de cómo crear una línea de desarrollo en ellos que sorprende y que ilumina aspectos recónditos, incluso extraños, de las personas. Eso genera una visión bien profunda de Chile y su gente", explica.

La directora define a la obra como una "montaña rusa de emociones", donde están lo sentimental, el humor, lo dramático y lo desfachatado, todo con el sello de Wolff de escudriñar en lo más profundo de los personajes.

El dramaturgo reconoce que luego de un período en que sentía que su teatro ya no interesaba, hoy parece revivir: Háblame de Laura está en cartelera y se anunció para fin de año la nueva versión de su clásico Los invasores. "Es mi regreso, parece. Y se siente bien", remata.

UN ESCENARIO CONOCIDO PARA EL DRAMATURGO

Egon Wolff recuerda que su romance con el Instituto Cultural de Las Condes es de larga data.

Aquí presentó en la década de los 70 su aclamada pieza Flores de papel y también Mansión de lechuzas, en la antigua Sala Mozart (ex Teatro Apoquindo), que era dependiente del Instituto Cultural. Luego, en los 90, estrenó las obras Claroscuro (con Luis Alarcón), Invitación a comer y Encrucijada.

La Sala Teatro Cultural Las Condes es la ex Sala El Rosario, que fue remodelada. La obra abre a público el domingo 10, con precios de $ 6.000 y $ 4.000. Apoquindo 6570.

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