El ataque sigue sin aparecer

Claudio Bravo

Otra noche para el olvido del capitán de la Selección. Culpable directo del empate parcial de los bolivianos, tal como ocurrió en el estreno ante Argentia. No tuvo reacción frente a un tiro libre de Jhasmany Campos que se coló en el palo que estaba custodiando. Antes y después de esa jugada fue un espectador privilegiado del Gillete Stadium.

Mauricio Isla

A diferencia de partidos anteriores, tuvo muchas apariciones ofensivas. Sin embargo, todos esos avances se diluyeron en cómodos centros a las manos del arquero boliviano. Una y otra vez, el Huaso, levantó el balón en busca de la cabeza de Pinilla, cuando la jugada muchas veces marcaba otra cosa.

Gary Medel                                 

Otro que tuvo una noche cómoda en Boston. La renuncia de Bolivia a buscar el partido, alivió la tarea de los zagueros chilenos. Y las pocas veces que fue exigido a través de balonazos largos, resolvió correctamente, salvo por una pifia en el segundo tiempo.

Gonzalo Jara

Al igual que Medel, muy poco trabajo. No se complicó con los balones aéreos que cayeron al área y buscó siempre al compañero mejor ubicado cuando salió desde el fondo.

Jean Beausejour

Tuvo muchos espacios para hacer daño por su franja, pero le costó terminar bien la jugada. Abusó del centro, un problema en el que abusaron todos los que merodearon el área de Bolivia.

Pablo Hernández

Sorprendió su ubicación como volante central. Jugó a espaldas de Aránguiz y Vidal, siendo el primer pase en la fase de organización. Perdió pocos balones, jugó casi siempre con criterio e incluso tuvo un remate de media distancia que pudo abrir la cuenta en el primer tiempo. Sin estar en su hábitat natural, aprobó el examen. Se ganó la amarilla en el único error grosero que tuvo.

Charles Aránguiz

Le ha costado aparecer en la Copa. Se lo nota todavía sin la frescura de, por ejemplo, la anterior Copa América. Deja chispazos en la eloboración, muestra una dinámica interesante, pero no puede aparecer todavía en el área rival donde  suele hacer daño. El equipo lo extraña de sobremanera a la hora de generar volumen de juego.

Arturo Vidal

Buen partido en líneas generales, más allá del primer gol. De los pocos que logró desequilibrar en el mano a mano, el volante reflejó en el juego la enorme distancia futbolística que lo separa de los rivales. Cuando se dedida a jugar y no a reclamar, confirma que tiene una categoría distinta. Se vistió de héroe en el último minuto con el tanto del triunfo.

Fabián Orellana

Sigue sin completar un partido bueno con la Selección. Para colmo, sus actuaciones no confirman su buen nivel en Celta. Con la camiseta de la Selección no ratifica en la cancha la confianza que le tiene el técnico y de la que por ejemplo no tenía en la etapa de Sampaoli. Peleado siempre con la pelota, resolvió casi siempre mal en los últimos metros.

Mauricio Pinilla

Lo buscaron mucho por arriba, pero casi siempre mal. De hecho, las mejores apariciones que tuvo fueron a ras de piso, como en el gol de Vidal, cuando asistió de gran forma al volante. Salió molesto con el cambio.

Alexis Sánchez

Intentó cambiar la historia siempre. Buscó por todos lados, especialmente como extremo izquierdo. Sus mejores apariciones se resumen en tres acciones: gran recuperación de balón en el gol de Vidal, un tiro libro precioso que se lo negó el arquero Lampe y el propio Rey Arturo le robó sin querero lo que pudo ser el 2-1.

Eduardo Vargas

No contó con espacios, ideas ni tampoco habilitaciones para cambiar la historia. Sigue preso de la desconfianza. Lo buscaron poco sus compañeros, pero él tampoco se mostró demasiado como para resolver las jugadas de forma individual.

Edson Puch                                      

Entró en un momento complejo del partido, cuando escaseaban las ideas y el oxígeno. No tuvo mayor éxito en el desequilibrio individual por el costado derecho. Tuvo el gol del triunfoantes, pero falló increíblemente solo ante el arquero, en una jugada parecia a la que falló con México.

José Pedro Fuenzalida

Muy pocos minutos para evaluar su cometido. Tuvo un par de centros sobre el costado derecho, pero sin mayor éxito.